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El dinamismo de la tecnología y las nuevas inteligencias artificiales que están emergiendo de las grandes empresas dedicadas a este rubro, están impactando de manera prominente las distintas esferas sociales. Ya sea en materia empresarial, con el avance en los procesos de producción, o de manera personal, con la implementación de tecnologías para facilitar la vida diaria, por sólo mencionar unos ejemplos.
A partir de estas ideas, se vuelve cada vez más importante el conocimiento de los avances que están ocurriendo en pleno siglo XXI. Puesto que, como en cualquier avance, siempre existirán implicaciones, tanto positivas como negativas, de las cuales siempre debemos estar al tanto. En este sentido, en Crónica tuvimos la oportunidad de hablar con integrantes de la empresa Multimax, la cual se dedica a la difusión de contenido de carácter tecnológico, cuyo objetivo es poner al tanto a las audiencias sobre los avances que están ocurriendo actualmente.
En esta charla, abordamos distintos puntos. Por una parte, la importancia de desmitificar falsas creencias sobre el uso de la tecnología, así como vincular este conocimiento con audiencias que no están familiarizadas con estos tópicos. Asimismo, los profesionales de Multimax nos hablan sobre herramientas que pueden contribuir a dar valor a nuestras actividades habituales.
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH), en 2023, había 97.0 millones de personas usuarias de internet, lo que representó 81.2% de la población de 6 años o más. Asimismo, la encuesta estimó que 20.0% de los hogares disponía de dispositivos inteligentes conectados a internet o a una red local, lo que equivalió a 7.7 millones de hogares. La bocina o asistente del hogar fue el dispositivo más popular, con 63.7%; los sistemas de video vigilancia tuvieron una participación de 34.8%, y los dispositivos de entretenimiento, una de 24.7%.
Esto significa que la cantidad de personas con acceso a la tecnología está incrementando. No obstante, de acuerdo con los expertos de Multimax el porcentaje de personas no inmersas en el uso de la tecnología pertenecen a un sector de la población formado a partir de modelos académicos de antaño. Al respecto, señalan que “el desafío es fuerte, ya que muchas personas se resisten a este cambio o simplemente les parece complicado aprender sobre tecnología”.
En este contexto tan retador, indican los creativos de Multimax, hablar de tecnología y de cómo por medio de ésta es posible acceder a una mejor calidad de vida, la información debería estar al alcance de cualquier persona. Sin embargo, esto no sucede, debido, en mayor medida, a las pocas plataformas o canales que ofrecen información al respecto, dado que en las escuelas aún se torna famélica la enseñanza tecnológica.
“Necesitamos impulsar la transformación en el pensamiento de las personas de manera que sean sensibles al manejo de la tecnología. Pero esto sucederá sólo si buscamos los canales adecuados para difundir el conocimiento, así como el ímpetu para generar contenido de valor que eduque”, aseguran.
Y es que, aún existen muchos mitos en torno al uso de la tecnología. Por ejemplo, que es muy complejo, que es muy caro, o peligroso. Por el contrario, la tecnología ofrece numerosas ventajas: mayor acceso a la información, reducción de costes en el sector laboral, mejoras en los salarios, mayor conectividad entre las personas, una mejora de la educación; una mayor oportunidad de aprendizaje y acceso a diversos materiales y fuentes de información; fomento del intercambio de información e ideas; una mejor expresión y potenciación del lado creativo; una mayor aceptación y socialización, etc.
Para Multimax, la alfabetización tecnológica “es un proceso de aprendizaje que permite a una persona adquirir competencias para entender y aprovechar el potencial educativo, económico y social de las nuevas tecnologías”. Y es este aprovechamiento el que aún no se termina de consolidar dado al desconocimiento y a las distintas brechas socio culturales y económicas que lo impiden.
Para ello, nos ofrecieron más números al exaltar que, de acuerdo con un informe de la OCDE, sólo el 22% de la población urbana en México ha descargado, instalado o configurado un software, por ejemplo la paquetería de Office o la paquetería de Adobe y sólo el 8% de los estratos sociales bajos han podido tener contacto con medios tecnológicos.
Los profesionales de Multimax refieren que “las diferencias socioeconómicas entre las personas y entre los países agravan esta falta de competencias digitales”, por lo que es necesario considerar la inversión en ciencia y tecnología dentro de un presupuesto gubernamental. Sin embargo, en un nivel más particular, Multimax, por ejemplo, promueve la enseñanza tecnológica a través de redes sociales, una estrategia que puede contribuir de manera significativa a la inclusión. Asimismo, comentan, que buscan contribuir con la difusión de estas iniciativas educativas:”Organizamos talleres y cursos para que la gente pudiera aprender y desarrollar habilidades tecnológicas”, comenta la responsable de contenidos.
Estas estrategias tuvieron un gran impacto, especialmente en comunidades con menos acceso a la tecnología. “Ver cómo las personas superaban sus miedos y se empoderaban a través del conocimiento fue una de las mayores satisfacciones”, comparte el encargado de producción.
En este sentido, la alfabetización tecnológica podrá expandirse con la exploración de nuevas plataformas, formatos y colaboraciones, que permitan seguir creciendo y llevando la tecnología a más personas.
El director creativo de Multimax considera que la discriminación tecnológica constituye una forma de pobreza y exclusión social, al privar a una parte de la ciudadanía de recursos esenciales para desarrollarse y generar riqueza. De ahí que esta empresa busque con su trabajo ser “puente entre la innovación y la sociedad, haciendo que la tecnología sea más humana y accesible”. Estas estrategias son importantes para que los habitantes de las zonas menos favorecidas en el uso de Internet mejoren su bienestar personal y calidad de vida y se promuevan avances significativos en materia de democratización tecnológica y la erradicación de sesgos cognitivos.