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Una sinfonía: La Opus 17 “Romeo y Juliet” de Héctor Berlioz no gustó al público, como quedó de manifiesto en el escuálido aplauso final

Inicio de actividades de la Ópera de Bellas Artes

Música.
Bel canto. Una escena de la {opera Romeo y Julieta. Imagen referencial. (Archivo)

La tarde del pasado domingo 2 de febrero de 2025, se presentó la primera actividad de este año, de la Ópera de Bellas Artes: una sinfonía. La Opus 17 “Romeo y Juliet” de Héctor Berlioz (1803-1863) escrita para coro, tres solistas cantantes y orquesta sinfónica. El texto de Émile Deschamps está basado en la tragedia de William Shakespeare.

La versión de escasos méritos no gustó al público, como quedó de manifiesto en el escuálido aplauso final. Una obra desigual, muy larga (hora y media de duración), con buenas intervenciones de la mezzo (Julieta) y el bajo (Fray Lorenzo), el tenor francamente desperdiciado (Romeo). Como es de esperarse, a veces se interpretan sólo algunos movimientos de la obra. En esta ocasión en Bellas Artes, se ejecutó toda la obra que se anuncia como un estreno. Muy deslucida la actuación de la orquesta y el coro del Teatro de Bellas Artes, bajo la batuta (sin ningún rasgo de genialidad) del director Stefan Lano. El resultado: un concierto soporífero, tremendamente aburrido en el que muchos del público cabeceaban adormilados, otros se pusieron de pie y se salieron a medio concierto.

Según refiere el investigador Octavio Sosa esta obra debió estrenarse en 1943 con la Orquesta Sinfónica de México dirigida por Carlos Chávez pero finalmente la obra fue remplazada por la Novena Sinfonía de Beethoven. En la página 78 del libro “El canto eterno de la gran música” (Andraval, 2023) Miguel Salmon Del Real afirma “En 1839 Héctor Berlioz había compuesto una esmerada sinfonía para 100 instrumentistas y 101 voces, que evoca la historia de los amantes de Verona, con una influencia notoria de la novena sinfonía de Beethoven, estrenada quince años antes. Esta grandilocuente obra debió impresionar a Richard Wagner, quien asistió al estreno, y que veinte años después terminó la ópera Tristán e Isolda en honor a otra de las grandes parejas de la literatura, la cual culmina también con la muerte de los dos amantes, donde Tristán, el varón, también muere antes que ella.”

Efectivamente, esta obra se estrenó en París en 1839 bajo la batuta del propio Berlioz, En México ya se ha tocado, por ejemplo: en 2012 el 31 de agosto Orquesta de Minería, Dir. Carlos Miguel Prieto. También en el 2019, OFUNAM, Dir. Iván López Reynoso, “Esta partitura se debe escenificar, Berlioz la quería con escena; es una sinfonía dramática, el drama es igual de importante para él que la música” (declaró López Reynoso, en entrevista para la Revista Pro Ópera de enero 2020) ¿Por qué no la escenificó la ópera de Bellas Artes esta vez, teniendo todo para hacerlo?

No todas las obras de los grandes compositores son obras maestras y esta sinfonía es un claro ejemplo de ello y si además está pobremente interpretada, sin ganas, sin pasión, sin escena, el resultado es lamentable.

Pero vayamos al detalle: la orquesta sonó burocrática, temerosa e insegura, trombones y cornos haciendo una mala ejecución (el fugato, con el que comienza la obra sonó como si fuera el segundo ensayo). El coro se oyó poco e inseguro; en su primer pasaje “a capella” se bajaron de tono. El director fue correcto, de estilo maraquero, plagado de subdivisiones rítmicas.

Hay partes musicales de la obra en que decae la tensión; se apaga mucho en esos interludios donde el interés se apoya en la escenificación, y no la hubo; no es fácil mantener interesado a un oyente durante hora y media, ¿qué es lo que quieren comunicarle a su auditorio?

La parte de la mezzo es buena y Rosa Muñoz la cantó muy bien, así como la parte del bajo, bien cantada por Oscar Velázquez. Edgar Villalva el tenor nos dejó con ganas de más, pero así es la obra de desequilibrada. Seguramente es la obra más breve que le ha tocado cantar a Edgar Villalva.

Pues así las cosas señores.

Así el deslucido comienzo de actividades 2025 de la Ópera de Bellas Artes.

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