Los primeros zoológicos surgen como centros de exhibición de especies exóticas, los grandes conquistadores las llevaban como parte del botín de las tierras tomadas, se convertían en regalos u ofrendas monárquicas y representaban posición y poder.

La evolución del pensamiento y la conciencia humana nos han orientado para abandonar costumbres bárbaras, el conocimiento científico y el pensamiento crítico permiten también replantear nuestra relación con el entorno, sin dejar de lado nuestra curiosa fascinación por los animales.

Hoy lo que conocemos comúnmente como zoológicos están migrando a convertirse en centros de investigación, recuperación y conservación de especies; se estima que se pierden 150 especies por día y esta acelerada pérdida de especies en el mundo se favorece por la actividad humana, por eso es deber y obligación hacer todo lo que está en nuestras manos para revertir esta tendencia.

El objetivo es asegurar la supervivencia de especies amenazadas a través de programas de conservación dentro y fuera del hábitat natural, asi como implementar programas sobre el cuidado de las especies animales; los proyectos de conservación son una herramienta fundamental para asegurar la supervivencia de poblaciones naturales.

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) trata de que las instituciones zoológicas en todo el mundo se sumen a la conservación de la biodiversidad, a través de diferentes programas de investigación científica, esto implica, adherirse a nuevas normas éticas, científicas, educativas y conservacionistas, que incluyen la asignación de presupuestos globales para desarrollar tareas de investigación dentro de determinados estándares.

Para poder criar a una especie en cautiverio se necesita conocer la biología, incluyendo reproducción, comportamiento, dinámica de grupo, parasitología, manejo, necesidades médicas, etc; y esta información en parte ha sido recabada en los últimos años gracias a los zoológicos y acuarios, pero aún falta mucho por hacer.

Existen varios aspectos de la biología de la fauna silvestre que no se pueden estudiar en sus hábitats naturales, en especial para poblaciones en declive, de difícil acceso o raros, o en zonas de conflicto, por lo que las estancias en sitios controlados son una buena oportunidad para llenar algunos de estos vacíos; en México el Programa de Acción para la Conservación de especies (PACE) seleccionó para el estudio conservación y reproducción de especies prioritarias al águila real, lobo mexicano, jaguar, vaquita marina y tortuga laud.

El lobo mexicano estuvo casi extinto en estado salvaje cerca de 1950 y para evitar la desaparición de la especie se realizó un programa de reproducción en cautiverio y se ha logrado reintroducir 75 especímenes en zonas de recuperación para finales de 2012 y para el 2014 nace la primera cría en estado silvestre de lobo mexicano.

Otro ejemplo de este tipo de proyectos de conservación y reintroducción de especies ocurrió con el cóndor de california, este se acercó a la extinción a finales de la década de los 70´s, llegando a encontrarse 2-3 docenas de ellos en libertad, se capturaron y llevaron a cautiverio en 1987 para mantener la población, las primeras reintroducciones se realizaron en 1992, y en algunos de estos programas tan importantes y transcendentales para la vida animal ha tenido que ver la participación directa del zoológico de Chapultepec, sin embargo, los hábitats de muchas otras especies se encuentran amenazados, por eso es indispensable mantener los proyectos de conservación, cuidado y reproducción de las especies.

Otro aspecto indispensable es proveer de educación y conciencia a futuras generaciones y los zoológicos son herramientas para acercar a niños y jóvenes para conocer, admirar y proteger animales que de otra forma sería imposible que vieran o se conservaran, por ello la importancia de fortalecer a estas instituciones con todos los recursos posibles para que cuenten con todo lo necesario para beneficiar la vida animal.