Opinión

Abrazos, no balazos… Pero en serio

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Abrazos, no balazos… Pero en serio

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy
¡Todos juntos y unidos contra la corrupción y la impunidad!RICARDO ANTONIO BUCIO MÚJICASISTEMA NACIONAL DE PROTECCIÓN DENIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTESLa violencia es un animal salvaje que suele terminar atacando a su propio amoRenny Yagosesky

Como por su responsabilidad pública debe usted ser un erudito sobre la situación social de nuestros millones de niños, púberes y adolescentes mexicanos, debe usted saber cuánto de qué manera la violencia se extiende entre los jóvenes mexicanos, sea como víctimas o como victimarios.

Los factores de riesgo se multiplican y escalan. Le doy un botón de muestra:

“La noche del domingo 29 de noviembre, un adolescente de 17 años presuntamente asesinó a sus dos hermanas (…) e hirió a su madre” en Tecámac Estado de México”. El Universal, 1/12/2020.

Hasta 2017 había seis mil 900 “adolescentes en conflicto con la ley”, según el Observatorio de Prisiones, pero los delitos por los que fueron detenidos, son de alto impacto: 31 por ciento por robo, 14 por ciento por homicidio y 10 por ciento por violación.

Más aún, la primera encuesta nacional de adolescentes en el Sistema de Justicia Penal 2018 del INEGI, no deja de conmocionar, porque según ella, el 39 por ciento de los jóvenes varones recluidos abandonaron su hogar antes de los 14 años y el 46 por ciento de las jóvenes se habían embarazado por lo menos una vez. Dichas cifras hablan de algunos de los factores de riesgo como la violencia intrafamiliar y las deficiencias educativas.

Los jóvenes delincuentes no lo son por generación espontánea. Las historias personales reflejan el origen de sus conductas antisociales: 39 por ciento de los varones y 33 por ciento de las mujeres recluidos, son reincidentes que cometieron su primer delito, en promedio, a los 13 años según el reporte de la organización social REINSERTA; y agrega que otros factores de riesgo son el consumo de sustancias narcóticas, vivir entre adictos y la vivencia de situaciones traumáticas.

En síntesis, estos jóvenes viven en familias y/o ambientes criminógenos, ya sea un familiar vinculado a la delincuencia, amigos en problemas con la ley y hasta acceso a armas de fuego.

Veamos Ahora el otro lado de la moneda: los menores como víctimas.

Según la información de El Heraldo de México en su edición del domingo pasado, y del Infobae, las investigaciones sobre los niños mazahuas asesinados en calles del Centro Histórico apuntan a que (…) presuntamente dieron información para ubicar a Raúl “N", quien al poco tiempo fue ejecutado viajando en su bicicleta por la calle Rivero. (…) Raúl "N" (era) hijo de Lizeth "N", alias la chofis, quien fue detenida en Tepito (como presunta responsable de descuartizar a los niños mazahua).

De acuerdo con la Red por los Derechos de la Infancia, diariamente en México reclutados por la delincuencia organizada; el feminicidio de infantes creció 13.5 por ciento en 2019 y de las víctimas de trata, 25 por ciento eran menores (805).

La 4ª Transformación dice preocuparse por el tema y lanzó, al igual que gobiernos anteriores, el Programa Nacional para la Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia 2019-2024 y después de navegar por distintos portales mediáticos y gubernamentales, lo que pude indagar es que dicho Programa ha establecido cinco objetivos e hizo un diagnóstico de las políticas públicas estatales existentes.

El trabajo de la autoridad y de la sociedad para proteger a los jóvenes en riesgo de violencia y delincuencia, se ve titánico. Hasta 2017 había seis mil 900 vidas jóvenes con futuros lúgubres; hoy son muchas más.

Estos adolescentes son los mexicanos que más deben recibir “abrazos y no balazos”…

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