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La población de la época vikinga de Suecia parece haber sufrido graves enfermedades orales y maxilofaciales, infecciones de los senos nasales y del oído, osteoartritis y mucho más.
Así lo demuestra un estudio de la Universidad de Gotemburgo en el que se examinaron cráneos vikingos utilizando modernas técnicas de rayos X.
Hace aproximadamente un año, los investigadores publicaron un informe basado en el examen de una gran cantidad de dientes de la población de la época vikinga de Varnhem, en la provincia sueca de Västergötland. Varnhem es conocida por sus miles de tumbas antiguas y excavaciones de esqueletos bien conservados.
Ahora, los odontólogos de la Universidad de Gotemburgo han llevado esta investigación más allá, observando no solo los dientes sino también los cráneos completos, utilizando la moderna tomografía computarizada, también conocida como tomografía computarizada
Los resultados, presentados en BDJ Open, sugieren que los 15 individuos cuyos cráneos fueron examinados sufrían de una amplia gama de enfermedades. Las tomografías computarizadas muestran crecimientos óseos patológicos en el cráneo y la mandíbula, revelando infecciones y otras afecciones.
Varios individuos presentaban síntomas de haber sufrido infecciones de los senos nasales o del oído que dejaron rastros en las estructuras óseas adyacentes. También se encontraron signos de artrosis y diversas enfermedades dentales. Todos los cráneos pertenecían a adultos que murieron entre los 20 y los 60 años.
La directora del estudio, Carolina Bertilsson, es investigadora adjunta de la Universidad de Gotemburgo y odontóloga del Servicio Dental Público de Suecia. El estudio se llevó a cabo con especialistas en radiología dental de la Universidad de Gotemburgo y un arqueólogo del museo Västergötlands.
Juntos, realizaron los exámenes y analizaron las imágenes. Las tomografías computarizadas proporcionan imágenes tridimensionales que permiten a los investigadores estudiar en detalle los distintos tipos de daños esqueléticos, capa por capa, en las diferentes partes del cráneo.
MUCHO QUE OBSERVAR
“Había mucho que observar. Encontramos muchos signos de enfermedad en estos individuos. No sabemos exactamente por qué. Si bien no podemos estudiar el daño en el tejido blando porque ya no está allí, podemos ver las huellas que quedaron en las estructuras esqueléticas”, dice Bertilsson en un comunicado.
“Los resultados del estudio brindan una mayor comprensión de la salud y el bienestar de estas personas. Todos sabemos lo que es tener dolor en alguna parte, uno puede llegar a estar bastante desesperado por ayuda. Pero en ese entonces, no tenían la atención médica y dental que tenemos hoy, ni el tipo de alivio del dolor (y antibióticos) que tenemos ahora. Si desarrollabas una infección, podía permanecer allí durante mucho tiempo".
El estudio se describe como un estudio piloto. Un aspecto importante fue probar la TC como método para estudios futuros y más amplios.
“Muchos de los métodos arqueológicos actuales son invasivos y requieren la extracción de huesos u otros tejidos para su análisis. De esta manera, podemos conservar los restos completamente intactos y aun así extraer una gran cantidad de información”, afirma Bertilsson.