“El espacio que se da a las noticias culturales, libros, exposiciones, teatro, danza, academia y demás contribuye a formar a los lectores para que entiendan que el mundo no se reduce a la incultura que tiñe los pleitos políticos, la violencia, la inauguración de obras políticas públicas y las declaraciones de presidentes”, indicó el investigador Roger Bartra durante la ceremonia de los Premio Crónica.
Una de las distinciones que otorga esta casa editorial fue a la trayectoria del antropólogo en la categoría de Cultura, a lo que el también académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) leyó un discurso sobre la incivilidad y la incultura que permea en el gobierno.
“Lo que publican los poetas, novelistas y ensayistas debe tener un espacio creciente en la prensa, sea impresa o transmitida en medios electrónicos”, afirmó.
Bartra mencionó que el mejor periodismo se hace cuando la difusión de noticias toma en cuenta el contexto cultural en el que ocurren los hechos, es decir, cuando los periodistas se percatan de la textura en que sucede tanto un asesinato como las elecciones, una protesta o una estupidez dicha por algún político.
“A los periodistas les aconsejaría que tomaran como ejemplo los penetrantes e irónicos artículos que Jorge Ibargüengoitia publicó en los diarios, nos ilustra que ante la cultura, entendida en sus diversas formas, se encuentran también la incultura y las tendencias incivilizadas”, dijo.
El autor de “La melancolía moderna” y “El mito del hombre lobo” recordó que también es noticia el analfabetismo funcional de muchos políticos que lo hacen notar en sus obras y en sus actos.
“Posiblemente hoy estamos viviendo en México el acontecimiento más revelador de la incultura política, me refiero a la reforma judicial aprobada por el Congreso hace pocos días y que se inaugura con una espectacular y vergonzosa tómbola para expulsar a cientos de jueces y magistrados”, externó.
Esa reforma fue aprobada con prisa y es el resultado de las presiones de un presidente enojado y autoritario, agregó.
“El resultado es un adefesio político y jurídico, es el fruto que combinan la ignorancia con las actitudes autoritarias, es posible suponer que esta reforma provocara un enorme enredo jurídico, un proceso electoral para elegir a los magistrados plagado de absurdos, enormes tensiones y resultados sólo aprovechables para un gobierno que impone su inclinación para controlar el sistema judicial de manera burda y facciosa”, afirmó.