Cultura

“La naturaleza íntima de la vida…” se exhibe en el Colegio de San Ildefonso y se compone por 220 obras

Montan gran retrospectiva de la obra de Ernst Saemisch

Ernst Saemisch en San Ildefonso. “La naturaleza íntima de la vida. Ernst Saemisch 1902-1984” estará expuesta hasta mayo de 2015.

Para el pintor alemán formado en la Bauhaus, Ernst Saemisch, “venir a México era volver realidad un sueño que lo persiguió toda su vida”, según las palabras de su viuda, Gertrudis Zenzes.

La obra de este artista, quien fusionó la abstracción geométrica con el simbolismo mexicano, influenciado por las vanguardias europeas y el muralismo de Rufino Tamayo y José Clemente Orozco, se exhibe en el Antiguo Colegio de San Ildefonso hasta el 18 de mayo de 2025.

La muestra “La naturaleza íntima de la vida. Ernst Saemisch 1902-1984” se compone de 220 obras, entre bocetos, dibujos y pinturas, producidas entre 1920 y 1984, en Europa y México (llega en 1964), divididas en 8 núcleos temáticos por el curador Eugenio Caballero.

“Lo esencial del cambio fundamental -en cuanto a su obra en México- es, por un lado, cierto misticismo, una búsqueda espiritual mayor. Por otro lado, la cromática: ciertos colores, lo que estaba pasando en la paleta de los muralistas en México empieza a permear en las obras, pero a través de un filtro de calidez distinto”, comenta Eugenio Caballero en recorrido por la exposición.

Ernst Saemisch en San Ildefonso. A partir del 7 de enero de 2025, de martes a domingo a las 14:30 horas, se ofrecerán recorridos guiados.

Además de las propuestas hechas por el ganador de un Oscar a Mejor diseño de producción, la curaduría se hizo en colaboración con la asociación civil que lleva el nombre del artista, dirigida por los principales difusores de su obra: Gertrudis Zenses (viuda) y Canek Saemisch (hijo).

“Cuando nos conocimos yo presentí que él era pintor”, comparte Gertrudis. También revela que, de niño, el artista tuvo que estar postrado por una fiebre reumática durante un buen tiempo y aprovechó para leer muchísimos libros, “pero el libro que más le impresionó fue sobre el arte y la cultura prehispánica”, por lo que venir a este país fue una de sus grandes ilusiones.

En el barco carguero rumbo a México, Ernst Saemisch sintió la necesidad de volver a pintar, “entonces se instaló en el baño que era la ventanilla circular más amplia, para poder pintar ahí”, relata su viuda.

Por su parte, su hijo, Canek Saemisch observa que una de las marcas esenciales del proceso de búsqueda en la abstracción de Ernst Saemisch fue el uso de tintas acuarelas y pasteles, “digamos, esas técnicas que no te permiten corregir, entonces se vuelven trazos definitorios, trazos muy comprometidos, donde si ya pusiste ese es el trazo que tienes que seguir”.

Asimismo, detalla que su padre dedicó los últimos seis meses de vida dar un taller en Tepito, “con chavos del barrio y tenían pláticas todo el tiempo, hay algunas grabaciones que podrán oír en la página de internet del museo”. Desde su perspectiva, esos encuentros con sus alumnos en Tepito, además de ser bien bonitos, demuestran la necesidad que Ernst Saemisch tuvo hasta el final de estar contacto con la gente, “de estar cercano, dedicarle los últimos meses de vida a estar con estos chavos, pues le dio otra proyección y expresión a este proceso de vida y esta culminación de a dónde llegar”.

Ernst Saemisch en San Ildefonso. En la inauguración de la muestra participaron los familiares del artista.

RECORRIDO.

Los primeros tres núcleos -“Experiencias formativas”, “La oscuridad” y “La búsqueda”- muestran las exploraciones creativas iniciales de Ernst Saemisch y las reflexiones en torno al dolor después de la Segunda Guerra Mundial.

El curador explica que en esta etapa, el artista se aleja de la representación de la figura humana para mostrar paisajes deshabitados en evocación de soledad, nostalgia y abandono. Asimismo, entre sus primeras obras se encuentran coincidencias con el movimiento muralista en México, que sería fundamental para su concepción artística.

En el cuarto núcleo, “La naturaleza”, se abordan las exploraciones de la naturaleza que se adentra cada vez más en el proceso de abstracción que caracteriza su trabajo. Aquí se encuentran obras creadas de 1965 a 1979, entre las cuales están las series “Tierra Caliente”, “El hombre y la serpiente” y “Aves”, así como la etapa en que el artista se nutre de viajes realizados en México, donde la luz y el color de sus paisajes pasan a ser protagonistas centrales.

Los últimos bloques del recorrido, “Abstracciones geométricas”, “Rejas y Cosmos”, incluyen obras realizadas de 1966 hasta 1984, año de muerte del artista, en la Ciudad de México. Integra las series Cristales, Geometrías, Cosmos y Rejas, donde profundiza en experimentaciones formales, líneas y los colores se convierten en protagonistas completas de la abstracción.

"Mariposas inmóviles y molinos de viento" (1972)) Ernst Saemisch, pintor del expresionismo alemán, pintura de caballete, pintura abstracta. (Adriana Zumaya/Adriana Zumaya, 2014, Ernst Saem)

EN PARALELO.

El Colegio San Ildefonso tiene una Coordinación del Programa Pedagógico, a través de la cual se preparan actividades culturales y pedagógicas, que en esta ocasión abarcará conferencias, ciclo de cine expresionista, talleres y actividades lúdicas para todo público.

A partir del 7 de enero de 2025, de martes a domingo a las 14:30 horas, se ofrecerán recorridos guiados.

La muestra también cuenta con área de consulta digital, a través del micrositio se puede acceder a un repositorio con el contenido y actividades relacionadas con la exhibición, así como al tour virtual en 360 grados.

La exposición cuenta con el apoyo de la Embajada de Alemania en México, Estímulo Fiscal EFIARTES y del Patronato de la Industria Alemana para la Cultura, A.C. (PIAC), que fomenta las relaciones culturales entre Alemania y México. Estará abierta al público del 15 de diciembre al 18 de mayo de 2025, en Justo Sierra 16, Centro Histórico, en un horario de 11:00 a 17:30.

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