Corina Tlali Ortega y Mariana G Sixtos
“Carne fresca”, decían trabajadores a las becarias de ingeniería química en Petróleos Mexicanos (Pemex). “No fue hasta el doctorado que dejó de suceder”, relata Guadalupe González Huerta (2022), académica de la Escuela Superior de Ingeniería Química e Industrias Extractivas (Esiqie) del IPN. “Trabajo más con hombres, este año gradué a la primera mujer de mi grupo, después de 12 varones en doctorado”, añade.
“Me he encontrado con opiniones de algunos colaboradores, que aceptan estos nuevos programas de inclusión de género, pero una cosa es aceptarlos y otra cosa es tomarlos, noto que hay una aceptación, pero es como tolerancia, no están integrando las políticas realmente, sobre todo los colaboradores, nosotras sí, porque lo vivimos y lo entendemos”, dijo por su parte Mariana Felisa Ballesteros Escamilla (2023), investigadora del Centro de Innovación y Desarrollo Tecnológico en Cómputo (Cidetec).
Junto con Edna Leticia González Bernal –del Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional (CIIDIR), Unidad Oaxaca–, las académicas tienen varios puntos en común, y no son sus áreas de investigación, sino los retos que han enfrentado ante el sistema académico y la inequidad de género. Pero tienen otro punto en común positivo, han sido ganadoras del Premio L’Oréal-Unesco-AMC para las Mujeres en la Ciencia, galardón por el cual fueron convocadas recientemente por el IPN para participar en el “Conversus Talks”, organizado por la Dirección de Difusión de Ciencia y Tecnología (DDiCyT) de la institución.
En su oportunidad González Bernal comentó qué es lo que sucede desde el campo de la biología: “por lo general nos preguntan: ‘¿qué les dirían a las mujeres?’ Echarle ganas, luchar, a veces no se puede y te topas con pared, estamos en un proceso como sociedad muy determinante e importante, sobre todo para esta convivencia entre géneros de una forma más saludable. Invitaría a los hombres a reflexionar en sus situaciones cotidianas, las creencias con las que hemos crecido como sociedad sobre todo en su postura hacia las mujeres”.
PROYECTOS CON IMPACTO SOCIAL Y AMBIENTAL
La mesa de diálogo, moderada por la subdirectora de Planeación y Servicios de Apoyo de la DDiCyT, Ana Cristina Olvera Peláez, se llevó a cabo en el Auditorio Principal de la Escuela Superior de Cómputo (Escom), donde se expusieron no sólo las dificultades que conlleva la brecha de género, sino también sobre las investigaciones que llevan a cabo.
En el caso de Rosa de Guadalupe, desde la Red de Energía, la cual forma parte de las Redes de Investigación y Posgrado de la Secretaría de Investigación y Posgrado (SIP) del IPN, trabaja con energía limpia y combustibles alternos, como el hidrógeno.
En la rama de la biología, Edna Leticia estudia anfibios, específicamente con ranas y sapos, y subrayó su importancia porque están en peligro de extinción, ya que son más sensibles a los cambios ambientales: “no están aguantando como como esperaríamos, entonces la investigación se centra en eso, en entender qué está pasando, ¿cómo están respondiendo las especies a distintos factores?”.
Por otro lado, Mariana Felisa trabaja en instrumentos para comprender el sistema neuromusculoesquelético, es decir, cómo el cerebro produce señales eléctricas para mover los músculos.
“Analizamos estas señales, generamos bases de datos, estudiamos estas bases de datos y desarrollamos algoritmos para que nos puedan decir cómo es el movimiento, solamente a partir de las señales eléctricas que medimos. La idea es dotar de cierta inteligencia a dispositivos robóticos que van a servir de apoyo a personas en condición de discapacidad”.
RETOS Y VISIBILIDAD EN LA CIENCIA
En entrevista para la Agencia Informativa Conversus, las científicas politécnicas consideraron los retos que tienen sus proyectos a futuro, en el que destacan el desarrollo de políticas enfocadas en el crecimiento humano y la aplicación del conocimiento científico, así como la divulgación para la preservación ambiental.
“Todos los bienes materiales son extraídos en la naturaleza y se deja de lado el impacto que tiene, el reto es educar a la sociedad para detener un poco este consumismo exagerado, que pone en riesgo a la biodiversidad del país, a los recursos naturales como el agua, de los cuales dependen, no solo nosotros sino muchos organismos”, declaró la doctora del CIIDIR Oaxaca.
La científica del Cidetec destacó la importancia del desarrollo tecnológico en México, para crear nuevas herramientas, se importan las materias primas. “Es necesario creer en la manufactura mexicana y fomentar la inversión a los proyectos, para que los desarrollos lleguen a las personas en clínicas u hospitales”.
Para la galardona de la Esiqie también es importante comprender el cómo se venden los proyectos, en el caso del hidrógeno, las políticas “van despacio, aunque la Secretaría de Energía (Sener) lanzó unos primeros lineamientos oficiales, sería ideal que también el IPN y las mujeres participemos en esa toma de decisiones. Es importante que el Politécnico se visibilice en estas tomas de decisiones y nosotras como mujeres también, deben incluirse de manera responsable con conocimiento de causa y con conocimiento técnico”.
Al conservatorio acudieron estudiantes del plantel, alumnos de media superior y se realizó transmisión en vivo a través de las plataformas de redes sociales, para estudiantes y público en general.