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Miles de ancianos en México, víctimas de financieras agiotistas y cláusulas de pago abusivas

(Primera parte) De enero a octubre, la Condusef ha recibido 4 mil 370 quejas de adultos mayores, obligados a pagar el doble o triple del préstamo. Les domicilian el cobro a sus cuentas de pensiones del IMSS, ISSSTE y Secretaría del Bienestar

Miles de ancianos en México, víctimas de financieras agiotistas y cláusulas de pago abusivas

Miles de ancianos en México, víctimas de financieras agiotistas y cláusulas de pago abusivas

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

La vieja casa de adobe ya se desmoronaba, urgía una reparación para salvar su único patrimonio. La ahorcaban, además, los gastos cotidianos de una anciana sola.

Por eso doña María Martínez, de 84 años y originaria de Oaxaca, recobró la esperanza cuando vio por la calle un letrero: “Créditos inmediatos, sin requisitos. Especialistas en jubilados y pensionados del IMSS e ISSSTE”.

No sabe bien cómo ni por qué la envolvieron en una cascada de préstamos abusivos, por los cuales ha sido obligada a pagar el doble y hasta el triple del monto original.

Su caso no es único ni aislado. La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) ha recibido de enero a octubre de este año 4 mil 370 quejas de adultos mayores, víctimas de cajas de ahorro o financieras agiotistas y de sus cláusulas desmedidas.

SOLEDAD. Los 4 mil 600 pesos mensuales de su pensión como excocinera de la Secretaría de Agua y Obra Pública del estado alcanzaban a doña María, entre penurias, para el pago básico de servicios, alimentos, medicinas: de ella y de su hermano de 86 años, “quien ya está en cama y necesita hasta pañales". Ambos ancianos viven en soledad. No tuvieron hijos. Imposible, con ese dinero, afrontar los gastos de una reconstrucción en la casa a punto del derrumbe.

Ingresó al local de la financiera, de nombre Exitus-Credit, la cual opera en todos los estados de la República. Le bastó acreditarse como pensionada para ser candidata a un crédito de 11 mil pesos. Desesperada, lo aceptó, sin reparar en las condiciones abusivas: terminó pagando 29 mil pesos, con mensualidades fijas apenas solventadas con los 2 mil 600 pesos bimestrales depositados por el gobierno lopezobradorista.

Los pagos fueron domiciliados a sus cuentas de pensiones: arrasaban con el efectivo disponible, tan pronto era depositado. Al acudir al cajero, el saldo se reportaba en ceros la mayoría de las veces.

“La ayuda que se nos da a los viejitos se ha ido siempre directo a los intereses”…

Cuando faltaba poco para finiquitar aquel primer crédito, un representante de la financiera la llamó para elogiar su historial de puntualidad y ofrecerle uno nuevo por 34 mil pesos, por el cual terminará desembolsando 78 mil, también con pagos domiciliados.

La octogenaria no recuerda del todo haber aceptado. El promotor no paraba de hablar y ella terminó confundida y enganchada de nuevo en medio de una perorata de promesas y supuesto trato preferencial. Se enteró después, estaba en una lista denominada “renovación de crédito exprés”, por lo cual podía ser “favorecida” con préstamos automáticos, sin trámite alguno y con base en el formato anterior.

Recibió los 34 mil pesos. Pensó en devolverlos, pero el apremio económico y las necesidades diarias la llevaron a tomar parte del dinero. Ya no lo pudo recuperar: quedó sujeta a pagar durante 24 meses —de mayo de 2019 a abril de 2021— la cantidad fija de 3 mil 288 pesos y 91 centavos: 2 mil 800 directos a intereses y 488 a capital.

La ayuda del gobierno federal y un buen porcentaje de la pensión comenzaron a desvanecerse en la deuda.

Raúl, un sobrino, fue quien se percató del agobio y preocupación de doña María, quien terminó por contarle lo sucedido.

—No te preocupes, tía, te ayudaré —fue la promesa.

Y sí: días después acudieron a la financiera con la idea de revisar las condiciones del crédito y reestructurarlo.

—Queremos liquidar —dijo Raúl.

—No se puede —respondió el promotor.

—¿Cómo que no se puede? Yo le voy a dar ese dinero a mi tía…

—Sí, pero nuestros lineamientos establecen que sólo es posible pagar los créditos hasta después de la mensualidad 13, antes no…

—Pero ese es un abuso.

—Son las cláusulas que aceptó su tía. Además, es la financiera la que debe ponerse en contacto para liquidar, no el deudor. Nosotros le hablamos por teléfono, cuando ya se pueda…

Sólo le entregaron una tabla de amortización, pero omitieron registrar el nombre de la empresa (Exitus Credit) y la razón social. Según Condusef se han presentado 520 quejas contra esta financiera, y en 287 casos las víctimas son ancianos, casi el 60 por ciento.

Raúl y doña María acudieron a las oficinas de Condusef en Oaxaca, donde se levantó la queja. Sólo una de las 4 mil 370 en curso, sin contar el mes de noviembre…

“Lamentablemente me comentaron que, si mi tía consintió, el alto cobro de intereses es legal, aunque no justo, y que deberán analizarse a detalle las cláusulas de abuso. Han pasado dos meses, y hasta ahora no ha habido novedades con la investigación. Los ancianos se van con la finta porque ven en cartelones o publicidad los logotipos del IMSS o del ISSSTE, y piensan que es derecho, pero nunca les explican cuánto pagarán, cuánto será de intereses y demás, son mañosos”, cuenta Raúl.

“El funcionario de la Comisión me contó que tenían muchos casos, donde los afectados principalmente eran viejitos. Dijeron que en algunas instituciones como la Secretaría de Educación Pública obligan a los trabajadores a entrar a ese tipo de esquemas y les van descontando de la nómina, porque ya están arreglados con los líderes sindicales”.

Con ayuda de una de sus hijas, estudiante de contabilidad, Raúl alistó un análisis técnico del crédito:

“Cobran con interés compuesto: la mayoría del dinero se va a intereses y una mínima parte a capital. Los pagos son domiciliados y es imposible evitar el pago agiotista, se los friegan desde el banco o la nómina, y la pensión del gobierno se va completa a los intereses”.

“Oaxaca y el país entero están plagado de financieras de este tipo, cuyo mercado principal son los ancianos. En su propaganda dicen que son especialistas en ayudarlos, en la parte final de sus días, pero sólo los explotan. Muchas de estas empresas cotizan hasta en la bolsa de valores, a costa del poco dinero de los viejitos”…