Opinión

Reaparece Carlos Lomelí, el superdelegado incómodo de la 4T

Reaparece Carlos Lomelí, el superdelegado incómodo de la 4T

Reaparece Carlos Lomelí, el superdelegado incómodo de la 4T

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy
A principios de este gobierno se creó la figura de Delegado Estatal de Programas para el Desarrollo, cuya función consiste en vigilar la correcta aplicación de los programas sociales en los diferentes estados de la república. El cargo generó muchas suspicacias por el riesgo latente de que los delegados utilizaran los programas sociales para pavimentar el camino a una eventual candidatura al gobierno de su estado. El primer caso que reventó y generó un escándalo mediático fue el de Carlos Lomelí, delegado en Jalisco.Médico de profesión, Lomelí Bolaños, antes de incursionar en la política fundó su primera empresa llamada Lomedic, dedicada a vender insumos para quirófano y medicamentos. A lo largo de los años creó un emporio en la industria farmacéutica, con la incorporación de otras empresas, como Laboratorios Solfrán y Abastecedora de Insumos para la Salud, que crecieron como proveedoras del sector público, al mismo tiempo que Lomelí se desarrollaba en el ambiente de la política. Con Andrés Manuel López Obrador sus empresas tuvieron un gran impulso gracias a contratos que le otorgaron instituciones como el IMSS y el ISSSTE.El súper delegado, como fue bautizado en el ambiente de la política, se ganó la enemistad de las grandes corporaciones del sector farmacéutico asentadas en México, entre ellas la Jalisciense PISA Farmacéutica, del empresario Carlos Álvarez Bermejillo, con la que competía en la venta de medicamentos genéricos para el Gobierno Federal y en varios estados del país.En 2019 Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, publicó una investigación en donde exhibió su red de empresas y cómo operaban para ganar contratos públicos, ésta fue una bomba mediática que obligó al funcionario a dejar su puesto como Delegado Estatal, en lo que la Secretaría de la Función Pública realizaba las investigaciones correspondientes. Lomelí acusó una guerra sucia en su contra financiada por sus enemigos del sector farmacéutico, entre ellos el grupo empresarial de Álvarez Bermejillo.Después de algunos meses en la sombra, en lo que la SFP desahogaba las investigaciones en su contra por conflicto de interés y tráfico de influencias, la semana pasada reapareció el polémico ex delegado para anunciar su exoneración, y la intención para contender por la Presidencia Municipal de Guadalajara. Los enemigos de Lomelí ya comenzaron a operar en los medios de comunicación para evitar su triunfo en Guadalajara, porque saben que su objetivo principal es llegar a la gubernatura del Estado de Jalisco en 2024, desde donde buscará saldar cuentas con todos aquellos que operaron en su contra.PALO AL OUTSOURCINGCon la iniciativa presentada la semana pasada por el Presidente López Obrador para “regular" la subcontratación de personal, conocida como outsourcing, se prendieron las alarmas en el sector empresarial, que considera que esta iniciativa amenaza al crecimiento y a la creación del empleo formal. Las más afectadas serán las industrias que hacen uso extensivo de este esquema, como la automotriz, aeroespacial, electrónica y la minera. La idea de combatir el uso irregular y abusivo de la figura de la subcontratación es correcta, pero partir de la base de que todo el que use este esquema lo hace para defraudar al fisco y a los trabajadores es un error. Desgraciadamente algunas empresas abusaron e hicieron de éste un negocio millonario, caso concreto es el de GIN Group del contador Raúl Beyruti Sánchez, que creció exponencialmente gracias al outsourcing. Según dicen, la iniciativa lleva dedicatoria para su grupo empresarial, hasta el momento no se ha pronunciado al respecto.FALTA DE VISIÓN EN DOS BOCASVuelven a tomar relevancia las declaraciones que hace unos meses hiciera Cuauhtémoc Cárdenas en el sentido de la necesidad de posponer obras cuyos costos tan elevados deberían canalizarse a la atención de la emergencia sanitaria generada por la pandemia del COVID-19. Y es que una de esas obras, la más emblemática del actual gobierno, la refinería de Dos Bocas, Tabasco, aparte de su elevado costo – 160 mil millones de pesos- se antoja como proyecto inviable, dada su vulnerabilidad ante las inundaciones recurrentes por las lluvias en el estado, así como por los elevados costos de operación y mantenimiento una vez terminada.

La mega obra va contracorriente de la tendencia mundial que apuesta por las energías limpias como la solar y la eólica, por lo que frustra en nuestro país el desarrollo de las energías renovables y en nada contribuirá para combatir el cambio climático por sus emisiones de gases de efecto invernadero. No cabe duda, la 4T le apuesta al pasado y se rezaga en el desarrollo de las nuevas energías.

@fer_martinezg

fermx99@hotmail.com