Opinión

Joe Montana o Tom Brady, el debate interminable

Joe Montana o Tom Brady, el debate interminable

Joe Montana o Tom Brady, el debate interminable

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Desde hace años existe un debate que enfrenta a expertos y aficionados al futbol americano y sobre todo seguidores de la posición de quarterback: ¿quién ha sido el mejor en la posición, Montana o Brady?

Nadie se pone de acuerdo y hasta por ahí dejan fuera a varios grandes de la historia, pero lo cierto es que la polémica se centra en estos dos jugadores desde hace años.

Lo que hicieron en sus primeros equipos ahí está más que sabido, revisado y discutido; sin embargo, llegamos a un punto en que podremos hacer una justa comparación de ambos jugadores: la continuación de su carrera en un nuevo equipo; es decir, arrancando desde cero.

Si, y es entonces cuando se vuelve harto interesante poner a uno y otro en igualdad de condiciones para evaluarlos.

Montana dejó a los 49ers de San Francisco después de haberlo ganado todo en 14 años de carrera y se fue a los Jefes de Kansas City, mientras que Brady hizo lo mismo tras 20 años con los Patriotas de Nueva Inglaterra y cambiarse a los Bucaneros de Tampa Bay. Así, podemos decir que inicia una manera justa de evaluar a cada uno, porque, se quiera o no, comenzarán a surgir las comparaciones.

LOS HECHOS

Joe, en dos años con los Jefes, mantuvo su sello y dejó su legado intacto. En su primer año con Kansas City (1993) ganó la División Oeste de la AFC y llevó al equipo hasta la final de Conferencia donde una conmoción cerebral tras un golpe de Bruce Smith lo dejó fuera de combate ante los Bills de Buffalo, de lo contrario no sabemos hasta dónde habría acabado esa temporada.

Un año después regresó con los Jefes a la postemporada pero como equipo comodín para caer en la ronda divisional en un duelo de leyendas ante los Delfines de Miami de Dan Marino, o sea, no con cualquiera. Después de eso se retiró.

Tom llega a los Bucaneros, su obligación es meter al equipo por lo menos a los playoffs dado el prestigio que le antecede y de cierta manera atestiguar si será capaz de lograr lo que hizo Montana en un nuevo equipo.

En sus primeros conjuntos ambos tuvieron a mentes brillantes como entrenadores. Montana contó con un genio como Bill Walsh; Brady tuvo un brillante estratega en Bill Belichick. En su nueva etapa podríamos decir que Tom lleva ventaja en cuanto a la calidad estratégica ofensiva si se toma en cuenta que tiene como entrenador a Bruce Arians, un coach que gusta de priorizar a los quarterbacks, mientras que Joe tuvo a Marty Schottenheimer, un buen entrenador que sabía conjuntar perfectamente a su equipo sin llegar a ser reconocido como un genio o innovador.

Por otra parte, podemos añadir que Brady llega a un equipo más armado con mejor material humano que Joe en su momento, pues mientras que Brady cuenta con un cuerpo de receptores de elite como Mike Evans, Chris Godwin, OJ Howard (TE) y Rob Gronkowski (le cumplieron su capricho con firmar a su TE favorito), también le llevaron un búfalo en la persona del corredor Leonard Fournette, mientras que Montana, a no ser por el veterano y versátil corredor Marcus Allen, sólo contaba con desconocidos pero cumplidores receptores como JJ Birden, Willie Davis y Jonathan Hayes (TE).

A simple vista, las cosas parecieran más sencillas para Brady, pero en lo que quizá pocos han reparado es en la clase de línea ofensiva que tuvo uno y otro, pues mientras que aquellos Jefes tenían a unos verdaderos mastodontes para proteger al ya muy golpeado Montana, Brady cuenta con una línea que permite muchas capturas, y si a eso le aunamos que Tom no es precisamente un jugador de gran movilidad, pues habrá que ver cuánto tiempo soporta los embates de los defensivos contrarios.

En fin, los hechos ahí están, sobre la mesa, sin especulaciones baratas ni pronósticos descabellados.

UN ARRANQUE OXIDADO

Se efectuó la primera semana de la NFL y como lo comentamos semanas atrás la calidad de ejecución puso en evidencia la falta de pretemporada en este año. La mayoría de los equipos sufrió para entrar en ritmo y en más de los casos la diferencia fue la calidad de las individualidades para sacar ventaja de un inicio fuera de lo normal y conjuntos oxidados.

Sin duda, la emoción se hizo presente en varios encuentros, pero más por las volteretas en el marcador que por las grandes jugadas a las que nos tienen más que acostumbrados los jugadores de la Liga.

Y lo anterior es algo muy normal, dado que, debemos aceptarlo, todo el mes de septiembre será algo así como la pretemporada para los equipos. Será un mes en que los jugadores encontrarán la coordinación habitual para hacer de sus equipos, principalmente a la ofensiva, unas máquinas exactas.

De hecho, bien podríamos decir que de los 32 equipos, apenas uno lució bien aceitado, los Santos de Nueva Orleans, donde quedó de manifiesto que el sistema del coach Sean Payton está más que instaurado desde hace años en el equipo, aunado a otra de las claves para los equipos que ganaron de manera holgada esta primera semana: contar con un quarterback maduro.

Si en el Nueva Orleans la diferencia fue la dupla coach-pasador (Payton-Drew Brees), los otros conjuntos que ganaron de manera contundente se debió en parte a lo mismo: Baltimore por su excelente entrenador John Harbaugh y un quarterback que fue el MVP del año anterior, Lamar Jackson; Green Bay por el sólido desempeño del mariscal Aaron Rodgers; Seattle de la mano de otro hombre equipo, Russell Wilson; y Kansas City por la capacidad de encontrar manera de mover el balón de Patrick Mahomes.

Por otra parte, algunos en los que la derrota fue sorpresiva, no hay que ignorar que tienen sistema ofensivos muy complejos que por fuerza requieren tiempo para ajustarse, tal como fue el caso San Francisco con Kyle Shanahan; Dallas con Mike McCarthy; Filadelfia con Doug Pederson, Cleveland con Kevin Stefansky; y hasta dos equipos que a pesar de haber triunfado como los mismos Jefes de Andy Reid y los Carneros de Sean McVay, demostraron que aún están fuera de coordinación en muchos aspectos.

Lo anterior es hasta cierto punto normal, por eso será hasta octubre cuando realmente se verá el nivel de cada uno de los conjuntos, aunque aun así no deben permitir que rivales de división les aventajen demasiado.