Un grupo de investigadores del Instituto de Ciencias de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) ha desarrollado una solución innovadora para combatir el bisfenol A (BPA), un contaminante emergente presente en plásticos, latas y tickets térmicos, asociado con riesgos para la salud humana. El equipo utilizó hidroxiapatita dopada con zinc (Zn-HAp) como fotocatalizador, logrando degradar hasta un 82% de este compuesto en condiciones de laboratorio.
El proyecto, liderado por Diego Benítez Maldonado, egresado del Doctorado en Dispositivos Semiconductores, se realizó bajo la supervisión de las doctoras María Josefina Robles Águila y Esmeralda García Díaz, integrantes del Cuerpo Académico 365 del Instituto de Ciencias. Este desarrollo fue publicado en 2022 y representa un paso importante en la búsqueda de alternativas para la remediación ambiental.
Innovación científica
La investigación destaca el uso de la hidroxiapatita, un material ampliamente conocido por sus aplicaciones biomédicas, en la remoción de contaminantes. Mediante la incorporación de iones metálicos como zinc, manganeso y cobre, los científicos evaluaron su efecto en la estructura cristalina del material. De todos los elementos probados, el zinc demostró ser el más eficaz, con propiedades comparables al óxido de titanio, uno de los fotocatalizadores más utilizados en la actualidad.
La doctora María Josefina Robles Águila, también integrante de la Red de Usuarios Sincotrón, explicó que los estudios realizados incluyeron análisis de adsorción, cinética de fotodegradación y determinación de especies reactivas. “Nuestra investigación busca no solo degradar el bisfenol A, sino también asegurar que los compuestos resultantes no sean dañinos”, señaló.
Limitaciones y retos
Aunque el Zn-HAp mostró resultados prometedores, la efectividad del material disminuye después de dos ciclos de uso, bajando al 40% en el tercer ciclo, según el estudio. Este hallazgo subraya la necesidad de continuar investigando para optimizar su desempeño y garantizar una fotocatálisis más eficiente y sostenible.
El doctor Sergio Alberto Sabinas Hernández, del Instituto de Física “Ing. Luis Rivera Terrazas” de la BUAP, también participó en el proyecto, aportando herramientas como el refinamiento Rietveld para identificar y cuantificar las fases cristalinas del material.
Contribución a la ciencia nacional
El trabajo realizado por el equipo de la BUAP no solo contribuye a la comprensión del BPA como contaminante emergente, sino que también posiciona a la universidad como un referente en el desarrollo de tecnologías innovadoras para la remediación ambiental.
La doctora Robles Águila subrayó que el próximo paso es lograr una mineralización completa del bisfenol A y asegurar que los compuestos generados en el proceso no representen un riesgo para el medio ambiente. “Este material es una herramienta prometedora que podría marcar la diferencia en el tratamiento de contaminantes emergentes a nivel global”, concluyó.