La Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES) alertó que las crisis medioambientales, sociales y económicas están interconectadas y deben resolverse de manera conjunta.
La afirmación forma parte del Informe sobre los nexos, publicado este martes y aprobado por los 147 gobiernos miembros de la organización.
Enfermedades y soluciones sostenibles
El informe destaca la esquistosomiasis, una enfermedad parasitaria que afecta a más de 200 millones de personas, principalmente en África. Paula Harrison, copresidenta del estudio, subraya que abordar el problema exclusivamente desde la salud resulta ineficaz, pues la enfermedad reaparece.
Como ejemplo, menciona un proyecto en Senegal que redujo un 32 % las infecciones en niños al combatir la contaminación del agua y eliminar plantas acuáticas invasoras. Esto no solo mejoró la salud pública, sino que también generó ingresos para las comunidades locales y facilitó el acceso al agua dulce.
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— ipbes (@IPBES) December 17, 2024
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Biodiversidad en riesgo por impulsores económicos
El informe alerta que la biodiversidad está disminuyendo a todos los niveles debido a factores socioeconómicos como el consumo excesivo, el aumento de residuos y el crecimiento poblacional. Estos intensifican los efectos directos del deterioro ambiental, agravados por la prioridad que se da a los beneficios económicos a corto plazo.
Se estima que más de la mitad del PIB mundial, unos 50 billones de dólares, depende directamente de la naturaleza, mientras que los costes ambientales derivados de las prácticas actuales oscilan entre 10 y 25 billones de dólares anuales.
Soluciones globales y equidad social
El Informe sobre los nexos también denuncia que las crisis tienen efectos desiguales, impactando más a los países en desarrollo, pueblos indígenas y comunidades vulnerables.
Frente a esto, la IPBES propone más de 70 soluciones, entre ellas la restauración de ecosistemas ricos en carbono como bosques y manglares, y la promoción de sistemas alimentarios sostenibles.
Asimismo, sugiere soluciones urbanas basadas en la naturaleza y medidas para mitigar la propagación de enfermedades de animales a humanos.
La organización, con sede en Bonn, Alemania, refuerza su llamado a una acción conjunta que permita abordar los vínculos entre biodiversidad, agua, alimentación y salud para frenar el deterioro global.