Academia

No solo les agradezco por este premio, sino porque me mandan el periódico que tiene una sección cultural espléndida, añade

¡Que viva La Crónica!, dice Julieta Fierro al recibir el Premio en el área de Academia

¡Que viva La Crónica!

Dieciséis letras que son guardianas de ese emotivo, sensual y alegre agradecimiento que hizo Julieta Fierro Gossman tras haber recibido el Premio Crónica en Academia.

Esas dieciséis letras fueron el final de su breve discurso, pero tan largo como lo es el Universo, su materia de estudio. Y cada una de esas consonantes y vocales, con su emotividad, se anidaron en los asistentes a la ceremonia y, al mismo tiempo, en los rincones de la sala Jaime Torres Bodet del Museo Nacional de Antropología.

“Yo soy Julieta Fierro”, había marcado al inicio de su discurso, y en el cual añadió: “Quiero, antes que nada, dar las gracias a la UNAM, que me dio educación de calidad y pude trabajar y estudiar al mismo tiempo. Me dio trabajo desde hace casi 55 años y me ha dado libertad para hacer lo que me gusta”.

Porque con esos años de estudio y trabajo, agregó la hoy Premio Crónica y una de las astrónomas más relevantes del país y el mundo, “puedo platicar de manera sabrosa la ciencia, con las mejores maneras que se me ocurren y gozar cada momento. Muchas gracias a la UNAM”.

Y en ese racimo de gracias que externó, ahora fueron para la Academia Mexicana de la Lengua “por haberme incorporado a sus trabajos y gracias a éstos pude ampliar mi universo cultural de una manera extraordinaria”.

Y en ese momento hizo una breve pero amigable digresión y señaló: “No me olvidé de ti, Octavio Castillo, y quiero que sepas que cuando la Unesco creó su Instituto de Educación de por Vida, fui parte de éste para que se incluyera la cultura universal”.

En este punto, Julieta explicó que de lo que trata el Instituto de Educación de por Vida es que todos tengan el derecho a la educación de calidad, que puedan tomar cursos en línea, que aprendan a actualizarse y sobre todo a reinventarse, porque las nuevas disciplinas van a cambiar tan rápidamente que todos van a tener que buscar otras maneras de trabajar.

“Octavio, creaste la Ciudad del Conocimiento en Hidalgo y te felicito mucho. Espero que tu ejemplo cunda en otras universidades y entre todas colaboremos para que haya más cursos masivos gratuitos y a distancia para fortalecer a todas las universidades del país”.

Y por supuesto, las gracias más sentidas son para la Crónica, dijo la astrónoma.

“No solo le agradezco por este premio, sino porque me manda el periódico que tiene una sección cultural espléndida, porque si hay algo que me ha salvado la vida, es la Cultura. ¡Que viva La Crónica! Cuando recibo un premio, sobre todo como éste- Premio Crónica- digo por qué”.

Y para responder el cuestionamiento que se hizo, contó una plática con su hermano: “Él me dice que algo debo estar haciendo bien. Y me preguntó: después del Premio Crónica puedes ir a tu casa y descansar en tus laureles o seguir trabajando. Opté por la segunda opción, voy a seguir trabajando”.