En diciembre inicia la misión científica en el Polo Sur que tendrá al IPN como uno de sus protagonistas. Desde la Base McMurdo se lanzarán globos capaces de alcanzar la estratósfera en donde, con equipamiento especial, se buscará detectar la presencia de contaminantes plásticos microscópicos.
Lo que se desea saber es si hemos llevado, como especie, la propagación de contaminantes hasta la parte más alta de la atmósfera.
Por invitación de la NASA y de la Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos, el Instituto Politécnico Nacional participará en esta misión suborbital desde la Antártida. El IPN ha enviado a su EMIDSS-6 (Experimental Module for the Iterative Design for Satellite Subsystems versión 6), destinado al rastreo de los materiales contaminantes.
El investigador del Centro de Desarrollo Aeroespacial y líder del proyecto, Mario Alberto Mendoza Bárcenas, explicó en su momento que la misión implicará realizar una trayectoria de una revolución en 15 días, equivalente a una vuelta a la Tierra, a bordo de globos de superpresión (SPB) que permiten alcanzar un alto nivel de flotación.
Se trata de una primera etapa para la identificación de contaminantes, principalmente microplásticos en la estratósfera, a través de un sistema de captura de imágenes durante el ascenso de la plataforma científica y hasta que alcance su punto máximo de flotación.
El investigador politécnico indicó que, al ser el vórtice polar un sistema persistente de alta presión que forma un patrón de circulación atmosférica único, se puede lograr que un globo mantenga una altitud constante durante un periodo más prolongado de tiempo.
Bajo estas condiciones ambientales, el módulo politécnico EMIDSS-6 podrá recabar y almacenar datos para el desarrollo de gráficos y conocer la caracterización del entorno estratosférico. Esto se logrará, además, con la aplicación de tecnología mexicana aeroespacial.
Mendoza señaló que el módulo registrará variables ambientales a través de sensores para la medición de humedad, temperatura, humedad relativa y radiación ultravioleta.
Los expertos de la NASA sometieron a pruebas de fiabilidad al módulo EMIDSS-6, siendo éstas estrictas evaluaciones técnicas que no cualquier equipamiento puede superar.
La carga útil en la misión suborbital desde la Antártida es limitada, por lo que la inclusión de un módulo politécnico es motivo de orgullo para la institución y para el país. Finalmente, se ha informado que el equipo de trabajo de la misión estará integrado por expertos del IPN, del Instituto de Ciencias Aplicadas y Tecnología y del Instituto de Ingeniería, ambos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente y el Molina Center for Energy and the Environment.