“La matemática es una poesía de ideas” escribió alguna vez el matemático suizo Armand Morel. Los números -de múltiples maneras- nos definen. Concluido el año, el confinamiento del 2020 me deja algunos números que explican en parte esta condición excepcional de la vida. Si el encierro prolongado es un viaje al centro de uno mismo, la aritmética del recorrido es un espejo por el que podemos mirarnos y reconocernos en vilo. Aquí pues algunos aspectos registrados en la numeralia de mi confinamiento, entre el 16 marzo y el 31 diciembre de 2020.

42 Semanas, 291 días y 6948 horas transcurridas de confinamiento en la Colonia Nápoles de la Ciudad de México a partir del 16 de marzo y hasta el 31 de diciembre de 2020.

Reuniones y conferencias por zoom: 156

Peso original: 81 kilos

Peso actual: 86 kilos

Nivel de colesterol: 293 (altísimo)

Horas estimadas de limpieza doméstica y lavado de trastes: 548

Kilómetros acumulados de caminata y trote en los parques en 68 salidas: 236 kilómetros (registrados en la aplicación “correr” de mi teléfono celular)

Artículos publicados en La Crónica: 38

Presentaciones del segmento “Diáspora Cultural” del Canal 22: 39

Libros de mi autoría concluidos: 2 (uno de relatos y uno de crónicas)

Estimado de páginas escritas entre obra literaria y trabajos periodísticos diversos: 661

Libros leídos o comenzados: 46

Horas estimadas fuera de casa (principalmente compras de productos domésticos, trámites administrativos, visitas a familiares):173

Porcentaje de horas transcurridas en casa: 98.5 por ciento

Porcentaje de horas transcurridas fuera de casa 2.5 por ciento

Asistencia al cine (en semáforo naranja): 8

Dinero donado desde mi ventana a los músicos que pasaron frente a mi casa: 1500 pesos

Horas acumuladas de insomnio: 250

Gente muy cercana que falleció a causa del Covid: 3

Gente conocida y estimada que falleció a causa del Covid: 26

Familiares contagiados de Covid: 2

Series de televisión: 9

Salidas fuera de la ciudad (en semáforo naranja): 6

Noches dormidas fuera de casa: 10

Visita a restaurantes (en semáforo naranja) 16

Tuis: 240

Partidos de la Serie Mundial 2020 vistos por televisión: 6

Caminatas en bosques de los alrededores de la ciudad de México: 3

Paseos en bicicleta (registrados en la aplicación iBiker de mi teléfono celular): 25

Horas acumuladas en trámites en línea del SAT: 18

Artículos periodísticos sobre tema diversos alrededor de la pandemia: 8

Podcast y videos producidos durante el confinamiento: 14

Canción más escuchada en Spotify: Cantante, Rhye, canción “A whiter shade of pale”.

Encuentros con amigos (en semáforo naranja, no superior a seis amigos en el mismo espacio): 5

El teórico de los números Godfrey Harlod Hardi hizo alguna vez esta confesión: “nunca he hecho algo que fuera útil. Según todas las normas prácticas el valor de una vida matemática es igual a cero, y fuera de las matemáticas es, de cualquier modo, trivial”. (Hans Magnus Ensensberguer, Los elixires de la ciencia). Mis números son pues una forma íntima de mi trivialidad, la confesión numérica de una vida que resiste y se amerita en la pandemia.

En su poema “De algún tiempo a esta parte”, José Emilio Pacheco escribió: “El año enfermo te dejó en rehenes algunas fechas que te cercan y humillan, algunas horas que no volverán pero que viven su confusión en la memoria”. Estos son entonces los números que me deja el “año enfermo” de 2020. Comencemos de nuevo, que venga el 2021.