Opinión

Un llamado a Marcelo

El pronunciamiento del excanciller Marcelo Ebrard, en plena recta final del proceso para definir la candidatura presidencial de Morena, pone en riesgo la unidad y la fortaleza del movimiento de transformación nacional.

El excanciller es, sin duda alguna, uno de los políticos mexicanos más experimentados y de los activos más importantes de la 4T.

Basta recordar, por ejemplo, que gracias a sus buenos oficios desde la cancillería, México fue uno de los primeros países que pudieron adquirir las ansiadas vacunas para contener la letal pandemia.

Es comprensible que, tras más de 40 años de prepararse a conciencia para ser presidente de la república y estar dos veces al filo de la nominación al máximo cargo político del país, Marcelo se sienta presionado y lo asalte el nerviosismo.

Pero hay que conservar la calma y recordar que a los movimientos sociales los define y les dan sentido, personalidad, credibilidad y coherencia cada uno de sus actores políticos.

Desde el principio de la contienda el excanciller expresó desconfianza y reclamó “piso parejo”.

Pero sus propuestas han sido escuchadas, atendidas y consideradas.

Propuso que la y los aspirantes renunciaran a sus cargos para atajar cualquier tentación del uso de recursos públicos en la contienda y así se hizo.

También se retomó su propuesta para que el partido asignara, a las y los aspirantes, una cantidad igual de recursos para transparentar sus gastos de operación y convocatoria a la participación ciudadana.

En su pronunciamiento, el excanciller también acusó que todas las encuestas fueron pagadas para favorecer a una aspirante.

Por eso, en aras de mantener la unidad y la equidad en la contienda, el también aspirante a presidir la defensa de Morena, Ricardo Monreal, concedió su turno al compañero Marcelo para que incluya a la encuestadora de su preferencia, entre las cuatro que realizarán los sondeos espejo del proceso interno.

Otro aspecto relevante a considerar sobre las encuestas, es que no representan ninguna garantía de lo que pueda ocurrir el día de las votaciones.

Ahí está lo que ocurrió cuando triunfo Donald Trump, y lo que pasó hace unos días en la encuesta preliminar presidencial en Argentina, donde un auténtico neonazi emergió del sótano y se coló a la contienda.

Mucho bien le haría al proceso de elección del coordinador para la defensa de la 4T, en quien recaerá la candidatura presidencial de Morena, que todas las acusaciones se fundamenten y se documenten por el bien de todos.

Presentar pruebas no sólo corregiría errores, excesos e ilegalidades, también le confiere certeza y plena confianza al ciudadano.

Hay que considerar que ningún proceso de elección es perfecto, mucho menos cuando se implementa por primera vez. Siempre será perfectible.

Son tiempos de ponderar los ideales y de dimensionar la importancia histórica del movimiento de transformación.

La prioridad, en estos momentos de acoso feroz de la ultraderecha, es fortalecer la unidad interna y anteponer el bienestar del país. Lo demás, es lo de menos. 

Ebrard, enfatizó durante su discurso que solo hay dos opciones entre él y Claudia Sheinbaum

Ebrard, enfatizó durante su discurso que solo hay dos opciones entre él y Claudia Sheinbaum

Cuartoscuro / Mario Jasso