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Crecen en 4T certificaciones opacas

(2a. parte) Se les conoce como Operadores Económicos Autorizados. Ni siquiera funcionarios cercanos al tema tienen detalles de beneficiarios, como Horacio Duarte, titular de AGA: Los “OEA son como el chupacabras, todo mundo sabe que existen, pero nadie los ha visto”...

Crecen en 4T certificaciones opacas

Crecen en 4T certificaciones opacas

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Sin vigilancia, se introducen a México de manera ilegal millones de pares de zapatos, textiles y otras mercancías. No se usan rutas u operaciones clandestinas. Pasan, de manera libre, por una Aduana. En la mayoría de los casos, ni siquiera se recurre al soborno. Los traficantes, disfrazados de importadores, utilizan un certificado opaco, obsequiado por el Servicio de Administración Tributaria: el de Operador Económico Autorizado (OEA).

Bajo la tutela de este membrete, se ha documentado el arribo de cientos de contenedores al año atiborrados de productos, los cuales burlan el pago de impuestos.

“En el recinto fiscal se reportan, por ejemplo, 3 mil pares de zapatos, cuando en realidad vienen 7 mil; o se simula que los artículos son de una baja fracción arancelaria, cuando es todo lo contrario. Cualquier trampa se puede hacer con el OEA, porque nadie revisa”, describe Alejandro Gómez Tamez, presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Calzado.

El OEA es una certificación otorgada a personas físicas con operaciones de comercio exterior, las cuales supuestamente fungen como proveedoras de insumos o servicios de otras empresas. Con este documento, sólo se les exigen estándares mínimos de seguridad y se les brindan todas las facilidades posibles en el despacho aduanero, lo cual se traduce en escasa supervisión.

Se trata de una figura internacional, contemplada en la Organización Mundial de Aduanas (OMA), Ley Aduanera y Reglas Generales de Comercio Exterior, pero en México, donde se expide desde 2012, se ha prestado a vicios y corruptelas.

Crónica tuvo acceso a diversos oficios en los cuales, al menos desde 2015, tres años después de su implementación, distintos industriales develaron ante autoridades hacendarias prácticas irregulares en el seno de este programa.

Las denuncias fueron conocidas por funcionarios de la 4T. Sin embargo, de manera paradójica, el número de certificados OEA ha crecido en la presente administración, de acuerdo con datos del SAT: en diciembre de 2018 había 611, y para junio de 2020 —último dato reportado— el número había subido a 651, 7 por ciento más.

Además de las transas, otra de las anomalías es la falta de transparencia sobre qué empresas o entes son los beneficiados. Este diario también conoció de diferentes escritos de las Cámaras industriales en los cuales se solicita revelar los nombres. La respuesta ha sido siempre el silencio.

Ni siquiera funcionarios cercanos al tema tienen detalles, como Horacio Duarte, Administrador General de Aduanas. En reciente reunión con industriales de diferentes sectores, comentó:

“Los OEA son como el chupacabras, todo mundo sabe que existen pero nadie los ha visto”. Una referencia similar compartida antes por su antecesor: Ricardo Ahued.

“Escarbándole, hemos identificado que algunos OEA son utilizados por cadenas de autoservicio y otras comercializadoras. El certificado es para completar una cadena productiva, para importar componentes, no para lucrar. ¿Por qué se les está dando a cadenas o tiendas para facilitarles la importación de productos terminados que compiten en ventaja con los nacionales? Va contra el tema recaudatorio y contra la industria nacional. Si van a traer artículos definitivos, al menos que paguen impuestos”, pide Manuel Espinosa, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Textil.

Hasta industrias como la de autopartes y ensamblaje automotriz, propicias para la buena aplicación de estos esquemas de suministro, consienten una depuración.

“Si se trata de corregir fallas o abusos de estos programas, es importante hacer tiros de precisión y no tiros de escopeta, para castigar a quien está haciendo mal uso de ellos, pero a la par evitar afectaciones a quienes están haciendo bien las cosas, sin generarles cuellos de botella. Hay que sanear, pero no a lo loco”, señala Guillermo Rosales, director general adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores.

BOTÍN EN JUEGO. Casi todos los sectores manufactureros en el país son lastimados por estas tretas. Uno de ellos es el del calzado: están en juego 330 millones de pares al año…

“Estos certificados son empleados como cheques en blanco de la autoridad, no hay percepción de riesgo. En el calzado, por decreto presidencial de 2014, tenemos aduanas exclusivas para importar, no lo podemos hacer en cualquiera, y hemos tenido que contratar observadores, pagados por la Cámara, para que estén al pendiente. En cambio, los OEA pueden importar por donde sea, con total falta de control”, dice Gómez Tamez.

