Escenario

Alberto Barros ofrece noche de sabor en el Auditorio Nacional

COBERTURA. El salsero colombiano se presentó la noche de este miércoles en el Coloso de Reforma de la CDMX con lo mejor de su repertorio

música

Alberto Barros en el Auditorio Nacional.

Alberto Barros en el Auditorio Nacional.

Edgar Dávila Contreras

La noche de este miércoles, Alberto Barros ofreció una noche de sabor en el Coloso de Reforma, convirtiendo el escenario en una pista de baile; misma que se remontaba a los antiguos clubs para bailar salsa, por lo que cada uno de los asistentes, tuviera o no pareja, se dispuso a bailar de principio a fin.

En un ambiente meramente festivo, el salsero apareció en el escenario junto a sus músicos y bailarinas, los instrumentos comenzaron a sonar sus grandes éxitos. Enfundado en un traje negro brilloso, Alberto, quien es de pocas palabras, con un gesto agradeció a los presentes y prometió una noche llena de baile y mucha energía, así como su admiración por México, a quienes dijo, siempre le han abierto las puertas a su música y es como su segunda casa.

Temas como “Gotas de lluvia”, un clásico que no puede faltar, “La cita” y algo más movido como “Micaela” y “Que bello”, fueron algunos de los momentos más sonados de la noche, la cual duró alrededor de dos horas, en las que mediante mixes y más, el también llamada Titán de la Salsa, logró causar los gritos ensordecedores de los presentes, y aunque el recinto en esta ocasión no lucía lleno, no fue impedimento para tener una velada de gozo.

El músico repasó grandes clásicos de la salsa.

El músico repasó grandes clásicos de la salsa.

Edgar Dávila Contreras

La noche apenas tomaba forma, el público bailaba sin parar, dejando sus lugares y moverse a los pasillos para poder zapatear a gusto; y para hacerlo más alegre aún, entre los invitados de la noche, y un momento que quedará grabado, fue la participación de la Sonora Santanera, para interpretar un clásico en la música, “Idilio”.

Con esa misma energía, el público recibió entre gritos y aplausos a Raymix, y no podía dejar Barros de interpretar algunas canciones junto a distintas cantantes de países donde la salsa toma su propio ritmo, además de ser un momento ya representativo en cada una de sus presentaciones.

La energía se mantuvo en todo momento, y como no, si tan solo al hacer sonar el trombón, los presentes gritaban eufóricos, más cuando llegó el turno de bailar con “Un montón de estrellas”, “El hombre que yo amo”, y “No le pegué a la negra”

Una de las imágenes de la noche.

Una de las imágenes de la noche.

Edgar Dávila Contreras

Un show complementado en todos los sentidos, baile, música y felicidad por parte de cada uno de los asistentes. Alberto Barros aseguró que regresará pronto y espera que sigan consumiendo la música que es para bailar y que nunca pasará de moda.