Algunas suposiciones y concesiones ingenuas

Supongamos, con toda la ingenuidad del mundo que en el debate político [¿que se da?] no hay intereses económicos gremiales que defender ni territorios de interlocución privilegiada perdidos o en riesgo porque hay una amplio intercambio intelectual, académico, dinámico y horizontal, entonces –pausa para cuestionar–, ¿por qué muchos de quienes se oponen al proyecto de la 4T echan mano de un discurso que semeja un guión?

Supongamos, también con ingenuidad, que no es más que confluencia de agendas (palabra que detesto) de lo que para un grupo reducido está mal en la conducción política del país. Para ello habría que cuestionar algunas posturas que no necesariamente se sostienen, o que por lo menos en algunos casos tendrían que ponerse en tela de juicio porque creo, como dije hace algunos dos artículos que, si le bajáramos dos rayitas a la estridencia en términos de diálogo social, las cosas podrían mejorar.

Bots que no son bots y tendencias previsibles de opinión

Cuando en el “star system” –la primera vez que leí esas palabras fue en el contexto de la censura en Televisa Radio a Carmen Aristegui y su equipo de trabajo–; algún periodista o intelectual llega a decir: “A mí a veces me dicen que soy ProAmlo o Chairo y otras me dicen que soy Fifi o AntiAmlo, yo la verdad ya me acostumbré porque no se le puede dar gusto a todos entre los cuales hay mucho bot” lo mejor es darle un sorbo a una taza de café y reflexionar por unos minutos.

En otras palabras, habrá a quien le pueda parecer razonable la perorata justificadora que empieza a ser manida: todo es culpa de bots o de acólitos de un mesías. Súper fácil y súper maniqueo. Sin embrago hay que ver el bosque, que va más allá, aunque también lo engloba, de las imágenes en las que los bots inciden en el debate público. Esto es, existe un amplio margen de población políticamente participativa con suficiente criterio e instrumentos de análisis rastreables en las huellas digitales de la opinión de los emisores de sentencias así, para alzar las cejas de lo que leen o escuchan, porque lo que dicen algunos opinadores, pero también lo que no dicen en el momento político necesario comunica sentido. Y hay intelectuales muy consistentes con discursos conservadores y monolíticos: son Anti 4T y están construyendo un discurso que se mueve en silla de ruedas. Y que ya resumió algún publicista pagado de nuestros recursos contratado por Fox: “AMLO es un peligro para México”, y de ahí pal’real.

Antes de proseguir vale la pena comentar que también hay casos, los menos, en los que esa opinión verbalizada entre comillas y a guisa de ejemplo, sí se sostiene. Son los periodistas que ejercen la autocrítica, escuchan más que a sus “receptores”, “audiencias” o incluso al “pueblo sabio”, a una sociedad civil que se mueve rápido y sabe pensar y conectar su pensamiento político en red; son los periodistas que recapitulan, reformulan y pueden salirse de sus zonas de confort.

La gran contradicción

El discurso político se lee y se reinterpreta polisémicamente. Aunque quien lo emita pueda ser tozudo, persistente o inexacto, ocupar un puesto de poder, un lugar en el “star system” o expresar una opinión genuina con faltas de ortografía, hay un conceso social que se manifestó en urnas y está por hacerlo en poco más de seis meses.

Quienes están en contra del actual proyecto de gobierno, para seguir siendo consistentes con su huella de opinión pública digital, tendrán que apoyar, si partimos de que las urnas son la primera base de la participación ciudadana, a una alianza impresentable entre tres derechas altamente corruptas que se aliaron e incluso recibieron sobornos para apoyar proyectos de derecha altamente extractivistas de los que poco se ocupan, representada por el PRI-PAN-PRD.

Tendrán que seguir recibiendo, no todos, apoyo de gobiernos estatales, citando, defendiendo o incluso comparando con próceres patrios o matrios a personajes como Enrique Alfaro, Felipe Calderón, la señora Miranda de Wallace o Margarita Zavala.

En este paquete también van algunas figuras representativas del INE; figuras como Lorenzo Córdova que tiene una huella digital insostenible de congruencia democrática. En este entorno ya van varias veces que muchos periodistas han tratado de sembrar en las mañaneras preguntas para que el representante del INE, en apoyo a la construcción de que estamos bajo un régimen autoritario, el presidente emita una opinión para que el amañado árbitro saque las banderitas para que los constructores del discurso: “AMLO es un peligro para México” vayan solos. Silenciar las mañaneras es un objetivo burdo y visible de los viejos mandarines que construían la opinión pública en entornos antidemocráticos.

* * *Letras al pie

Hay muchas imágenes que expresan el pensamiento y la comunicación reticular, siempre en riesgo por modelos mecanicistas y a veces burdos de procesar el pensamiento. Las redes de los pescadores son una de ellas. Tanto el debate, como el ejercicio del gobierno, si no comunica y se practica en red seguirá siendo pobre, lamentable y deficiente. Pero hay una lectura general que ya sabe interpretar en red. Pese a los constructores del discurso unipolar.