Los chimpancés son más propensos a participar en juegos o a acicalarse entre sí si ven primero a otros realizar estos comportamientos sociales, un contagio que puede reforzar los lazos sociales y aumentar la armonía del grupo.
Esta es la principal conclusión de un estudio que publica la revista Plos One, firmado por investigadores de la Universidad de Durham (Reino Unido) y realizado a partir de más de 200 horas de observación de 41 chimpancés, alojados en un centro de acogida de Zambia.
Ya sea bostezando o vigilando a los depredadores, muchos animales -incluidos primates y cuervos- tienen ciertos comportamientos contagiosos: después de ver a otro miembro de su grupo realizando uno de estos comportamientos, instintivamente lo realizarán también.
Se cree que este ‘contagio conductual’ ayuda a los grupos de animales a reforzar sus vínculos sociales y a mantenerse sincronizados.
El comportamiento y las emociones de los chimpancés pueden verse influidos por quienes les rodean, pero hasta ahora no se había investigado si experimentan contagio de comportamientos sociales amistosos, como el acicalamiento y el juego.
Para esclarecerlo, los investigadores observaron el comportamiento de 41 chimpancés y constataron que chimpancés de todas las edades, rangos y sexos mostraban contagio de comportamientos de acicalamiento y juego, explica la revista.
Los chimpancés eran más propensos a contagiar el comportamiento de acicalamiento cuando lo observaban en otro individuo con el que tenían una relación estrecha. En cambio, el comportamiento lúdico era más contagioso en los chimpancés más jóvenes, pero este contagio no se veía afectado por la fuerza del vínculo social.
El juego es una parte importante del desarrollo social y conductual de los chimpancés jóvenes, mientras que los adultos tienden a construir y reparar las relaciones sociales acicalándose unos a otros, lo que puede explicar las diferencias de contagio entre ambos comportamientos.
Hay varias explicaciones posibles de por qué los chimpancés adultos encuentran más contagioso el comportamiento de los individuos con los que tienen una relación social estrecha: puede que presten más atención a sus amigos íntimos o que estén más influenciados por ellos, o que ver a un amigo íntimo acicalando a otra persona les provoque celos.
“Los chimpancés ‘captan’ el comportamiento social de los demás; es más probable que empiecen a acicalarse y jugar después de haber visto a otros acicalarse y jugar”, concluyen los autores, que apuntan que este tipo de contagio de conductas amistosas puede contribuir a reforzar los vínculos sociales.
Para los investigadores, este “innovador estudio” amplía la comprensión del contagio social, que a menudo se considera relacionado sobre todo con comportamientos negativos o neutros, al mostrar cómo las acciones sociales positivas también pueden propagarse por una comunidad.
Liderados por Georgia Sandars, los científicos señalan que estos procesos en chimpancés podrían proporcionar un modelo para comprender las raíces evolutivas del comportamiento social y la empatía en humanos.