Cultura

Matos llama a eliminar los mitos en torno a la Conquista

El gran maestro de arqueólogos, de la vida cultural mexicana y Premio Crónica publicará en la revista Arqueología Mexicana sus reflexiones sobre la Conquista

Matos llama a eliminar los mitos en torno a la Conquista

Matos llama a eliminar los mitos en torno a la Conquista

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Sobre la Conquista, el arqueólogo Eduardo Matos dice que de ese hecho histórico se debe comenzar a eliminar una serie de mitos como el que señala que el arribo de los españoles significaba el regreso de Quetzalcóatl, además de conocer como el lenguaje fue esencial para los peninsulares en su triunfo sobre los mexicas.

Son algunas de las reflexiones que el Premio Crónica y maestro emérito de la ENAH publicará, en un número especial de la revista Arqueología Mexicana que saldrá en los próximos días y será el único autor, un texto en el cual analiza cómo fue Conquista y la caída de Tenochtitlan y Tlatelolco, el 13 de agosto de 1521.

En entrevista, Eduardo Matos comenta que es una colaboración que narra desde el momento en que Hernán Cortés llega a tierras mesoamericanas hasta su triunfo, su encuentro con Gerónimo de Aguilar, a quien incorpora a sus ejércitos, y su arribo a lo que hoy es Tabasco, donde se lleva a cabo la Batalla de Centla.

Porque, explica, estar en Tabasco marca el derrotero de su lucha: “Ahí le regalan 20 mujeres, entre ellas la Malinche. Ella y Gerónimo van a formar ese par de traductores que son muy importantes para Cortés. Sabemos que ella era muy culta y hablaba varias lenguas indígenas: náhuatl, maya y quizás el totonaca. Mientras, Gerónimo, que había estado siete años en la Península de Yucatán por el naufragio, aprende el maya.

La Malinche y Gerónimo conforman el vehículo para que Cortés y sus gentes entiendan muchos de los diálogos indígenas. “Entonces, uno de los aspectos que resalto en el texto, es precisamente el de la importancia del lenguaje, porque gracias a estos traductores, Cortés se va a enterar de muchos pasos que daba Moctezuma y tomará las precauciones adecuadas al estar previamente informado”.

DESMITIFICACIÓN. Eduardo Matos señala que “hay que comenzar a eliminar una serie de mitos que se han construido sobre la Conquista. Uno de estos es que era el retorno de Quetzalcóatl, que venía de oriente. Eso ha prevalecido y es falso, porque en realidad no necesariamente era dioses los que venían del mar”.

El Premio Crónica agrega que en este ejercicio de desmitificar la historia hay otro ejemplo sustancial: se dice que Cortés quemó sus naves. “Pues ¡no!, nunca lo hizo, sino que las encalló”.

Otra cosa que hay que desmitificar, añade, es la calificación a los tlaxcaltecas y la Malinche como traidores. “No lo eran, porque se estaban defendiendo del imperio mexica que se expandía e imponía un tributo, a veces rigurosísimo”.

CAUSALES. Eduardo Matos señala que en la caída de Tenochtitlan y Tlatelolco hay cuatro causales fundamentales y “las expongo en el texto”.

La primera, dice, es la psicológica en un bando y el otro. “¿Qué prevalecía en los mexicas?: una concepción trágica basada en una serie de acontecimientos extraños, los famosos ocho presagios que no se les daba explicación y son: se incendió el templo de Huitzilopochtli sin razón alguna, que las aguas del lago se alborotaron sin haber un aire fuerte que lo provocara, que apareció un cometa en el cielo o luces en el cielo, que aparecían hombres de dos cabezas, que aparecía la Llorona —una mujer que salía por las noches gritando—, una grulla que capturan en el lago y traía un espejo en la cabeza en el que Moctezuma se asoma y ve como avanzan los escuadrones… sucesos que sabemos que algunos no ocurrieron o se les dio una interpretación fantasiosa.

Lo anterior, explica Matos Moctezuma, mantenía a la población indígena, como relata Fray Bernardino de Sahagún, con temor, con una serie de miedos y si a eso se suma que avisan en el palacio de Moctezuma que vienen gentes por la mar, entonces la cosa se pone más difícil.

Entonces, añade, “los mexicas pensaban que iba a desaparecer su imperio y luego pierden a sus dos tlatoanis: Moctezuma y Cuitláhuac. “Hernán Cortés captura a Moctezuma y luego será muerto. Hay dos versiones: la española que dice que es por una pedrada y la indígena, por la que me inclino, en la que Moctezuma ya no tenía el mando, se había elegido a Cuitláhuac, por lo que estaba fuera y esto lo prueba cuando Cortés le pide que calme a las tropas mexicas que se han alzado y asedian el Palacio de Axayácatl, entonces Moctezuma le advierte al español que ya no tiene el mando, no los calma y lo matan los españoles. A las pocas semanas, Cuitláhuac es invadido por la viruela y muere. Esto fue un golpe doloroso para los mexicas: perder a sus tlatoanis y sus sacerdotes supremos.

Mientras en el bando contrario, Hernán Cortes no sufre bajas importantes. “Él está vivo y sus principales hombres también. Y aunque están agobiados por los ataques y planean la huida de la Noche Triste, las tropas de Cortés tienen el deseo de ganar tierras, oro y otras riquezas para la Corona, para que después que se les reconozca. En el plano espiritual, traen la misión de salvar almas. Están en un plan psicológico diferente”.

Luego, explica, están las causales económicas. “El sistema mesoamericano de imponer un tributo a los pueblos conquistados le va traer la desgracia a los mexicas. Los pueblos sometidos se unen a españoles contra los mexicas y se forma un ejército formidable”.

El tercero es el militar. Eduardo Matos cuenta que Cortés corta el agua que abastece a Tenochtitlan, pone a sus tropas a la entrada de las grandes calzadas para evitar que la ciudad sea abastecida por tierra, lanza los 13 bergantines para controlar el lago y así Tenochtitlan y Tlatelolco están sin agua ni alimentos y en guerra.

Finalmente, la cuarta causal es la salud. Los pueblos mesoamericanos no conocían la viruela y les pega muy fuerte en los mexicas.