Opinión

Los falsos amigos

Los falsos amigos

Los falsos amigos

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy
Luis Fernando Lara*

No, no me refiero a Trump sino a un fenómeno que ocurre entre lenguas emparentadas cuando uno no las conoce suficientemente bien. Hace muchos años caminábamos una amiga italiana y yo por la ciudad de Nápoles; ella era de Florencia, así que ambos éramos forasteros y no conocíamos la ciudad. En cierto momento perdimos el rumbo y ella me dijo en italiano: “Guardiamo la guida”; yo, que llevaba la guía —la guida— en la mano, la guardé, lo que resultaba contradictorio en esa situación. Reaccionó, naturalmente, muy sorprendida. Yo tuve que recapacitar: guardiamo suena a guardemos, pero en italiano significa miremos. Es un caso de un falso amigo. Entre el italiano, el catalán y el español suele suceder muchas veces; pero entre el inglés y el español también, debido a la enorme cantidad de latinismos que forman parte de esa lengua, introducidos a ella desde finales del siglo XV. En todos los casos, la aparición de falsos amigos revela un conocimiento defectuoso de las lenguas.

Hoy en México son particularmente proclives al uso de falsos amigos personas que acostumbran hablar o leer inglés y, por el contrario, no suelen practicar el español, aunque sean mexicanos hispanohablantes. Aquí algunos ejemplos: se ha generalizado entre periodistas y políticos, en particular, decir: “Le aprecio mucho sus comentarios”, con evidente influencia del appreciate inglés. Uno puede, en efecto, apreciar la calidad de un comentario, es decir, reconocer su valor, pero cuando se trata de los usos señalados, apreciar y appreciate son falsos amigos. Como si fuera muy difícil decir: “le agradezco mucho sus comentarios”. Y a propósito de agradecer: el verbo en español rige complemento directo: “agradezco los comentarios”, “agradezco el regalo”, pero también por calca del inglés mucha gente dice: “agradezco por sus comentarios”, “espero por mi novia”, en vez de “espero a mi novia”.

No me apartaré más del tema. Hace algunos meses escuché a un científico mexicano decir: “no aclamo que la idea sea mía”. En inglés, claim quiere decir reclamar en español, en cambio en español aclamar quiere decir “manifestar un grupo de personas su aprobación, gusto o admiración por algo o por alguien con gritos, voces, aplausos, etc; ovacionar, vitorear” (Diccionario del español de México, s.v.). Cuando alguien comete este error, a partir de dos falsos amigos, enseña algo el cobre.

Unos falsos amigos muy insidiosos son el inglés eventually y el español eventualmente. El primero quiere decir ‘necesariamente en un momento determinado’, el segundo ‘en algún momento, pero podría no suceder’. Un caso reciente es el de un grupo de comentaristas por televisión que hablaban de futbol y en un momento dado dijeron algo como: “no les vamos a espoiliar, espoliar la serie ”. Lo primero que me vino a la cabeza fue espolear, traté de imaginarme cómo se puede espolear, acicatear una serie de televisión, como no sea insistiendo a sus autores en que la mejoren y la hagan más veloz, pero no tendría sentido en ese contexto; más bien querían decir “echar a perder”, pero la cercanía entre esa forma bárbara de introducir una palabra inglesa al español, me hizo pensar que se trataba de un escandaloso caso de falsos amigos. Ser bilingüe en español e inglés es una gran ventaja, pero desconocer el español y someterlo a esta clase de barbaridades habla muy mal de quienes lo hacen. Si se tomaran algunos ratos diarios para consultar al azar un diccionario, incluso comprarse un buen diccionario bilingüe, y aprender y asombrarse de la riqueza de nuestra lengua, nuestra educación sería mejor. Como diría Cantinflas: ¡qué falta de agricultura!

* Miembro de El Colegio Nacional.