El primer análisis con Inteligencia Artificial (IA) de los datos obtenidas por la pasada misión Dawn de la NASA indican que el planeta enano Ceres recibió su material orgánico del impacto de asteroides.
Según el estudio, el criovulcanismo único del planeta enano, en el que la salmuera salada sube desde el interior del cuerpo a la superficie, no es responsable de los depósitos orgánicos descubiertos hasta ahora.
En la revista AGU Advances, un grupo de investigadores dirigido por el Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar (MPS) en Alemania presenta el análisis más completo hasta la fecha de este misterioso material y su contexto geológico. Sus hallazgos ayudan a comprender dónde y cómo pudieron surgir condiciones habitables en el Sistema Solar.
Las moléculas orgánicas forman parte del inventario necesario de los mundos propicios para la vida. En la Tierra, los compuestos de carbono, hidrógeno y, en cantidades más pequeñas, otros elementos forman los componentes básicos de toda la vida. En los últimos años, los investigadores han encontrado estas moléculas a grandes distancias del Sol: en objetos transneptunianos, cometas y asteroides lejanos. Se cree que estos cuerpos son restos en gran parte inalterados de los primeros días del Sistema Solar. Por lo tanto, es posible que los componentes básicos de la vida hayan formado parte de su “configuración básica” desde el principio y hayan llegado al Sistema Solar interior posiblemente sólo más tarde.
Para el estudio actual, los investigadores buscaron depósitos de material orgánico previamente desconocidos en el planeta enano Ceres. Debido a su ubicación en medio del cinturón de asteroides, entre las órbitas de Marte y Júpiter, el cuerpo no es claramente originario ni del Sistema Solar interior ni del exterior. Según estudios anteriores, este lugar podría incluso ser su lugar de nacimiento. Por eso los científicos están interesados en el origen de los componentes orgánicos de Ceres. ¿Se originaron localmente en el cinturón de asteroides? ¿O llegaron más tarde?
Ya durante las primeras etapas de la misión Dawn se encontraron evidencias de depósitos de material orgánico. La nave espacial Dawn llegó a Ceres en marzo de 2015 y lo acompañó durante unos tres años y medio. Durante este tiempo, el sistema de cámara científica y el espectrómetro a bordo escanearon toda la superficie del planeta enano. A partir de los datos de la cámara se pueden detectar posibles áreas de material orgánico: el brillo de la luz reflejada desde estas áreas aumenta notablemente al aumentar la longitud de onda. El espectrómetro divide la luz en muchas más longitudes de onda que la cámara y, por lo tanto, puede probar o refutar la presencia de sustancias orgánicas. Lamentablemente, los datos remotos no son suficientes para identificar tipos individuales de moléculas más allá de toda duda. Sin embargo, es seguro que los yacimientos descubiertos están constituidos por compuestos orgánicos que presentan una estructura en forma de cadena. Los investigadores se refieren a estas moléculas como hidrocarburos alifáticos.
Los autores del estudio actual han utilizado Inteligencia Artificial para peinar toda la superficie del planeta enano en busca de rastros de moléculas orgánicas alifáticas. "Los sitios de tales moléculas orgánicas son realmente raros en Ceres y evitan cualquier firma criovolcánica“, dice en un comunicado el primer autor Ranjan Sarkar del MPS, resumiendo los resultados. La gran mayoría de los depósitos se pueden encontrar a lo largo del borde o cerca del gran cráter Ernutet en el hemisferio norte del planeta enano. Sólo tres se encuentran a mayor distancia de éste. Dos parches no eran conocidos previamente.
Un examen más detallado de las estructuras geológicas en los lugares donde se encuentra el material orgánico permite extraer conclusiones adicionales. “En ninguno de los depósitos encontramos evidencia de actividad volcánica o tectónica actual o pasada: no hay fosas, cañones, domos volcánicos ni respiraderos. Además, no hay cráteres de impacto profundos en las cercanías", dice Martin Hoffmann de MPS.
Por lo tanto, los investigadores sostienen que el impacto de uno o más asteroides del cinturón de asteroides exterior introdujo el material orgánico. Las simulaciones por computadora muestran que estos cuerpos se encuentran entre los que más frecuentemente chocan con Ceres. Como los vecinos no muy lejanos no alcanzan mucha velocidad, en el momento del impacto se genera poco calor. Los compuestos orgánicos pueden sobrevivir a estas temperaturas.