Opinión

¿Y dónde quedó el ataque de los Cuervos?

¿Y dónde quedó el ataque de los Cuervos?

¿Y dónde quedó el ataque de los Cuervos?

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Para nadie es un secreto que la ofensiva de los Cuervos de Baltimore no ha tenido ni cercanamente el desempeño del 2019, cuando se ubicó como el ataque más productivo en puntos y yardas ganadas. Las críticas de inmediato se posaron sobre Lamar Jackson, su quarterback, y éste, sin más rodeos soltó unas declaraciones que cimbraron a la organización al señalar que las defensivas están adivinando las jugadas ofensivas de los Cuervos.

Lo dicho por Lamar es fuerte si se toma en cuenta que en esa misma entrevista añadió otro término: ofensiva predecible.

Es cierto que sus palabras llevan algo de razón tras mirar algunos encuentros de los Cuervos, no obstante la crítica puede ser vista desde diferentes ángulos, y es aquí que debemos de ir por partes.

Primero y muy probablemente para justificar que el ataque que comanda no ha tenido el ritmo, la explosividad y contundencia de la temporada anterior, cuando la ofensiva de Baltimore fue la mejor en los rubros citados anteriormente. En esta campaña apenas y se ubica en la media tabla en cuanto a producción de puntos y más allá del sitio 20 en yardas obtenidas.

En segundo lugar, bien pudo ser para excusarse por no tener el mismo desempeño del 2019 que lo llevó a ser designado el Jugador Más Valioso del año con números y actuaciones fantásticas. Y es que lo cierto es que Jackson no ha sido el detonante ni ha representado la chispa que le dio la etiqueta de jugador electrizante el año anterior.

Sin embargo, existe un tercer punto que podría ser realmente la clave y destino de las declaraciones de Lamar, y que nadie ha volteado a ver: su coordinador ofensivo. Si, aquel que diseña el plan de juego y sobre todo quien manda las jugadas; nos referimos a Greg Roman, un viejo conocido en el mundo de la NFL por montar vistosas ofensivas con mariscales corredores como Jackson, pero que tras un periodo de tiempo pierden efectividad.

EL RESPONSABLE

Nadie ha mirado la situación desde ese aspecto y podríamos tener razón si analizamos lo que ha hecho Roman en los últimos 9 años al mando de algunos ataques en la NFL.

Tras su paso por la Universidad de Stanford como asistente del coach, que en ese momento era ni más ni menos Jim Harbaugh, regresó a la NFL y justamente en el staff de entrenadores de Harbaugh para hacerse cargo de la ofensiva de los 49ers de San Francisco.

Con los Californianos vivió su mejor año en la temporada del 2012 cuando emergió la figura de Colin Kapernick, quien al igual que Lamar Jackson, era un mariscal más corredor que pasador. Con Colin, Roman montó una ofensiva funcional basada en lo mismo que llevó al estrellato a Jackson en 2019: las jugadas de “Read option” aprovechando las cualidades atléticas de ambos pasadores.

Curiosamente, Kaepernick tuvo un gran año ese 2012, de Super Bowl aunque lo perdió, pero lejos de mostrar una evolución positiva hacia el año siguiente, la efectividad tanto de Kaepernick como de toda la ofensiva se fue a pique. Y aunque mucho tuvo que ver también la actitud del mismo Colin que prefirió acrecentar su imagen como estereotipo de moda más que trabajar para pulir sus deficiencias como mariscal, lo cierto es que para el 2013 los 49ers comenzaron a ser un ataque predecible al que le costó ganar cada vez más. Es cierto que llegaron nuevamente al juego por título de la NFC, pero tanto Kaepernick como el ataque de San Francisco cada vez era más repetitivo y las escapadas de Colin fueron menos así como su efectividad lanzando pases. Aquella ofensiva sorpresiva se fue a pique y Roman salió del equipo en 2014.

Las temporadas de 2015 y 2016, Roman se hizo cargo del ataque de los Bills de Buffalo con otro quarterback negro más corredor que pasador: Tyrod Taylor, en donde hay que decirlo, no pasó nada extraordinario.

Para 2017 llegó a Baltimore, es decir, con el hermano de su antiguo jefe, con John Harbaugh, para hacerse cargo del ataque. Después de su primer año donde poco pudo hacer con un mariscal de bolsillo de protección como Joe Flacco, su momento llegó en 2018 con el novato Lamar Jackson, un mariscal corredor, justo lo que se amolda para los sistemas de Roman.

Y es que hay que admitirlo, los esquemas de Greg Roman son trajes a la medida para mariscales corredores, lo malo es que la rentabilidad de dichos esquemas ofensivos son poco durables.

Jackson está viviendo lo mismo que Kaepernick en su momento: la explosividad y el estancamiento con un ataque que se vuelve predecible para los rivales. La razón al parecer es que Roman no innova su esquema y eso facilita las cosas para las defensivas.

No es gratuito que el mismo Lamar se queje de que en muchas ocasiones los defensivos gritan anticipadamente lo que harán a la ofensiva. De hecho, el linebacker de Pittsburgh, Alex Highsmith, dijo que le avisaron al mismo Jackson que lo interceptarían en el tercer cuarto.

Así, con dos derrotas en sus últimos tres partidos, los focos rojos se encienden en Baltimore al respecto sobre si los elementos clave del ataque aún compran la idea ofensiva de Roman o las palabras de Lamar han sido para evidenciar la ruptura con su coordinador al llamarlo predecible, aunque haya sido de manera indirecta.

Las lecturas que se le pueden dar a tales declaraciones son muchas, pero lo cierto es que la ofensiva de los Cuervos no juega y no produce de la misma manera que en la temporada anterior.

En fin, habrá que mirar cómo se desarrollan las cosas para saber quién tiene la razón.