Los sistemas de videoconferencia se han ido transformado desde que se llevó a cabo la primera videoconferencia publica comercial en 1964 en la feria de tecnología de Queens, Nueva York, pasando por los equipos especializados, costosos y con altos requerimientos hasta la actualidad, en donde prácticamente desde cualquier dispositivo electrónico de comunicaciones se pueden llevar a cabo.
Pero ¿qué es una videoconferencia?, en el diccionario de la Real Academia Española (Real Academia Española, 2024) se define como: “encuentro a través de una red de telecomunicaciones, frecuentemente convocado con anterioridad, que permite a varios interlocutores verse, oírse y compartir información”. Como se indica en su definición, una videoconferencia permite a varias personas poder comunicarse y compartir información en tiempo real como si estuvieran en el mismo lugar.
En el área de la investigación, las videoconferencias se han implementado y evolucionado con el paso del tiempo. En México, el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (CONAHCYT) también incorporó las videoconferencias ante la necesidad de comunicación entre los diferentes centros públicos de investigación. En el Instituto de Ecología (INECOL), las videoconferencias se implementaron y certificaron en 2003, llevándose a cabo el primer examen tutorial del posgrado y al final de ese año se tuvieron 21 videoconferencias.
En 2004, entró en funcionamiento la primera sala de videoconferencias, donde se llevaron a cabo 134 videoconferencias, principalmente de exámenes tutoriales del posgrado. En corto tiempo, la herramienta se volvió imprescindible para la comunicación de estudiantes e investigadores con personal de otras instituciones dentro y fuera del país.
Entre 2005 y 2006, se implementaron salas de videoconferencias en las sedes regionales de Durango y Pátzcuaro permitiendo la comunicación “cara a cara” entre el personal de las distintas sedes. En los siguientes 9 años, los equipos de videoconferencias que se utilizaban en el INECOL eran especializados y costosos, pero a partir de 2015, se comienzo a usar BlueJeans (DEKOM, 2024), un software basado en la nube que permitió la comunicación entre sistemas de videoconferencia profesionales, computadoras, tabletas, teléfonos inteligentes mediante la instalación de la aplicación o la visualización desde un navegador de internet.
El uso de las videoconferencias ha aumentado en el INECOL año con año, pero durante la pandemia de COVID-19 se duplicó debido a los protocolos de seguridad para evitar el contagio (Figura 1). En consecuencia, los estudiantes, investigadores, técnicos y personal administrativo utilizaron videoconferencias para continuar las actividades remotamente.
Actualmente una gran cantidad de actividades como: clases de posgrado, reuniones de trabajo, seminarios, cursos, talleres, entre otras, se siguen llevando a través de videoconferencias, por ello, ¡las videoconferencias, llegaron para quedarse!