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Seguramente has oído hablar del Antropoceno, pues es un término científico que hace rato se escapó de los confines de la academia y al ir recorriendo los distintos rumbos del quehacer humano, se ha ido adaptando y transformando – por eso, hoy tiene diferentes significados posibles. Y depende de cuál de estos diversos significados y en qué contexto estemos hablando, si respondemos “sí” o “no” a la pregunta de si existe.
Pero antes de responderla, conviene regresar por un momento a su origen académico, y recordar que el Antropoceno es una hipótesis científica, y como tal, está sujeta a ser comprobada o refutada. Estrictamente, el “Antropoceno” se refiere a la hipótesis geológica de que las actividades humanas han tenido un impacto tan importante sobre el planeta, que
1) se pueden encontrar evidencias físicas de este impacto;
2) estas evidencias se pueden identificar y cuantificar en las capas (geológicas) que cubren a la Tierra – particularmente, en los estratos más recientes y superficiales;
3) que el impacto humano ha sido tan notable que amerita la creación de una nueva etapa geológica (justo, el Antropoceno = la era del hombre o de la humanidad); y
4) que esta etapa geológica empezó a mediados del pasado siglo XX.
Como ves, son muchas las premisas que se tienen que cumplir para comprobar científicamente la existencia del Antropoceno. Una comisión multidisciplinaria formada por geólogos, ecólogos, historiadores y otros expertos fue comisionada en 2010 para comprobar o refutar la hipótesis; y se lo tomaron muy en serio, pues tardaron 14 años en reunir la evidencia para sentarse a evaluar los datos necesarios para determinar si se cumplen o no todos y cada uno de los requisitos. Y resulta que, en marzo de este año, el grupo de expertos mundiales encargados de resolver el asunto decidió que no se amerita la creación de una nueva etapa geológica, porque no todos estaban convencidos de que se cumplen TODOS los requisitos – cosa que hay que analizar con cuidado; que es lo que pretendo hacer a continuación, de manera resumida.
Lo primero y más importante que hay que aclarar, es que no hay ninguna duda sobre el hecho de que SI se cumplen los primeros tres requisitos: hay evidencias físicas del innegable y gran impacto de la humanidad sobre el planeta y su funcionamiento; y estas evidencias se pueden observar y cuantificar a lo largo y ancho de nuestro mundo (y hondo y alto, también…). Si la comisión de expertos votó en contra de la formalización del Antropoceno como nueva etapa geológica, es sobre todo porque no todos estaban de acuerdo con la fecha propuesta como inicio de dicha etapa – lo cual me lleva a resaltar 2 cosas relevantes. Uno, que el método científico en general, y este comité en particular, operan al contrastar y discutir los méritos de diferentes posturas, y tras analizar la evidencia, se discute y llega a un consenso – cosa muy valiosa de recordar en esta época de polarización y posverdad que nos tocó vivir. Y dos, y reiterando algo crucial: que algunos expertos no estuvieron de acuerdo en inaugurar el Antropoceno pues opinan que no se puede decir que el impacto de las actividades humanas sea más o menos reciente – algunos piensan que la humanidad empezó a modificar el mundo al inventar la agricultura y domesticar animales hace unos 11’700 años; otros, que la colonización de América en el siglo XVII dejó huellas medibles en el planeta, como consecuencia de la muerte de millones de habitantes indígenas del continente por la explotación y enfermedades infecciosas traídas por los conquistadores; una tercera opinión ubica el inicio del Antropoceno con el arranque de la Revolución Industrial a principios del siglo XIX. Los proponentes de estos distintos puntos de vista se oponen a que se le ponga fecha de nacimiento a mediados del siglo pasado a una etapa geológica – pero NINGUNO niega que el planeta y su funcionamiento han cambiado drásticamente por las actividades humanas. Nadie refuta que la humanidad es una entidad con fuerza suficiente para modificar el planeta Tierra. Hecho este recuento, podemos entonces contestar que, para los geólogos, formalmente no existe el Antropoceno, como etapa geológica que cumpla exactamente con los requisitos antes citados.
… pero, ¿para los científicos no expertos en capas geológicas (estratígrafos), y los ecólogos, historiadores, economistas, sociólogos, filósofos, artistas, literatos y un largo etcétera, que llevan un par de décadas de usar el concepto? ¿Y para la sociedad en general, que ya se apropió del término y de manera laxa pero frecuente lo emplea para englobar bajo una palabra/idea más o menos clara para la mayoría, la época que vivimos, de innegable impacto de nuestras acciones sobre el planeta? ¿Para los que estamos conscientes de que partir de los 1950’s empezaron a aumentar drásticamente la población mundial, la quema de combustibles fósiles y las emisiones de dióxido de carbono, la producción de plástico, acero y aluminio, y también la generación de contaminación y basura? ¿Para los que vemos cómo han crecido en las últimas décadas la producción de carne al mismo tiempo que disminuyen los bosques y selvas? ¿Para quienes es evidente que en nuestro mundo está en curso una tremebunda extinción de todo tipo de organismos? ¿Para aquellos que observan el inclemente cambio climático y su cauda de olas de calor, sequías, incendios forestales, huracanes, inundaciones y otras calamidades cada vez más poderosas y frecuentes? ¿Para quienes es evidente que la irracional y ya añeja explotación capitalista de los recursos naturales y de otros pueblos en buena medida está detrás de nuestro degradado planeta?
En suma, ¿para los que consideramos que el Antropoceno es un concepto cultural válido, que de manera inequívoca evoca las diversas facetas del mundo transformado por la humanidad en que vivimos? Para nosotros, independientemente de que se le expida acta de nacimiento, el Antropoceno es una realidad que nos toca asumir, vivir y enfrentar.
Referencias
Rubio Godoy M. 2019. Antropoceno. ¿Cómo ves? 251: 8–13. https://www.comoves.unam.mx/numeros/articulo/251/antropoceno
Santillán ML, Tapia S. 2024. El Antropoceno a debate. Ciencia UNAM. https://ciencia.unam.mx/contenido/infografia/265/el-antropoceno-a-debate
Trischler H. 2017. El Antropoceno, ¿un concepto geológico o cultural, o ambos? Desacatos 54: 40-57.
Zalasiewicz J et al. 2024. What should the Anthropocene mean? Nature 632: 980-984.
Ellis E. 2024. The Anthropocene is not an epoch − but the age of humans is most definitely underway. The Conversation. https://theconversation.com/the-anthropocene-is-not-an-epoch-but-the-age-of-humans-is-most-definitely-underway-224495
La infografía (if_antropoceno_05032024.jpg) se puede reproducir, siempre y cuando no se mutile y se cite la fuente completa y su dirección electrónica: Santillán ML, Tapia S. 2024. El Antropoceno a debate. Ciencia UNAM. https://ciencia.unam.mx/contenido/infografia/265/el-antropoceno-a-debate
* Red de Biología Evolutiva, Instituto de Ecología, A.C.