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El nuevo árbol evolutivo está basado en el estudio del genoma de un total de 77 especies de moluscos representantes de los ocho grandes grupos, incluyendo también formas menos conocidas como los monoplacóforos de los fondos marinos y los solenogastros

Mapean con un detalle “sin precedentes” el complicado árbol genealógico de los moluscos

Estudio.
Especie. El nudibranquio Cratena peregrina. (Juan Moles (UB-IRBio))

Desde los pulpos hasta los caracoles, el diverso y complicado árbol genealógico de los moluscos ha sido ahora mapeado “con un detalle sin precedentes”, incluyendo secuencias de 13 nuevos genomas completos del filo.

El nuevo árbol evolutivo está basado en el estudio del genoma de un total de 77 especies de moluscos representantes de los ocho grandes grupos, incluyendo también formas menos conocidas como los monoplacóforos de los fondos marinos y los solenogastros, unos moluscos de aspecto similar a los gusanos que habitan en grandes profundidades.

El trabajo, portada de la revista Science, está liderado por Zeyuan Chen, bioinformática en el Instituto de Investigación Senckenberg y en el Museo de Historia Natural de Fráncfort (Alemania), y cuenta con la participación de la Universidad de Barcelona (España).

De los bivalvos microscópicos a los calamares gigantes, de los caracoles de jardín comunes a los caracoles de fuentes hidrotermales cubiertos de escamas de hierro, los moluscos son organismos capaces de prosperar en una gran variedad de hábitats, como el fondo marino, las costas, el agua dulce y los ecosistemas terrestres.

Esta nueva investigación explica la extraordinaria diversidad en forma corporal, tamaño, comportamiento, hábitat y genoma de los moluscos, de los que hay cerca de 100.000 especies descritas (y muchas aún por descubrir), detalla un comunicado de la Universidad de Barcelona (UB).

El equipo aplicó técnicas genómicas de vanguardia para reconstruir un árbol evolutivo detallado a partir de los genomas de 77 especies de moluscos de distintos ecosistemas en el planeta -13 de ellos nuevos-. Por ejemplo, la especie Fustiaria rubescens —un representante de los escafópodos— procedía de la bahía de Roses (Girona, España).

La nueva filogenia basada en genomas del filo Mollusca es concordante con el registro fósil y la morfología, y confirma la ancestralidad de los moluscos.

“Ahora podemos ofrecer una imagen más clara del ancestro probable de todos los moluscos, desde el caracol de jardín hasta un pulpo de las profundidades marinas”, asevera Chen, para quien “probablemente este ancestro tenía una concha dura, un pie para el desplazamiento, no tenía ojos y presentaba una rádula, que es un órgano especializado para la alimentación”.

Según los autores, la filogenia apoya un origen cámbrico de Mollusca, seguido de una rápida divergencia en dos clados principales, Aculifera y Conchifera, resume la revista.

El primero incluye especies con espículas pequeñas en forma de aguja —y en algunos casos, conchas—, mientras que el segundo reúne los grupos de moluscos considerados tradicionales, como los caracoles, las almejas y los cefalópodos.

Los hallazgos resuelven un debate clásico sobre las relaciones evolutivas de algunos moluscos. Así, los controvertidos fósiles vivientes o monoplacóforos (unos moluscos primitivos que se consideraban extintos, sin cabeza y con una concha en forma de capucha) pasan a ser la rama más antigua dentro de los Conchifera, seguidos por los cefalópodos (calamares, sepias y pulpos).

El resto de los Conchifera conforman un grupo que ahora se conoce como Megalopodifera —los moluscos de pie grande—, en el que se incluyen los escafópodos (o conchas colmillo) junto con las almejas, los caracoles y las babosas.

Los análisis muestran una amplia variación genómica; “Es probable que la flexibilidad del genoma de los moluscos explique tanto nuestros retos con sus genomas como su éxito evolutivo”, escriben los autores en su artículo.

Juan Moles, del departamento de Biología Evolutiva, Ecología y Ciencias Ambientales de la UB, indica que la investigación proporciona una base para entender la evolución y la biología de uno de los grupos de animales con mayor éxito evolutivo en la Tierra. “Entender los moluscos nos ayuda a empezar a responder grandes preguntas para entender cómo la vida se adapta y se diversifica a lo largo del tiempo”.

Además, los hallazgos abren la puerta a aplicaciones en biotecnología y conservación, con una proyección destacada en áreas como las ciencias ambientales o la biomedicina -algunas especies son modelos de estudio sobre la salud y enfermedades humanas-.

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