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Del Cuerno de Jericó a la playera de Auschwitz: La extrema derecha trumpista a través de sus símbolos

El asalto al Capitolio fue también una pasarela por donde desfilaron supremacistas, conspiracionistas y neonazis, cada uno con los uniformes y estandartes de sus respectivas milicias armadas que florecieron bajo el mandato del republicano Donald Trump y por quien están dispuestos a ir a la guerra

Del Cuerno de Jericó a la playera de Auschwitz: La extrema derecha trumpista a través de sus símbolos

Del Cuerno de Jericó a la playera de Auschwitz: La extrema derecha trumpista a través de sus símbolos

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy
1.- El Cuerno de Shofar judío retumbó en el Capitolio..

Entre la turba de fanáticos que asaltaron el Congreso el 6 de enero destacaron varios seguidores de Donald Trump que soplaban cuernos de carnero. Eran cristianos de la secta The Jericho March, que se apropió del “Shofar”, el sonido similar al trombón de la tradición bíblica judía, que usaron los temerosos de Dios cuando marcharon a castigar a Jericó, la “ciudada de los falsos dioses y la corrupción”. Para estos fundamentalistas cristianos del siglo XXI, el corrupto no es el presidente de EU, pese a que su currículum digno de un capo mafioso, como dijo ayer de él ex director del FBI, James Comey, sino el templo de la democracia de EU: el Capitolio de Washington.

2.- “Seis millones no fueron suficientes".

¿Se puede ser judío, hijo de un reconocido juez neoyorquino y participar en el asalto del Capitolio, de la mano de neonazis? La respuesta es sí. Es el caso de Aaron Mostofski, cuya foto junto a un hombre con la bandera confederada -venerada por supremacistas blancos y neonazis- dio la vuelta al mundo. Ambos han sido ya detenidos y, si tuvieran la oportunidad de estar en la misma celda, a lo mejor podrían resolver el enigma de qué tan grande es la locura que ha supuesto la llegada al poder de Donald Trump, que un judío y un neonazi luchan juntos por la misma causa: que Trump siga en el poder como sea. Es la misma causa que sus compañeros en la imagen: el de la izquierda con la playera 6MWE -Seis Millones (de judíos muertos en el Holocausto) No Fueron Suficientes-, y el de la derecha, con la player sobre el campo de exterminio Auschwitz.

3.- Perry Ellis, la marca que secuestraron los supremacistas.

Como su nombre indica, Proud Boys es un grupo de hombres -no admiten mujeres- que se sienten orgullosos de su condición de supremacistas blancos. La milicia paramilitar es una de las que más hombres enviaron a Washington para que el Congreso no se atreviera a certificar la victoria en las elecciones del 3 de noviembre del demócrata Joe Biden. Para desgracia de la marca fundada por el legendario tenista Perry Wimbledon, a estos “chicos orgullosos” les encantó su símbolo en forma de corona de laurel, que les recuerda tanto al césar. El grupo es tan patético que su líder ni siquiera es de raza blanca en su totalidad, sino que está “contaminada” por trazos visiblemente hispanos. Se trata del cubano Enrique Tarrio, arrestado en víspera del asalto.

4.- Los ciudadanos de Kekistán también protestan.

Uno de los grupos más delirantes que sigue a ciegas a Trump es el formado por miembros de la República de Kekistán -nombrada así en homenaje a Kek, el dios egipcio del caos- surgido del foro de conspiranoicos 4chan, donde circulan memes e imágenes satíricas de la rana Pepe, el personaje de cómic fagocitado por la extrema derecha, para pesadilla de su autor.

Pero lo más turbador es su enseña: La palabra Kek sobre una cruz de la bandera de la Alemania nazi. Poco más hay que añadir a las intenciones de los seguidores de este nuevo culto.

Nunca una bandera con una cruz tan explícitamente nazi había estado tan cerca del Capitolio de Estados Unidos,.

5.- Los Guardianes de una Constitución fantasma.

Ni son guardianes ni han jurado nada, pero elos creen que sí. Los miembros del grupo Oath Keepers (Guardianes del Juramento; en su uniforme paramilitar destacado en amarillo) creen que tienen derecho a defender por las armas la Constitución de Estados Unuidos, sin haber recapacitado antes en un detalle no menor: que la Constitución que ellos dedfienden -sólo para blancos cristianos y armados- no existe.

Considerada como una de las milicias más peligrosas de EU, los Guardianes nacieron de lo que ellos consideran una aberración: la victoria de Barack Obama en las elecciones de 2009, algo que, según ellos, no debería sucedido porque, además de ser negro, tiene raíces africanas y su segundo nombre, Hussein, suena a “terrorista musulmán”.

6.- El último delirio supremacista: La bandera del Tres Porciento".

La última ocurrencia supremacista estadunidense es inventarse que el tres por ciento de los colonos -no el 2.5% o el 4.7%- que llegó al nuevo continente decidió rebelarse contra la corona británica, y dicho porcentaje fue el que inspiró a un grupo de ociosos nostálgicos de ese Estados Unidos blanquísimo y puritano para bautizar a su organización paramilitar como “Three Percent Militia”. Si a ello añadimos una bandera de Estados Unidos que recoja en círculo sólo las estrellas de los estados de Nueva Inglaterra -el resto son colonias del nuevo país- el resultado es un movimiento que desprecia a los sureños de la bandera confederada, pero que combaten con ellos contra un enemigo común: los demócratas y liberales que defienden esa “aberración” llamada democracia.

7.- La Q erigida en altar de los conspiranoicos.

Es la letra de moda, la única venerada en el universo de la extrema derecha estadunidense. Surgida al calor de las redes sociales, la Q -clave del gobierno para clasificar archivos secretos- ha generado un lucrativo mercado de playeras, gorras y banderas.El último grito en el universo de la moda neofascista no es la gorra roja “Make America Great Again”, sino la Q. Y si encima metes la bandera de Estados Unidos o la cara de Trump dentro de la Q, mucho más emotivo.

No se puede negar que esta secta conspiranoica y trumpista ha defendidohasta el final a su fundador, pero, como su muerte política es lo que va a ocurrir en menos de dos días -cuando el miércoles jure el demócrata Joe Biden como presidente de EU-, al menos les quedará a ese universo de estadunidenses de extrema derecha la esperanza de poder seguir venerando al magnate neoyorquino en calidad de mártir. O quien sabe: como mesías que resucitó y volvió al poder en 2024.

fransink@outlook.com