Biden ganó el debate presidencial más bronco y sucio que se recuerde, según la mayoría de encuestas y FiveThirtyEight, quien señala que el presidente desaprovechó la oportunidad de dar un vuelco a la campaña.

El primer debate presidencial entre Donald Trump y Joe Biden fue, como encabezó el portal Politico, “un momento épico de vergûenza nacional y un bochorno memorable”, pero el candidato demócrata no debería caer en la tentación de boicotear los dos debates que quedan, para no dar excusas al presidente para que le llame cobarde. Eso sí, debe exigir que las reglas cambien -como apagar micrófonos cuando Trump interrumpa- y demostrar que puede desnudar al emperador y rematar la faena.

En tanto, la extrema derecha celebra que Trump se resistiera a condenar el supremacismo blanco y aplaude el comentario de Trump invitándolos a “estar listos” por si no gana las elecciones (ya que en dicho caso denunciará fraude.

El debate fue repugnante, pero el “show” debe continuar...