Las ballenas se encuentran entre los mamíferos más longevos, ya que varios miembros de distintas especies han vivido más de 100 años, con la ballena de Groenlandia como más longeva, con una edad registrada de 211 años. Sin embargo, un estudio publicado en la revista ‘Science’ ha revelado que las ballenas francas pueden vivir más de lo que estimaba, incluso el doble de lo que se pensaba.
Los investigadores han utilizado varios métodos para intentar calcular la edad de las ballenas y han recurrido a pruebas históricas, como analizar las puntas de arpón incrustadas en la grasa de los animales.
Con estos datos han descubierto que la ballena de Groenlandia (Balaena mysticetus), una especie que se alimenta de plancton y vive en el Ártico, es la que encabeza al resto en cuanto a longevidad, aunque otras especies que pueden superar los 100 años, entre ellas la ballena azul, la ballena de aleta y la beluga.
El estudio precisa que la caza de ballenas fue tan intensa durante varias décadas en el siglo XX que, en muchas especies, casi todas las ballenas grandes y viejas probablemente fueron masacradas, como ha afirmado el ecologista Greg Breed de la Universidad de Alaska Fairbanks, que concluye que la mayoría de las ballenas vivas de hoy en día "probablemente sean relativamente jóvenes, lo que hace aún más difícil identificar a las ballenas viejas supervivientes“.
Para superar estas limitaciones, Breed y sus colegas utilizaron análisis estadísticos para estimar la esperanza de vida de dos especies de ballena franca, la ballena franca del Atlántico Norte (Eubalaena glacialis) y la ballena franca austral (Eubalaena australis), ambas sometidas a una intensa caza en el pasado.
En lugar de muestras de ballenas muertas, el equipo recurrió a catálogos fotográficos de las dos especies que se remontan a la década de 1970. Con estos registros, pudieron identificar ballenas individuales por su apariencia y saber cuándo un animal en particular desaparece de la población, probablemente porque ha fallecido.
Los científicos introdujeron esos datos en modelos estadísticos con el fin de predecir qué porcentaje de una población sobreviviría a distintas edades. El modelo que ofreció los mejores resultados es el mismo que se usa para pronosticar la mortalidad humana y ajustar las primas de los seguros de vida.
Los resultados revelaron que la esperanza de vida media de las ballenas francas australes es de unos 73 años y que el 10% de los animales podrían vivir el doble, más de 132 años, mientras que las cifras aproximadas anteriores situaban la esperanza de vida máxima de estos animales en torno a 70 y 80 años.
Aunque todavía están por detrás de sus parientes cercanos, las ballenas de Groenlandia, Breed ha reconocido "las ballenas francas australes viven mucho más de lo que se pensabaa".
En el caso de las ballenas francas del Atlántico Norte, el estudio alerta de que no se han recuperado de las matanzas del pasado y están al borde de la extinción. El análisis de los científicos sugiere que la esperanza de vida media de las ballenas francas del Atlántico Norte es de 22 años y que sólo el 10% de los animales es probable que viva más allá de los 47 años.
"Este trabajo me parece absolutamente fascinante“, ha señalado el anatomista Hans Thewissen, de la Universidad Médica del Noreste de Ohio, que estudia el envejecimiento de las ballenas.
Los investigadores han concluido que las ballenas de Groenlandia viven tanto porque son letárgicas: nadan lentamente, maduran lentamente y tienen un metabolismo lento para un mamífero. “En cierto modo, actúan como reptiles”, ha precisado Thewissen, para quien "las ballenas francas, en cambio, son metabólicamente más parecidas a otros mamíferos, y cómo sobreviven durante más de un siglo es desconcertante“.
“Lo que es cierto para las ballenas francas australes también podría serlo para otras especies de ballenas. Podrían vivir mucho más de lo que indican los datos actuales, pero la caza de ballenas en el pasado ha oscurecido su extrema longevidad”, concluye Breed que resume el mensaje del estudio: “No tenemos idea de cuánto tiempo viven las otras grandes ballenas”.