Opinión

Xóchitl, experta en corrupción, mentiras y argüende

La política en México ha sido, históricamente, tierra fértil para la actuación y la construcción de carreras políticas, imágenes públicas cuya trayectoria se basa en el sensacionalismo, el oportunismo, la difamación y el histrionismo para penetrar en las audiencias.

Esas habilidades teatrales se intensifican cuando se avecinan tiempos electorales, con el único fin de no quedar fuera del presupuesto y perfilarse en algún cargo de elección popular.

Es el caso de la senadora Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz, cuya trayectoria política está marcada por la chunga, la mentira, la corrupción y el argüende.

Pide sancionar a responsables

Xóchitl Gálvez

Especial

Lo suyo es encadenarse, enfundarse en botargas, disfrazarse y acusas sin pruebas a cualquiera.

Gálvez ha usufructuado la marca del PAN reiteradamente, pero no se ha afiliado al partido oficialmente, aunque comulga con sus postulados retrógradas.

La trajo a la escena política una ocurrencia del expresidente panista, Vicente Fox, de muy corrupta memoria.

El botudo la nombró, sin antecedente alguno en la administración pública, titular de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, de 2000 a 2006, un elefante blanco que terminó por desaparecer por ineficiente.

La distinguió su lenguaje soez, plagado de groserías como estrategia mediática y, pese a su discurso de incorruptible, su triste legado fueron varias licitaciones públicas difundidas por la prensa, a favor de su empresa de construcción de edificios inteligentes.

En 2010, se lanzó como candidata a la gubernatura de su natal Hidalgo, pero perdió de la mano de una extraña coalición formada por el PAN, PRD, PT y Convergencia.

En octubre del año pasado, durante una comparecencia en el Senado del secretario de Gobernación, Adán Augusto López, Gálvez hizo el ridículo al exhibir un pizarrón con la leyenda: “AMLO trabajó con Echeverría”.

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Pero el secretario le dijo que su pizarroncito mentira, porque “el hoy Presidente, en 1970, cursaba el segundo año de preparatoria en Villahermosa, Tabasco y Luis Echeverría fue Presidente de 1970 a 1976”.

La difamación, los actos circenses y el argüende son el modus vivendi en la política de Bertha Xóchitl, pero no hay una sola política pública de beneficio social en favor de la ciudadanía.

Como jefa delegacional de Miguel Hidalgo -cargo al que llegó violando la ley con una credencial de elector del estado de Hidalgo- juró que el edificio propiedad de su llamado City Manager, ubicado en la colonia San Miguel Chapultepec, estaba dentro de la ley.

Incluso, fue a defenderlo, pero no tenía uso de suelo y presentaba pisos de más, un modus operandi similar al del Cartel Inmobiliario en la alcaldía Benito Juárez.

Se le recuerda porque se dedicó a perseguir ciudadanos inocentes con la plataforma Periscope, hasta que la Comisión de Derechos Humanos de la CdMx la sancionó por violar las garantías individuales de decenas de vecinos.

Entre sus cientos de promesas incumplidas a los miguelhidalguenses, fue memorable cuando apostó su departamento de Las Lomas, en un informativo radiofónico, prometió que lo donaría si dejaba el cargo antes de tiempo.

Pero no donó su inmueble y sí dejó el cargo antes de concluir su mandato para buscar una senaduría.

Su paso por Miguel Hidalgo estuvo plagado de escándalos de corrupción. Todo se adquiría con sobreprecio en su administración.

Fue otro escándalo cuando compró flautas de música para jóvenes que en el mercado costaban 60 pesos, pero las pagó a 600 pesos cada una.

Una decena de desarrolladores inmobiliarios fueron obligados a contratar los servicios de la empresa de Gálvez, especializada en edificios inteligentes, a cambio de liberarles trámites, permisos y de permitirles construir en Miguel Hidalgo.

El último escándalo de su administración fueron 10 mdp pagados por anticipado y que no pudo comprobar por la remodelación del Teatro Ángela Peralta, un caso denunciado por la propia Secretaria de Cultura federal y decenas de vecinos de Polanco.

Con esos “méritos” y sus repetidos actos de circo, hoy Gálvez busca volver a utilizar al PAN para ser en el presupuesto ahora como jefa de gobierno de la Ciudad de México.