La oposición al régimen del presidente Andrés Manuel López Obrador vive la peor crisis política de su historia y entró en una etapa de decadencia que parece sin retorno.

La derecha mexicana, aglutinada en el PRIAN, intenta regresar al poder político valiéndose de todo, pero a cada connato de avance se hunde más en sus propias contradicciones.

No es casual que todas las encuestas, sin excepción alguna, coloquen entre 20 y 30 puntos arriba a la candidata presidencial de Morena, Claudia Sheinbaum, sobre su contrincante del PRIAN, Xóchitl Gálvez.

Se trata de una diferencia abismal que, en lugar de acortarse, se va haciendo más grande conforme se acerca la fecha de la elección.

Algo similar sucede en la Ciudad de México, donde la candidata de Morena a la jefatura de gobierno, Clara Brugada, le saca una ventaja de al menos dos dígitos en todos los sondeos al aspirante del PRIAN, Santiago Taboada.

Las razones, en ambos casos, están a la vista de todos y son bien conocidas.

Mientras las y los candidatos de Morena son resultado de cerradas contiendas internas abiertas al voto ciudadano, el PRIAN se empeñó en designar a sus candidatas y candidatos por dedazo, en contubernio con la élite económica, sin tomar en cuenta la opinión de la gente.

En cambio, las candidaturas de los prianistas Gálvez y Taboada están manchadas por la hipocresía, el contubernio con el poder, los negocios sucios y la corrupción inmobiliaria.

Todo México ya sabe que Xóchitl se valió del cargo de jefa delegacional en Miguel Hidalgo para comprar a la mitad de su valor la casa donde vive, la cual es irregular porque no ha cumplido con el trámite obligatorio de uso y ocupación.

Pero también es consabido que la plagiaria de tesis confesa, se hizo multimillonaria presionando a desarrolladores inmobiliarios para que contrataran a sus empresas, incurriendo en un flagrante enriquecimiento ilícito y conflicto de interés.

El caso del candidato del PRIAN al gobierno capitalino, Santiago Taboada, también es patético.

Está plenamente identificado como uno de los tres principales orquestadores del llamado Cartel Inmobiliario de Benito Juárez, conformado por los exalcaldes panistas Jorge Romero, Christian Von Roeherich y el mismo Taboada.

Jorge Romero, actual coordinador de los diputados federales del PAN, fue quien detonó la práctica ilícita de permitir levantar pisos de más y cobrarle a los desarrolladores con departamentos entregados a prestanombres.

Su hermana, Noelia Romero, acaba de ser vinculada a proceso por el delito de enriquecimiento ilícito en pandilla, pues es propietaria -siendo ama de casa sin percibir ingresos- de un predio con valor de más de 58 mdp, ubicado en la Avenida José Ma. Rico, colonia Del Valle.

El exalcalde de Benito Juárez, Christian Von Roeherich está preso por cometer diversos delitos para adueñarse de diversos inmuebles, mientras que el director de Obras de esta administración en esa alcaldía, de la que era alcalde Santiago Taboada hasta hace dos semanas, está prófugo por ser también parte del Cártel Inmobiliario.

Ese es el verdadero rostro de Xóchitl Gálvez y de Santiago Taboada, por eso no levantan en las encuestas, están destinados al fracaso y a enterrar al PRIAN.

La apuesta del PRIAN por la desmemoria de la gente y su cinismo es insultante al tratar de colocar a verdaderos pandilleros en puestos de elección popular.

Se les agradece, para que nunca regresen, que le apuesten al pasado: hipocresía, engaño, saqueo, usura, contubernio y corrupción. Ese es el PRIAN de ayer, hoy y siempre.