El auditorio de la Escuela Superior de Cómputo (Escom), del Instituto Politécnico Nacional (IPN), fue el escenario de “Conversus Talks: Chicas Superpolitécnicas, divulgación de la ciencia en redes sociales”, donde jóvenes científicas talentosas del IPN y aclamadas en las redes sociales, compartieron sus experiencias y conocimientos de su quehacer divulgativo.
Suzette Cota de Tren al Universo, Aislinn Aguirre de Maíz Mutante, Blanca Estela García Pérez de Digiriendo la ciencia y Jessica Lakshmi de Lakishimishi se dedican a informar a la ciudadanía sobre la ciencia de las áreas que ellas dominan. El evento fue conducido por la Subdirectora de Planeación y Apoyo, de la Dirección de Difusión de Ciencia y Tecnología (DDiCyT), Ana Cristina Olvera Peláez.
APRENDER DE LA AUDIENCIA
Blanca García, doctora en ciencias en inmunología y autora del libro “Maggie, en las penumbras del COVID-19”, mencionó que su iniciativa surgió durante la pandemia, motivada por la necesidad urgente de educación científica accesible. Junto con su equipo aprovecharon las redes sociales para difundir información crucial sobre el virus y la enfermedad.
Suzette Cota es ingeniera aeronáutica egresada de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESMIE), Unidad Ticomán, y divulga las interrogantes de la física, inició su proyecto de divulgación científica durante la pandemia por gusto personal. Aunque sus primeros videos apenas alcanzaban unas pocas vistas, su perseverancia dio frutos, para lograr que uno de sus videos llegara a un millón de vistas, y en TikTok su alcance es de 200 mil seguidores. A pesar del fin de la pandemia, continuó su labor de divulgación debido a su pasión por transmitir conocimiento científico.
Las divulgadoras discutieron sobre lo que han aprendido de sus audiencias en las redes sociales. Aislinn destacó que la audiencia siempre tiene curiosidad por aprender, pero es crucial presentar la ciencia de una manera creativa y accesible. Blanca agregó que es importante mantener a sus estudiantes motivados y resalta la importancia de la emoción y el asombro en el trabajo científico.
Las ponentes coincidieron en que siempre habrá personas interesadas en la ciencia, pero es esencial encontrar formas creativas de presentar la información. Jessica apuntó que es vital entender cómo los temas científicos afectan a la audiencia para hacerlos relevantes e interesantes. Aislin también predominó que no todo lo que a ellas les apasiona interesa a la audiencia y es importante adaptar el contenido a lo que realmente les importa a sus seguidores.
Abordaron la crisis de desinformación actual, señalaron que la pandemia evidenció una gran ignorancia científica en la sociedad y aunque esperaban que la pandemia aumentara el interés por la ciencia, muchos aún muestran desinterés o desconfianza.
Jessica destacó que la desinformación se propaga fácilmente porque los desinformadores son muy buenos comunicadores. Subrayó la necesidad de profesionalizar la divulgación científica para combatir efectivamente la desinformación.
REDES SOCIALES.
Las redes sociales se han convertido en un vehículo crucial para la divulgación científica, permite que el conocimiento llegue a un público más amplio y diverso. Para quienes aspiran a ser divulgadores científicos, la preparación y el esfuerzo son claves para tener éxito.
“Para ser influencer también se tiene que estudiar y si ves los divulgadores científicos que tienen millones de seguidores, ellos estudiaron, entonces lo primero es prepararte para después compartir todo ese conocimiento que adquiriste durante tu preparación”, aseguró Suzette.
Lakshmi –cuya comunidad está integrada por más de 190 mil seguidores– expresó que, hasta cierto punto, es fácil pensar que ser un divulgador con muchos seguidores implica una vida lujosa y poco esfuerzo, pero la realidad es muy diferente. “Parece que es una vida muy lujosa con muy poco trabajo, pero la verdad es que sí es un gran trabajo,” y aunque no es necesario convertirse en científico antes de empezar a crear contenido, sí es fundamental estudiar ciertos aspectos como el funcionamiento de las redes sociales, la producción de video y audio, entre otros.
“Hay que definir qué es influencer y qué es divulgador porque sí son diferentes,” explicó Aislinn y enfatizó que los divulgadores científicos pueden comenzar desde una edad temprana y es una tarea que requiere dedicación e interés genuino por comunicar el conocimiento científico.
La comunicación efectiva es fundamental en este campo, y aunque el camino puede ser diverso, desde la comunicación hasta la ciencia, la preparación es una constante.
Para aquellos interesados en la divulgación científica, es crucial prepararse. “Pueden buscar videos en TikTok para aprender a hablar, escribir un guion, porque eso es otra cosa muy importante”, detalló.
“Lo importante es prepararse, y si un niño quiere seguir este camino, tiene que estar dispuesto a persistir en las redes. Sin embargo, es esencial recordar que el valor de una persona no debe medirse por su fama en redes sociales, sino por su contenido y su capacidad para impactar positivamente”, añadió la doctora Blanca.
“Conversus Talks: Chicas Superpolitécnicas, divulgación de la ciencia en redes sociales” sirvió como plataforma para compartir conocimientos y subrayó la importancia de la dedicación y la pasión en la divulgación científica. Las historias de estas cuatro divulgadoras ilustran cómo la creatividad y el compromiso pueden transformar la ciencia en un lenguaje accesible y atractivo para todos. A través de su trabajo, estas científicas inspiran a una nueva generación a explorar el mundo de la ciencia y a compartir sus descubrimientos con el mundo.