Opinión

Jugarretas de la inteligencia artificial y una del IQ

Jugarretas de la inteligencia artificial y una del IQ

Jugarretas de la inteligencia artificial y una del IQ

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

No sé si existe otro antecedente cinematográfico anterior a la película de Kubrick 2001 Odisea del espacio, sobre la inteligencia artificial (IA). En la literatura hay muchos y en la de ciencia ficción, más. La vigencia del planteamiento de la computadora Hal 9000, dotada de una IA que actúa por sí misma y toma decisiones que ponen el peligro la supervivencia de la tripulación de carne y hueso, tiene ahora nuevas, siniestras y hasta divertidas formas de presentación que son una mezcla, en ciertos contextos, de imbecilidad, pero también de inducción de tráfico en flujos de intercambio social (que abarca la esfera política), de segmentación de opiniones y hasta de promoción no explícita de campañas políticas al menos en muchos pasados recientes que tarde o temprano salen a la luz.

Las acusaciones de Trump contra Tik-Tok por “amenazas a la seguridad” son tan vagas como graves, pero fuerte y grave sería también que otras compañías no chinas del “mundo libre” fueran igual de amenazantes para otras naciones incluida la del propio país vecino. La pregunta obvia es: ¿no lo son? Dejo esa semilla de ingenuidad para ocuparme de un lado innegable de algunas plataformas que con modalidades süi generis, impulsan o son permisivas con la censura y el lucro de nuestros datos.

Es decir, no todo se reduce a ese ojo inyectado de rojo de Hal 9000 que debido a sus algoritmos “programados heurísticamente” se encuentra al tiro de todo, también hay circunstancias graciosas y algunas de ellas quiero comentar gracias a la ayuda de amigos de redes sociales.

De WhatsApp hay unas muy divertidas, demos un repaso.

Usuario de WhatsApp: Ahí te encargo mucho mi pedido, plis.

Autocorrector: Ahí te encargo mi pedido, plisado.

Usuario de WhatsApp: Con la pandemia me he vuelto más zen.

Autocorrector: Con la pandemia me he vuelto más Zenón.

Usuaria de WhatsApp: “Te voy a platicar una muy reciente que me pasó con una clienta.

“Yo: no te preocupes verás que tu departamento sale rápido.

“Autocorrector: no te preocupes verás que tu departamento sale [en estos corchetes debería ir la figurita de un mueble de baño seguida de un punto.]

“Me quería morir de la pena, ya después me dio mucha risa.”

Usuaria de WhatsApp: “En lugar de Rita Eder, el autocorrector me puso Rita Heder. Otra fue menguó y me puso mentí.”

La misma Usuaria de WhatsApp, me comenta: “Escribí Chiquis y el autocorrector me puso chichis. Puras burradas. Nayar y me puso nadar. Pueda lo cambió por puerca. En fin, a veces todo sale al revés.”

Usuaria de WhatsApp: Lonchera

Autocorrector: Lonchería

La misma Usuaria de WhatsApp: “Te amó por te amo y tuve un loco persiguiéndome por un estúpido acento. Me sentí obligada a bloquearlo.” [El asunto se convirtió en otro más de acoso por culpa de una tilde. De esta experiencia con los acentos se deriva una observación: cómo le da la gana al autocorrector de WhatsApp acentuar “que” a la menor provocación.]

Unas de Texto Predictivo de usuarios de WhatsApp quienes se muestran precavidos antes de oprimir el enter mortal.

Teclea T: Me estoy volviendo…

Sugerencia predictiva del Autocorrector: loco.

Teclea K: Me voy a echar un poco del…

Sugerencia predictiva del Autocorrector: a) delante; b) delgado. “¿Eso qué?, se pregunta K”

Experimento de T: Pinche algoritmo me tiene… [él tenía en mente el familiar “hasta la madre”, como toda persona sensata pensaría].

Sugerencia predictiva del Autocorrector: preocupado. [Chale].

Aunque hay otras más guarras que seguro conocen y han sufrido con ellas.

De correo electrónico hay muchas; del entorno Google les comparto una.

Usuario: Asunto: Boitelas. [“Era un autoenvío de correo electrónico con un archivo para su revisión posterior. Lo correcto hubiera sido corregir con un Vóitelas”].

Autocorrector: Vomítelas. [Así de puerco el asunto].

Una de Tik-tok para cerrar y en la que no tiene la culpa la IA, sino el IQ.

La semana pasada un tipo pesadísimo que compite con El Bronco en caer como bomba, subió un tik-tok del que tuvo que disculparse con su esposa y los “seguidores” de ambos por su misoginia y mal gusto. Ya para qué comentarlo. Pero hubo otro aspecto de ese Nuevo León de reality show mostrado también en el tik-tok de marras que me dio un poco de asco: la imagen de un aprendiz de Frank Underwood comiendo costillas de puerco, mientras su esposa, entre mordida y mordida intenta saber qué pasa. Entre el huerco gringo y el mexica hay mucha salsa BBQ ensuciando nuestras pantallas.

Twitter: @dgfuentess

dgfuentes@gmail.com