Después de un año de la ofensiva militar de Israel más cruenta de la historia sobre la Franja de Gaza, y luego de días de incertidumbre, se llegó a un acuerdo de alto al fuego con el brazo armado de Hamas. Se selló el domingo 19 de enero con el intercambio de las tres primeras rehenes israelíes por noventa prisioneros palestinos.
Desde que inició la ofensiva militar israelí, la única baza de negociación para Hamas han sido los cientos de secuestrados israelíes escondidos por todos los rincones de la Franja y resguardados por las diferentes milicias activas en ese territorio. Por esa diversidad y lugares que detentan, a lo largo del conflicto ha sido imposible saber en dónde se encuentran, cómo han sido tratados por sus secuestradores, saber si han logrado escapar a los bombardeos israelíes y si siguen con vida.
Hay que insistir en que el acuerdo de alto al fuego recién aprobado es prácticamente el mismo que se había alcanzado en las mesas de negociaciones hacía 8 meses, pero que Netanyahu se negó a firmar por tener otros intereses, según las mismas fuentes israelíes. (Haaretz, 14 de enero de 2025). Eso hace ver el propósito de convertir la ofensiva en un pretexto para otros fines, como el de ampliar el territorio israelí incrementando los asentamientos en Cisjordania, a la que llaman en comunicados oficiales por los nombres biblícos de Judea y Samaria, y tomando militarmente lo que considera una “zona de seguridad” en el territorio del sur del Líbano y la extensión del Golán ya ocupado en Siria.
Distintos medios han destacado que el acuerdo ha sido aceptado por Netanyahu por la presión ejercida por Steven Witkoff, el nuevo enviado de Estados Unidos para Medio Oriente de Donald Trump. Según algunas fuentes anónimas citadas por el diario Times of Israel, Witkoff habría tenido una actitud agresiva y directa con Netanyahu obligándolo a aceptar el pacto.
Aunque no se sabe qué tan cierta es esta versión, los rumores permiten cuestionar si la incondicionalidad que había previsto Netanyahu por parte del presidente Trump será tal, o si los intereses de este último con los países del Golfo, que se han visto desafiados por el gobierno israelí al no aceptar ninguna de sus propuestas para detener la guerra, pese más en la geopolítica regional. Habrá que esperar para poder hacer un análisis más preciso.
¿En qué consiste el acuerdo de paz aprobado?
Se trata de un acuerdo que se aplicará en tres fases, que ya se han iniciado. Consiste en un alto al fuego de 42, con la liberación de siete mujeres rehenes, de un acuerdo en los que Hamás liberará a 33 rehenes “humanitarios”: niños, mujeres, mujeres militares, hombres, ancianos y enfermos, y algo inusitado es que ocho de entre ellos están muertos (Times of Israel 27/1/25). A cambio, Israel liberará a 50 palestinos retenidos en sus cárceles por rehén militar vivo, 30 por los civiles y una menor cantidad por los cadáveres.
Hasta ahora ya se han liberado a 290 presos palestinos, 60 de ellos mujeres, entre las que se encuentra Khalida Jarrar, activista feminista miembro del buró político del Frente Popular de Liberación de Palestina (FPLP), Dalal Jaseeb, hermana del asesinado dirigente de Hamas, Saleh Arouri, al igual que Abla Saadat. Todas ellas acusadas de perturbar la seguridad del Estado al participar en conferencias y manifestaciones.
Sin embargo, aún se sigue discutiendo la lista de presos palestinos que serán beneficiados por el acuerdo en las semanas posteriores. En las mesas de negociaciones ha estado en duda la posibilidad de que se libere a Marwan Bargouthi, uno de los líderes históricos de la resistencia palestina, de quien se afirma podría unificar a las diferentes facciones palestinas y liderar un gobierno de unidad y de reconstrucción nacional. Sus posiciones han cambiado, pero ha sido partidario de la creación de dos estados y de reconocimiento de Israel. Aunque siemprre sse le considera en las negociaciones resulta difícil su liberaciónón aunque ha permanecido preso por más de 20 años.
En esta primera etapa el ejército israelí se ha retirado parcialmente del corredor Netzarim para permitir el retorno de la población palestina al norte de la Franja; y también se ha retirado de los centros de población, aunque permanecerá a lo largo de la frontera entre Gaza y Egipto, conocida como el Corredor Filadelfia. Israel mantendrá igualmente una zona de seguridad de cercade 700 metros a lo largo de la frontera, ocupando territorio palestino.
Se afirma que igualmente 300 mil palestinos han podido ya volver al norte de Gaza para reinsstalarse en sus viviendas, como si la destrucción lo perrmitiera.También, el acuerdo estipula la entrada a Gaza de 600 camiones cargados de ayuda humanitaria y combustible, cada día del alto al fuego.
Por otra parte, los prisioneros palestinos considerados responsables del asesinato de israelíes no serán liberados en Cisjordania, sino en la Franja de Gaza o en el extranjero, puede ser en Túnez, Argelia, Egipto o Qatar. Los primeros presos de este grupo ya fueron liberados en Egipto y posteriormente trasladados a Qatar.
Las negociaciones sobre la segunda fase destinada a poner fin a la guerra comenzarán 16 días después de iniciada la primera. Hay noticias de que una comisión de Hamas llegó a Egipto el lunes 27 para una nueva ronda de negociaciones Al-Qahera News). En esta fase serán liberados el resto de los rehenes (vivos o muertos) y durará también 42 días, en los cuales Israel tendrá que retirarse completamente de Gaza.
Finalmente, la tercera etapa del acuerdo de paz será la de la reconstrucción. Sobre esta etapa aún no hay mucha información. Lo que se sabe hasta ahora es que serán los países del Golfo y Egipto junto con la ONU, los encargados de llevarla a cabo, encargándose de la administración provisional y la reconstrucción de la Franja en lo que se determina el nombramiento de una nueva autoridad palestina.
¿Cuáles han sido hasta ahora las consecuencias del acuerdo?
Desde que se anunció la posibilidad de alcanzar un acuerdo, los miembros del ala ultraconservadora del gabinete israelí, el ministro de finanzas Bezalel Smotrich y el de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir declararon que estaban en contra de cualquier acuerdo que implicara abandonar Gaza. Esto provocó que, una vez aprobado el acuerdo, los miembros del partido Otzma Yehudit (Poder Judío) de Ben-Gvir, renunciaran a sus cargos dejando al gobierno muy debilitado. Porr su parte, Smotrich decidió quedarse “para presionar desde dentro”, no sin antes amenazar, en una entrevista por la Radio del ejército, de derrocar a Netanyahu en caso de que siga adelante con el acuerdo de alto al fuego (Times of Israel, 19 de enero de 2025).
Otra de las consecuencias de este pacto ha sido la renuncia del comandante del ejército Herzi Halevi a partir del 6 de marzo, una vez finalizada la primera etapa del acuerdo. Su dimisión se debe, afirmó, a su fracaso por no haber evitado la incursión de Hamas del 7 de octubre de 2023. Hizo un llamado a conformar una comisión de investigación de lo ocurrido ese día, que incluya al primer ministro Netanyahu, pues éste se ha negado a asumir sus responsabilidades, lo que ha hecho que las tensiones entre el Primer Ministro y un ejército ya descontento desde la destitución de Yoav Galant en noviembre, se acentúen.
*Seminario Universitario de Culturas del Medio Oriente, UNAM)