Cultura

Hasta terminar estudios, habrá proyecto ejecutivo para Chapultepec: Marina Núñez

Son varios a los que se está sometiendo el proyecto conceptual y la idea es terminarlos este año, añade. “Gabriel Orozco es dueño del concepto, pero eso no quiere decir que vaya a llevar a cabo”, expresa.

Hasta terminar estudios, habrá proyecto ejecutivo para Chapultepec: Marina Núñez

Hasta terminar estudios, habrá proyecto ejecutivo para Chapultepec: Marina Núñez

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

El proyecto conceptual de Bosque de Chapultepec: Naturaleza y Cultura creado por Gabriel Orozco se está sometiendo a filtros de pertinencia vial, medioambiental, económica y cultural, los cuales deben ser aprobados antes de que se pueda presentar una propuesta de proyecto ejecutivo y, por tanto, un proyecto general, así lo explicó Marina Núñez Bespalova, subsecretaria de Desarrollo Cultural, a doce artistas con quienes se reunieron autoridades de la Secretaría de Cultura federal.

“Son varios estudios a los que se está sometiendo el proyecto conceptual y hasta que no se terminen, que la idea es terminarlos este año, no se presentará una propuesta de proyecto ejecutivo”.

Respecto a quién le pertenece el concepto y se está privatizando el espacio público, Marina Núñez puntualizó que “Gabriel Orozco es el responsable del concepto conceptual del Bosque de Chapultepec; él es el dueño del concepto, pero eso no quiere decir que el concepto es lo que se vaya a llevar a cabo”.

“Gabriel es el dueño de los derechos de autor sobre su concepto, eso está en un convenio que se ha publicado de manera amplia; sobre el proyecto ejecutivo en el que se van a gastar los recursos públicos, eso es totalmente público, pertenece a la Federación, al bosque y a la CDMX. ¿Por qué no se ha mostrado claramente? Porque estamos en los estudios. En cuanto terminen se hacen las adecuaciones necesarias y la serie de trámites”.

Por su parte, la secretaria de Cultura federal, Alejandra Frausto Guerrero, realizó dos propuestas a los artistas que cuestionaron elementos del proyecto respecto al presupuesto otorgado a este proyecto en relación a las condiciones laborales de la comunidad artística y a la condición de la infraestructura cultura existente; así como si es necesario otro museo en esa área, igual que una Bodega de Arte; la centralización de la cultura en la Ciudad de México; entre otros.

“Instruiría a mi equipo, Marina, Lucina, Homero, Esther y Juan Carlos para que pudieran hacer una sesión de trabajo con quienes ustedes quieran sobre el plan cultural” y participen en la construcción del programa; “el segundo acuerdo es cómo trabajar en red nacional y cómo poder entablar un diálogo con espacios internacionales que tienen la misma vocación.

CAPÍTULO 3000. Marina Núñez Bespalova aclaró que desde 2019 se ha trabajado un proyecto para que cada una de las áreas e instituciones de la SC tuviera muy claro quiénes de sus trabajadores estaban contratados bajo el capítulo 3000 y desempeñaban trabajos sustantivos, para darles mejores condiciones.

No obstante, se tuvo que detener todo por la pandemia. “Ahora nosotros tenemos la obligación de trabajar con los capítulos 3000 que realmente cumplan una función bajo las condiciones de trabajo que esta pandemia nos exige, que no son las condiciones normales”.

Por ello, cada una de las áreas tiene que reelaborar su espacio operativo de trabajo, sus propios programas de acuerdo a las posibilidades reales “porque si no, son responsabilidades administrativas que todos tienen encima”.

“No es un asunto que estemos dando atole con el dedo, es un asunto en el que de verdad no es tan fácil tomar la decisión de hacer una recontratación general porque el trabajo que no se haga y que se comprometa acarrea cuestiones de sanción administrativa. Ahí sí, cada una de las áreas tiene que ser muy cuidadosa en eso. Lo que estamos haciendo tratando es no parar nada de lo sustantivo y si en ello están involucrados capítulos 3000, ellos formaran parte de la plantilla de trabajo”.

La contratación de los trabajadores del capítulo 3000, explicó, es una estructura paralela que se viene heredando desde que a el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) se le agregaron funciones sin una estructura realmente operativa, por lo que algunos trabajadores acabaron realizando trabajo sustantivo y otros, adjetivo.