Opinión

El caso de reinfección por SARS-CoV-2: una golondrina no hace primavera

El caso de reinfección por SARS-CoV-2: una golondrina no hace primavera

El caso de reinfección por SARS-CoV-2: una golondrina no hace primavera

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

La semana pasada circuló la alarmante noticia de un caso comprobado de reinfección por el virus SARS-CoV-2 que provocó preocupación en muchas personas sobre la posibilidad de que pueden existir reinfecciones, lo que incrementaría en forma exponencial la gravedad de la pandemia, ya que quienes se han curado de la enfermedad podrían volver a tenerla, y pondría en tela de juicio el potencial beneficio de las vacunas. Sin embargo, el reporte mencionado, lejos de ser una mala noticia, es probable que más bien lo podamos ver como una buena noticia. Analicemos primero el caso.

Se trata de un individuo masculino de 33 años que vive en Hong Kong, China. En marzo tuvo un episodio documentado de COVID-19. Se presentó al hospital con un cuadro de tres días de evolución con tos, malestar faríngeo, fiebre y dolor de cabeza y la prueba para SRAS-CoV-2 fue positiva. Fue hospitalizado de marzo 29 a abril 14, aunque aparentemente ya habían desaparecido los síntomas. Al parecer en China, a los casos positivos los hospitalizan, aunque no tengan datos de gravedad, supongo que para aislarlos del resto de la población. Cuando fue dado de alta tenía ya dos pruebas consecutivas de SARS-CoV-2 negativas. El sujeto viajó a España en agosto y a su regreso a Hong Kong, el día 15, se le realizó una prueba de PCR para SARS-CoV-2 en el aeropuerto, que le hacen a todo individuo que llega de fuera del país y resultó positivo, con un umbral de 26 ciclos, es decir, el número de ciclos a los cuales se empieza a ver positividad. Una PCR estándar es de 40 ciclos y mientras más carga viral exista, el umbral es menor. Así, por ejemplo, un paciente que requiere 12 ciclos para positividad tiene mucha más carga viral que otro que requiera 30. El paciente fue hospitalizado, pero estaba completamente asintomático, sin fiebre, tos, ni molestias de vías aéreas superiores. La placa de tórax fue normal. El único dato muy sutil fue una pequeña elevación en sangre de la proteína C reactiva que utilizamos en clínica como una medición que sugiere que existe cierto grado de inflamación, pero que no necesariamente indica que sea por infección, ya que cualquier estado inflamatorio puede resultar en elevación de este parámetro. En los días siguientes a la hospitalización el umbral de la PCR fue aumentando, lo que indicó reducción progresiva en la carga viral. La determinación de anticuerpos contra SARS-CoV-2 fue negativa en los días 1 a 3 de hospitalización y se volvió positiva en el día 5. La secuencia del SARS-CoV-2 de ambos episodios mostró que pertenecen a linajes diferentes, con 24 nucleótidos diferentes entre uno y otro.

Los datos que menciono son parte de un artículo de un grupo de la Universidad de Hong Kong que fue aceptado en la revista Clinical Infectious Disease el 24 de agosto y publicado en línea el día 29. Habrá que esperar a que se publiquen más casos de reinfección, si es que se dan más, lo cual es probable, pero mientras tanto, basados en este reporte podemos proponer algunas conclusiones preliminares.

La primera es que el caso está bien documentado como para aceptar que en efecto es una reinfección. El paciente tuvo un episodio sintomático de COVID-19, comprobado con PCR, del cual se curó y su prueba se hizo negativa y 142 días después, le fue detectado un nuevo episodio de COVID-19, con prueba positiva, diferente linaje de virus, pero completamente asintomático. Sin embargo, si nos vamos al número de casos reportados, podemos sacar la segunda conclusión, que es que este caso no indica que la reinfección sea frecuente y cuanti menos, grave. Al contrario. Hoy en día se han reportado 24 millones, 687 mil 921 casos de COVID, de los cuales 17 millones 140 mil 570 están considerados como curados. De ahí el título del editorial. Una golondrina no hace primavera. Un caso en 17,140,570 significa el 0.00000005%. Esta cifra podría ser mayor, por supuesto, porque hay que tomar en cuenta que la reinfección en el caso que nos ocupa fue detectada por una prueba de rutina en un sujeto asintomático, lo que sugiere que podría haber más casos que no han sido detectados.

La tercera conclusión puede ser optimista. Desde el punto de vista clínico y de prevención, la infección por SARS-CoV-2 y por lo tanto quizá, una vacuna, parecen generar inmunidad suficiente, como para que, al entrar en contacto de nuevo con el virus, inclusive de otro linaje, el individuo esté protegido de re infectarse o en caso de que esto suceda, de hacer un cuadro sintomático o grave. El hecho de que los anticuerpos al principio del segundo episodio fueron negativos y luego se hicieron positivos, pero en bajo nivel, sugiere por un lado que, con muy pocos anticuerpos, no detectables, sea suficiente para estar protegido y, por otro lado, que las propuestas de que la inmunidad celular (la que no es por anticuerpos) en contra de SARS-CoV-2 es importante sean reales.

La cuarta conclusión es la que puede ser de preocupar. El reporte sugiere que individuos curados de COVID-19 podrían volver a infectarse en forma asintomática, replicar el virus y por lo tanto ser contagiosos. Esto invita a la realización de un estudio, que probablemente ya se esté llevando a cabo, en el que se estudien individuos curados de COVID-19 con nuevas pruebas para SARS-CoV-2 a los tres, seis o doce meses de su curación, para conocer con que frecuencia podrían ocurrir reinfecciones asintomáticas. Mientras esto sucede, a partir de este reporte es que, por el momento, los pacientes ya curados de COVID-19 es conveniente que como el resto de la población, utilicen cubreboca y mantengan sana distancia para evitar, por un lado, la posible reinfección y por otro lado, contagiar a otras personas en caso de tenerla. Habrá que esperar a que surjan más reportes de reinfección para sostener o modificar estas conclusiones.

Dr. Gerardo GambaInstituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán eInstituto de Investigaciones Biomédicas, UNAM.