Opinión

Turismo en Latinoamérica: ¡Última llamada!

Turismo en Latinoamérica: ¡Última llamada!

Turismo en Latinoamérica: ¡Última llamada!

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

A pesar de los esfuerzos del sector empresarial turístico, por ubicar al turismo en el lugar que debiera tener en el radar público, parece que hay pocos avances. Increíblemente, el país parece no darse cuenta de los terribles efectos que puede tener en la economía un decaimiento del turismo. Por su parte, el gobierno no ha ido más allá de desaparecer el Consejo de Promoción Turística de México y de recortar los recursos presupuestales para el turismo. Y difícilmente podría asegurarse que el sector empresarial mexicano o el sector obrero o el académico, por sólo mencionar algunos, estén conscientes de lo que el turismo representa para sus intereses y para la economía de México.

Para revertir esta situación, por su parte, el Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET) ha promovido, atinadamente, la formación de una Alianza Emergente por el Turismo, invitando a unirse a ella a otras importantes organizaciones como la Conago, la Asociación de Secretarios de Turismo, Asociaciones de Municipios, la Concanaco, la Asociación Mexicana de Bancos, entre otras. Han diseñado una interesante agenda con siete ejes temáticos que podría considerarse una primera reacción de fondo, ante una transición de la actividad que, bien a bien, nadie sabemos a dónde va a ir a parar. Lamentablemente, la Sectur declinó ser parte de dicha alianza.

Por otro lado, algunos consultores en turismo no hemos dejado de insistir en diferentes foros acerca de lo que debiera hacerse para apoyar el resurgimiento y futuro desarrollo turístico del país. En lo que hace a mí, he insistido (y lo hago hoy nuevamente) en que el golpe al turismo, producto de esta pandemia, no tiene precedentes y habrá de llevar al límite las características resilientes de nuestro querido turismo. Ciertamente, en el pasado ha tenido una buena capacidad de recuperación ante diversas crisis (climáticas, de inseguridad, epidemias, etc.), pero ninguna ha sido como ésta. No me quedo corto si me refiero a la tormenta perfecta para un naufragio de consecuencias muy lamentables.

Definitivamente, creo que la actividad turística no volverá a ser lo mismo, por lo que, quienes creemos que le entendemos al tema, debiéramos estar encerrados a piedra y lodo analizando escenarios e imaginando soluciones y rutas de navegación hacia adelante. Tenemos que lograr definir con claridad, profundidad, integralidad y con todo detalle, un plan de acción para los próximos años. Un verdadero replanteamiento de aspectos torales del turismo.

Para quien dude lo anterior, recomiendo la lectura del documento preparado por el Foro Económico Mundial (Latin America Travel & Tourism Competitiveness Landscape), en el que percibe que existirá un reordenamiento de los pilares de la competitividad turística tras la pandemia. Se trata de un reporte adicional al que prepara, analizando el índice de competitividad turística, cada dos años. Y lo que se ha propuesto es medir cómo los países están preparados para este nuevo escenario.

América Latina se transformó en la región más afectada por la pandemia con el mayor número de contagios y muertes en Brasil, México, Perú, Colombia y Chile. Al mismo tiempo, se trata de economías que dependen en gran proporción del turismo, pero cuyos sistemas de salud no están preparados para hacer frente a la pandemia, con un gasto promedio de solamente 2.2% de su PIB en salud.

El pilar de Salud e Higiene, que representaba 5% de la valoración en el índice, se volverá más relevante para la competitividad turística en el futuro. Éste se compone de los elementos de densidad de médicos por mil habitantes; uso de servicios básicos de salud; acceso a agua potable básica; camas de hospital por 10,000 habitantes, y la prevalencia de VIH y malaria en el país. El número de médicos y camas de hospital se está volviendo un tema relevante. La región posee sólo 16.9 camas por cada 10,000 habitantes; es decir, 42% menos camas que la media mundial de 29.4 camas. México tenía instaladas solamente 15 por cada 100,000 habitantes.

En promedio, los países de América Latina obtienen una calificación de sólo un 0.9% por encima de la media mundial para el pilar de Salud e Higiene. México fue la economía más competitiva de la región en 2019, con la posición 19 global, aunque debilitada por el panorama de seguridad pública. Pero México se encuentra en la posición 70 global en competitividad en salud e higiene. Las pérdidas en México durante esta pandemia están mostrando ser mucho mayores a las del virus H1N1, cuando la industria perdió 5 billones de dólares.

Hasta antes de la pandemia, América Latina había generado progresos en competitividad para el sector turístico, colocándose con un puntaje 14.8% por encima de la media del índice del Foro en 2019. Las economías habían llegado a un máximo de gasto de 5.4% de sus presupuestos para Turismo, un mayor gasto que en otras regiones del planeta. Pero con la pandemia, la región podría perder 1,102 billones de dólares en PIB turístico, que representan 30% de los PIB turísticos de los países; así como 9.2% de los empleos directos en el sector.

México tiene un déficit de elementos que serán relevantes para la reactivación del turismo tras la pandemia. Una debilidad particular de la competitividad en México es el gasto del turista, situado en el cuarto último lugar de la región. El pilar de ambiente para los negocios seguirá siendo relevante para la recuperación. La debilidad de este pilar, en particular de su componente de estado de derecho y el sistema legal, plantean retos para la generación de nuevos negocios después de la pérdida de actividad económica por la pandemia, especialmente para las Pymes del sector turismo que representan el 99% de las empresas y el 77% del empleo del sector en América Latina.

Las economías de América Latina obtienen un puntaje de 5.6% por debajo de la media global para el pilar de Recursos Humanos y Mercado Laboral, lo que implica que presentaban resultados débiles incluso antes de la pandemia en protección laboral, talento y empleos. Asimismo, la pandemia representará un debilitamiento de los recursos para la conectividad en materia de infraestructura, la región obtiene un 14.3% de puntos por debajo del promedio mundial en infraestructura de transporte aéreo. Junto con elementos como el número de líneas aéreas y la disponibilidad de asientos, éste será un componente que se transformará tras la pandemia.

Los gobiernos deberán jugar un papel más activo en la recuperación al gestionar la crisis y mitigar el impacto; proporcionar estímulos, y preparar al sector para la nueva normalidad. Ésta es una oportunidad para que los gobiernos replanteen ambientes regulatorios que, antes de la pandemia, eran frágiles. Pero el sector privado puede aprovechar la coyuntura para plantear iniciativas en este ambiente regulatorio debilitado.

El Foro señala que la recuperación plantea nuevas oportunidades. La cercanía con Estados Unidos en el mundo Post-COVID, podría atraer a quienes viajan para recibir tratamiento médico. El tamaño del turismo médico mundial se sitúa entre los 45.5 y 100 mil millones de dólares. El turismo médico para atender a quienes se recuperan del Covid-19 o quieren retirarse en comunidades más aisladas pueden ser nuevas oportunidades para la región. Pero para enfrentar los nuevos retos, recuperar el dinamismo turístico y aprovechar las oportunidades, nos tendremos que poner las pilas. Ésta es la última llamada.

oespinosavillarreal@gmail.com