Opinión

Agencia anticorrupción

El complejo y sistemático problema de la corrupción es un tema que está dentro de las propuestas y agenda de las próximas elecciones. Llama nuestra atención una de las propuestas realizadas por una de las personas candidatas, que establece la idea de crear una Agencia Anticorrupción como uno de sus ejes del próximo gobierno.

Se destaca que se pretende elevar al rango Constitucional el derecho a la buena administración pública y a vivir en un ambiente libre de corrupción. Sabedores de la importancia de incorporarlo en nuestra Carta Magna, se ve como un acierto este esquema propuesto para que las actuales y nuevas generaciones conozca y hagan suyo este principio, que al ser reconocido visualiza algo que la actual Administración Federal ha venido sosteniendo: uno de los principales males públicos es precisamente la corrupción en nuestro país.

Se perfila que tal Agencia tenga labores de investigación basado en inteligencia financiera, además de incrementar los costos de cometer actos de corrupción, con políticas transversales a los tres poderes y los tres órdenes de gobierno, con la participación de los sectores más relevantes, gobierno y sociedad, es decir, darle el carácter en su ejecución de una verdadera política pública, con un especial enfoque y fortalecimiento en materia de adquisiciones y obra pública, en las licitaciones, entre otros aspectos.

Es una propuesta en el sentido correcto y necesario de un instrumento de acción pública que genere certeza a todas y todos, gobiernos y gobernados, sectores de la sociedad, academia, porque pretende pasar por la homologación de los criterios de persecución del delito de corrupción en todo el país, con fiscalías especializadas y tribunales anticorrupción en los Estados.

Reconocer, entre otros aspectos a las y los ciudadanos en su calidad de víctimas colectivas de delitos de corrupción, capacidad de atracción por parte de la federación actos relevantes de corrupción, por señalar los aspectos más importantes.

Por supuesto que la idea se puede y se debe continuar enriqueciendo, pero no debe caber duda que este es un gran primer paso, de alto calado y con altura de miras, partiendo de todo lo que ya se ha hecho en la presente Administración, por lo que, a las entidades será un honor y una oportunidad única, poder sumarnos a este atinado esfuerzo con carácter de política pública de avanzada.