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La crisis climática afecta al ser humano y a la biodiversidad, un ejemplo de sus impactos fue la mortandad de monos aulladores de manto registrada en 2024 en México ¿Qué podemos aprender de este caso?

Primates, educación ambiental y crisis climática ¿Tienen algo en común?

Estudio
Mono. Mono aullador de manto (Alouatta palliata). (Jorge Ramos Luna)

La crisis climática es una de las emergencias ambientales más preocupantes a las que nos enfrentamos todos los seres vivos, debido a la amplia variedad de impactos que tiene sobre nuestras vidas. Esta crisis es impulsada por el cambio climático, que a su vez tiene su origen principal en las actividades industriales humanas, y sus estragos se hacen evidentes con el aumento de la intensidad y frecuencia de fenómenos naturales como huracanes, incendios, inundaciones, sequías y olas de calor.

Estos fenómenos extremos traen consigo la pérdida de vidas humanas y están orillando a cientos de comunidades a tener que abandonar sus hogares y migrar. De igual forma, el impacto de la crisis climática a la biodiversidad es sumamente alarmante, incrementando el riesgo de extinción de incontables de especies y generando situaciones a las que a menudo ni las autoridades, ni la sociedad civil, e inclusive tampoco nosotros como académicos estamos preparados para atender.

Entre los meses de mayo y junio de 2024, en medio de una ola de calor extremo que azotó el sureste de México, comenzaron a surgir reportes de monos aulladores que caían de los árboles, incapaces de soportar las altas temperaturas. Esta situación culminó en la muerte por golpe de calor de al menos 350 monos aulladores de manto (Alouatta palliata) y aulladores negros (A. pigra) entre los estados de Tabasco, Chiapas, Campeche y Veracruz; un escenario devastador y alarmante para dos especies en peligro de extinción y cuyo origen se remonta al efecto de las olas de calor y sequías, combinadas con incendios y la degradación de los bosques tropicales.

Ante estas noticias tan drásticas, el apoyo de la sociedad civil se hizo notar, y en todos los sitios donde se reportaron casos de mortandad, las personas comenzaron a organizarse para ayudar y brindar su apoyo. En el estado de Veracruz, por ejemplo, las autoridades locales y vecinos del municipio de Hueyapan de Ocampo, reportaron varios decesos de monos aulladores de manto en las cercanías a sus parcelas, por lo que empezaron a coordinarse para subir agua y fruta a los árboles, en un intento de tenderle una mano amiga a estos animales (acciones que se repitieron en todo el sureste de México). De igual forma, y por su cercanía a la Reserva de la Biósfera Los Tuxtlas, estas comunidades solicitaron apoyo, respaldo y más información a las autoridades ambientales, para no quedarse con las manos cruzadas ante esta situación y fue justo de esa forma que se buscó aportar un granito de arena para disminuir los efectos inmediatos y sobre todo intentar prepararnos ante esta crisis.

Mientras esta crisis se desarrollaba, cientos de estudiantes, naturalistas y científicos empezamos a compilar, compartir y difundir información y recomendaciones sobre qué hacer en esta dramática situación de mortandad de nuestros primates silvestres. Fue desde nuestra trinchera personal e respaldo de instituciones y con muchos colegas y amigos que se tomó la batuta para recibir, manejar y mantener a muchos monos rescatados. Desde nuestro grupo de trabajo, nuestra aportación particular fue acercarnos a la Reserva de la Biosfera de Los Tuxtlas en el sur de Veracruz y empezamos a organizar charlas con brigadistas, monitores comunitarios y vecinos de Hueyapan de Ocampo, para compartir información y sobre todo abrir la conversación alrededor de esta crisis, y así fortalecer la manera en que podemos hacerle frente y sobre todo buscar mitigar sus efectos en caso de que se repitan estas circunstancias ambientales.

Derivado de esta colaboración, pero sobre todo por el gusto y necesidad de compartir nuestro amor por los primates, fue que durante el mes de octubre del presente año nos coordinamos para llevar una serie de festivales de educación para la conservación (llamados “Changos y monos va a tu comunidad”) en tres localidades de Hueyapan de Ocampo. Esto con la finalidad de extender nuestro alcance a personas de todas las edades y compartir con ellos más información sobre los primates silvestres que habitan en México a través de charlas, juegos, cuentos, música y proyecciones (Figura 1), pero fundamentalmente, promover estrategias que permitan estrechar lazos y mantener el diálogo abierto entre academia, autoridades y sociedad (Figura 2).

No cabe duda de que combatir la crisis climática y sus devastadores efectos como es el cambio climático requiere que reduzcamos la emisión de contaminantes y la dependencia que tienen las sociedades más industrializadas sobre los combustibles fósiles, incluyendo además que desarrollemos prácticas sostenibles en agricultura e impulsemos la restauración ambiental. Esta es una situación que nos exige hacer presión política, y que nos rebasa como individuos, pero a la cual podemos encarar si nos organizamos, como vecinos, amigos, colegas y profesionistas, para hacerle frente desde todos los frentes. Con ello estaremos contribuyendo a garantizar la presencia de las especies silvestres que comparten nuestro propio espacio vital.

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