El telescopio espacial Webb ha captado el disco protoplanetario HH30 con un detalle sin precedentes. Visible de canto en la Nube Molecular de Tauro, está rodeado de chorros y un viento de disco.
Los objetos Herbig-Haro, como HH 30, son regiones luminosas que rodean estrellas recién nacidas (conocidas como protoestrellas). Se forman cuando los vientos estelares o los chorros de gas que arrojan estas estrellas recién nacidas forman ondas de choque al chocar con el gas y el polvo cercanos a altas velocidades.
HH 30 es de particular interés para los astrónomos. De hecho, el disco HH 30 se considera el prototipo de un disco de canto, gracias a su temprano descubrimiento con el telescopio espacial Hubble de la NASA/ESA. Los discos vistos desde esta vista son un laboratorio único para estudiar cómo se desplazan y se asientan los granos de polvo, según un comunicado de la ESA, que opera el telescopio espacial Webb junto a la NASA y la agencia espacial canadiense (CSA).
Un equipo internacional de astrónomos ha utilizado el Webb para investigar el objetivo con gran detalle. Al combinar las observaciones de Webb con las del telescopio espacial Hubble y el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), el equipo pudo estudiar la apariencia del disco de múltiples longitudes de onda del sistema.
Los datos de longitud de onda larga de ALMA trazan la ubicación de los granos de polvo de tamaño milimétrico, que se encuentran en una región estrecha en el plano central del disco. Los datos infrarrojos de longitud de onda más corta de Webb revelan la distribución de los granos de polvo más pequeños. Estos granos tienen solo una millonésima de metro de diámetro, aproximadamente el tamaño de una sola bacteria. Mientras que los granos de polvo grandes se concentran en el centro del disco, los granos pequeños están mucho más extendidos.
Estas observaciones del Webb se realizaron como parte de un programa de observación cuyo objetivo es comprender cómo evoluciona el polvo en discos de canto como HH 30. Combinadas con la atención que presta ALMA a las longitudes de onda de radio, estas observaciones muestran que los granos de polvo de gran tamaño deben migrar dentro del disco y asentarse en una capa delgada. La creación de una capa de polvo estrecha y densa es una etapa importante en el proceso de formación de planetas. En esta región densa, los granos de polvo se agrupan para formar guijarros y, finalmente, planetas.
Además del comportamiento de los granos de polvo, las imágenes del Webb, el Hubble y ALMA revelan varias estructuras distintas que están anidadas unas dentro de otras. Un chorro de gas de alta velocidad emerge en un ángulo de 90 grados desde el estrecho disco central. El estrecho chorro está rodeado por un chorro cónico más ancho.
Envolviendo el chorro cónico hay una nebulosa ancha que refleja la luz de la estrella joven que está incrustada en el disco. En conjunto, estos datos revelan que HH 30 es un lugar dinámico, donde tanto pequeños granos de polvo como chorros masivos juegan un papel en la formación de nuevos planetas.