Opinión

Una coalición opositora

Una coalición opositora

Una coalición opositora

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

El miércoles, 23 de diciembre, fue registrada ante el INE la coalición “Va por México” formada por el PRI, PAN y PRD. Los tres partidos “acordaron dejar del lado las naturales diferencias y concentrarse en las coincidencias para estar unidas y unidos por México.” Alejandro Moreno del PRI, Jesús Zambrano del PRD y Marko Cortés del PAN, consideraron que es imperativo ir juntos a los comicios que se celebrarán el 6 de junio de 2021. Hay que establecer un contrapeso al poder presidencial que ha concentrado una fuerza desmesurada al contar con el apoyo de la mayoría lograda por su partido, Morena (junto con sus aliados de la coalición “Juntos Haremos Historia”) en el Congreso de la Unión. Los partidos coaligados en “Va por México” alcanzaron un acuerdo para postular candidatos comunes en 180 de los 300 distritos electorales.

Como se sabe, la Cámara de diputados está formada por 500 representantes, 300 de mayoría, y 200 de representación proporcional. Hoy, la coalición “Juntos Haremos Historia”, cuenta no sólo con mayoría simple (50 por ciento más uno), sino con mayoría calificada (más de 333 diputados), suficiente para hacerle cambios a la Constitución.

Por ese motivo, lo que resaltó Alejandro Moreno es fundamental: Esta coalición tiene como objetivo tener una mayoría en la Cámara de Diputados.

Jesús Zambrano resaltó: “No hay un solo aspecto fundamental de la vida nacional que se encuentre en buen estado…Hay una excesiva concentración del poder de todos los Poderes de la Unión en el presidente de la República. Estamos de regreso en el país de un solo hombre. Morena no sabe gobernar.”

Marko Cortés declaró: “Reconozco a todos los que hicieron posible esta coalición. Hoy alrededor de las ideas, nos juntamos quienes apostamos por la defensa de la democracia, por la libertad y por el México de instituciones en el que queremos seguir viviendo…Nos une una forma de entender el sistema democrático y político. También nos une la amenaza que hoy vivimos todos…Se sigue apostando por contaminar el medio ambiente y por vivir en un México del pasado. En la crisis del COVID-19, somos el país con mayor tasa de mortalidad, además de que quieren monopolizar la vacuna contra el coronavirus.”

De acuerdo con un comunicado emitido por el PAN, esta coalición tiene como objetivo principal el “recuperar los equilibrios, contrapesos, ganar la mayoría en la Cámara de Diputados y corregir el rumbo del país en materia económica, de salud y seguridad.”

Conviene resaltar el papel que jugó la agrupación civil “Sí por México” para que se lograra esta unión partidista: el 10 de noviembre esa organización convocó a los dirigentes de los tres institutos políticos mencionados para proponerles una agenda mínima en la cual trabajar en conjuntos: fortalecer la democracia del país, combatir la pobreza, mejorar la educación y la salud, luchar contra la violencia machista y proteger el medio ambiente. Entre los líderes de “Sí por México” destacan Gustavo de Hoyos, Claudio X. González y Beatriz Pagés. Vale la pena destacar que “Sí por México” está formada por más de 500 asociaciones civiles.

Como hemos insistido en este espacio: contrariamente de lo que comúnmente se piensa, la democracia no es el gobierno de la mayoría. Ese es un error garrafal que se repite tanto en los salones de clase como en la práctica política; las consecuencias son funestas. Lo cierto es que la democracia es el gobierno de la mayoría que respeta a las minorías. No puede haber consenso válido allí donde el disenso es menospreciado, desalentado, sufre acoso, es perseguido o, de plano queda proscrito.

Como bien decía, Hans Kelsen (Teoría General del Derecho y del Estado, México, UNAM, 1957, p. 349): la democracia no funciona allí donde las contradicciones entre los actores políticos son muy fuertes, tales que no puedan ser dirimidas por la vía del diálogo y la negociación. Por ese motivo: “El compromiso forma parte esencial de la democracia”. En efecto, el compromiso entre mayoría y minoría hace, entonces, que la democracia no sea la imposición de la mayoría, sino el gobierno de todos, mayoría y minorías incluidas.

El problema con el populismo es que, cuando el líder habla del “pueblo”, se refiere a la porción demográfica que lo apoya; en cambio, el “no-pueblo”, en el caso mexicano, es descalificado como el grupo de conservadores y fifís, los neoliberales. Y en esos términos se refirió el presidente Andrés Manuel López Obrador a la coalición “Va por México.” No tolera el desacuerdo.

En la misma tesitura, debemos decir que el lenguaje del dirigente de Morena, Mario Delgado no respetar los cánones democráticos: se refirió a esa coalición opositora como “tóxica”.

Es más, en la propaganda que Morena está difundiendo en televisión se habla de esta alianza de fuerzas contrarias al actual régimen en los siguientes términos: “hay que extirpar el tumor de México”. Eso me recordó lo dicho por el General Augusto Pinochet cuando, el 10 de septiembre de 1973, dio el golpe de Estado contra el gobierno legítimo del presidente de Chile, Salvador Allende: “Hay que extirpar el cáncer marxista.”

Twitter: @jfsantillanMail: jfsantillan@tec.mx