Ni la ATP ni la Tennis Australia (TA) pueden confirmar hasta el momento si habrá Abierto de Australia, pues primero tienen que recibir la autorización de las autoridades australianas, que parecen ser inflexibles como medida de sanidad por la pandemia.

Primero se baraja la posibilidad de jugar sin etapa clasificatoria. Idea que no atrae ni a la ATP ni a la WTA y que perjudicará a los tenistas de menor ranking que aprovechan estas oportunidades para competir en el alto nivel y para recuperar algo del dinero perdido durante el paro por la pandemia.

La idea, al igual que se hizo en el US Open, sería disminuir la cantidad de gente que viajará de todo el mundo al estado de Victoria.

ESTRICTO CONTROL DE SANIDAD.-Sin embargo, Australia es uno de los países más estrictos con los controles y a la vista están los resultados: 27 mil 848 contagios y 907 fallecidos, cuando gran parte del mundo, sobre todo Europa y América, sufren fuertes brotes y segundas olas.

En gran parte esto se debe a que no subestimó la situación y no relajó medidas cuando parecía que todo iba bien, como hicieron varios países en todo el mundo, además de una población que mostró una gran responsabilidad social.

El gobernador del estado de Victoria Daniel Andrews está siendo inflexible en sus políticas y no deja que nadie entre hasta antes del primero de enero.

A pesar de los pedidos de un trato especial para los tenistas, Andrews no da el brazo a torcer, ante el miedo de un nuevo rebrote en su estado, que fue el más afectado del país por el coronavirus: 819 de los 907 fallecidos eran de Victoria.

Todos los jugadores que entren, además de tener que dar negativo en sus respectivos test de Covid, deberán realizar la cuarentena de 14 días obligatoria.

Esa es otra de las concesiones que las entidades de tenis no han podido conseguir, al menos hasta el momento. De este modo, todos los torneos previos al Grand Slam se cancelarían, motivo por el cual se especula con aplazar para febrero o marzo, aunque esto desvirtuaría el resto del calendario.