“Nuestra exigencia es que se transparente el listado, y que se les revise, se les ponga semáforo rojo a importaciones de textil, vestido y calzado, para que al menos lo piensen dos veces. Hoy, en el remotísimo caso de que las cachen, los perdonan, así de bondadosa es la ley, cuando tendrían que darlos de baja del padrón”.

El artículo 100-B de la Ley Aduanera contempla incluso la reducción de multas. Una simple corrección en el pedimento, garantiza impunidad.

Casi una tercera parte del mercado mexicano de calzado ha sido copada por importaciones: más de 100 millones de pares, el 90 por ciento proveniente de China (50%), Vietnam e Indonesia.

“No le tenemos miedo a la competencia ni a las importaciones, el problema es cuando se dan por contrabando, subvaluación y otras prácticas desleales como el dumping (venta por debajo del precio de producción), especialmente de China. Muchos fabricantes chinos le están maquilando a comercializadores nacionales y los zapatos entran a precios ridículamente bajos, evadiendo pago de impuestos”.

—¿Qué porcentaje de estas importaciones es ilegal? -se le pregunta al titular de Canaical.

—Con la autoridad hemos establecido Precios Materia Prima (PMP), un tipo de alerta para detectar cuando un producto entra con precios irrisorios. De enero a agosto de 2020, el 45 por ciento del total de importaciones tenían un precio por debajo del PMP; en el mismo periodo de 2019 fue 42.5%. Con todo y pandemia la ilegalidad subió.

—¿A qué lo atribuyes?

—Tiene que ver con que más comercializadores están trayendo el producto subvaluado, con facturas falsas. China tiene gigantescos saldos de producto que no ha podido vender por el rezago económico, está rematando zapatos por todo el mundo. En agosto, el precio promedio de un par de zapatos de importación, en todo el mundo, fue de 11 dólares; y el que viene de China, subvaluado y subsidiado, 6.16 dólares.

En México se han descubierto importaciones anómalas desde 1.4 dólares por par.

“Vamos al SAT, hacemos las denuncias, pero estas redes tienen sus esquemas muy bien armados y se le esfuman a la autoridad. Nos ha hecho mucho daño, sin contar la caja negra”.

—¿Cuál es la caja negra?

—El contrabando bronco, que nadie lo tiene medido ni la autoridad; el que entra en camiones o camionetas que nadie vio y nadie supo, y que luego ves en tianguis y mercado negro. Lo traen escondido en vehículos de doble tapa: son varios millones de pares que están en las bodegas de Tepito y otros lugares.

—¿De dónde vienen?

—También del Oriente, el grueso de China. Las propias fábricas chinas te ponen el zapato en las aduanas y ahí nadie sabe. Hay colusión. O vienen de las bodegas de zapato asiático en Los Ángeles; los meten vía terrestre por la zona de Tijuana y, como ya no hay garitas ni controles, se expanden por todo el país. Se da además el fenómeno de las importaciones a franja fronteriza, que tienen una tasa arancelaria preferencial: de repente, el zapato ya está en Nuevo Laredo, en cargas que no corresponden al tamaño de esa población. No se queda ahí: se filtra a todo el país.

Y mientras, los empleos nacionales se derrumban…

“Urge cambio a la Ley Aduanera, para que, respetando el libre comercio, las autoridades mexicanas puedan desechar mercancías desleales y no se les siga viendo la cara; ya hay mecanismos de valor comparable implementados en Sudamérica. Si Aduanas no hace revisiones a los OEA, será pura simulación. Vamos a ver si con el Ejército se erradica la corrupción, quisiéramos darle el beneficio de la duda”…

PROYECTOS DESPLOMADOS. Hace tres años, escaseaba ya la mano de obra para producir zapatos en Guanajuato, el estado emblema de la industria. En campaña para la Presidencia, el presidente Andrés Manuel López Obrador calificó al sector como prioritario e invitó a desarrollar la actividad en el sur. Muchos empresarios del ramo empezaron a explorar con seriedad la posibilidad de mudar ciertos procesos productivos a esa región, en especial a Oaxaca, donde se mostró mayor interés en la inversión.

Cuando AMLO asumió el poder, ya no hubo seguimiento al proyecto. Se acrecentó la ilegalidad, llegó la pandemia y hoy se disparó el índice de desempleados en el propio territorio guanajuatense. De reactivarse el plan, la Canaincal pronostica la apertura de entre 15 y 20 mil empleos.