Luego de que el mandatario Andrés Manuel López Obrador realizara un recorrido por la presa “peñitas” en Tabasco, reconoció que las recientes inundaciones en el estado se derivaron de un mal pronóstico de lluvias que llevó a ampliar el desfogue de agua de la represa.

A través de un video en redes sociales, el presidente destacó que influyeron además otros factores, como las precipitaciones en regiones que no tienen control hidráulico, como la sierra y el Usumacinta.

"Ya hace unos días por los huracanes hubo un mal pronóstico porque se pensaba que iba a llover más y para asegurar de que no se presentara una tragedia, una ruptura de la presa, una saturación por completo del vaso, se soltó agua y se inundó Tabasco".

Andrés Manuel reiteró que el pronóstico no fue el más adecuado, pues hubo algunas fallas técnicas, aunque la finalidad de esto era prevenir.

Precisó que se turbinan 300 metros cúbicos por segundo para mantener el caudal ecológico de forma constante; sin embargo, debido a los recientes cambios climáticos, entre otros factores, se llegaron a descargar de la prensa hasta mil 740 metros cúbicos por segundo.

Minutos después, durante la presentación del programa de manejo de presas con el que se evitarán inundaciones en Tabasco, el mandatario dijo que la corrupción o malas prácticas de gobiernos pasados no han podido ser erradicadas.

“Nos estamos encontrando en los cajones de los escritorios expedientes que prueban la corrupción que imperaba antes de que llegáramos a la Presidencia. Todavía no terminamos de limpiar el gobierno de corrupción”, afirmo.

Por lo que aseguro que el combate a las prácticas lucrativas de administraciones pasadas no se detendrá.

“Yo creo que a estas alturas ya se sabe que somos perseverantes y que se va a llevar a cabo, llueve, truene o relampaguee, la cuarta transformación de México”, remató.