Opinión

El #Mochitl de Xóchitl

Una nueva modalidad de corrupción se destapó en la Ciudad de México, tras conocerse los contratos millonarios traficados subrepticiamente por Xóchitl Gálvez en los últimos 9 años.

Me refiero a lo que ya se conoce como “el mochitl”, o lo que es lo mismo, una evolución de la corrupta práctica del moche, la extorsión que puso de moda Xóchitl Gálvez para enriquecerse al amparo del poder.

Y es que ya quedó claro que los casi 1,500 mdp obtenidos por sus dos empresas familiares -de las que se ostenta como accionista principal- los “ganó” aprovechándose de sus cargos de jefa delegacional en Miguel Hidalgo y senadora de la república.

Durante su gestión como jefa delegacional, de 2015 a 2018, autorizó y publicitó, incluso en sus propias redes sociales, la construcción de varios desarrollos inmobiliarios.

Nada más en ese lapso, las empresas de Gálvez: High Tech Services y Operación y Mantenimiento a Edificios Inteligentes, obtuvieron contratos públicos y privados por casi 800 mdp, lo que representa más de la mitad de las ganancias acumuladas por sus empresas en 9 años.

El modus operandi

Pero Xóchitl, hábil como pocas para la transa, no extorsionaba a los desarrolladores con el regalo de departamentos o locales del inmueble que permitía construir, como cobran los trámites los alcaldes panistas del Cártel Inmobiliario en Benito Juárez.

Para disfrazar su #mochitl, Xóchitl le pasa la charola a los desarrolladores pidiéndoles contratos millonarios para sus empresas familiares.

Con este sutil y sofisticado modus operandi, la panista creyó que borraría cualquier huella de sus flagrantes delitos.

Sin embargo, aunque hizo todo lo posible para desaparecer cada #mochitl que pedía, la lista de los millonarios contratos que publicó en sus redes sociales el presidente Andrés Manuel López Obrador, desenmascaró el tráfico de influencias de la panista.

A dos semanas de que se dieron a conocer sus millonarias ganancias, Xóchitl ya enfrenta denuncias penales por los delitos de enriquecimiento ilícito, corrupción, ejercicio abusivo de la función pública y tráfico de influencias.

Y es que ya se documentó plenamente que los permisos y ampliaciones de manifestación de construcción para edificar los desarrollos inmobiliarios Marina Park, Distrito Polanco y Plaza Alteza, todos en Miguel Hidalgo, fueron otorgados por la senadora panista.

A cambio de esas concesiones, los desarrollos tuvieron que pagar su #mochitl mediante la contratación de las empresas de Xóchitl por más de 100 mdp, Poco a poco se sabrá de más extorsiones.

Para terminar de ocultar la práctica del #mochitl, en su última declaración patrimonial, Bertha Xóchitl solo reporta ganancias por su salario en el Senado por poco más de un millón de pesos, omite referir a sus empresas y no presenta declaración de conflicto de interés.

Ese es el verdadero rostro de la falsaria candidata presidencial del llamado Frente Amplio por México, Xóchitl Gálvez, experta en el cobro del #mochitl y leal servidora de los intereses de la ultraderecha conservadora.

¿Será por esto que la senadora sigue evadiendo responder, por qué sus empresas fueron contratadas por los mismos desarrolladores que recibieron autorizaciones para construir durante su gobierno en Miguel Hidalgo?