Búsqueda
Los hongos son organismos fascinantes que podemos encontrar en todos los ecosistemas del planeta. Generalmente tienen una pared celular de quitina, a diferencia de las plantas que la tienen de celulosa, y son heterótrofos, es decir, que no pueden producir sus alimentos. Los hay parásitos o simbiontes de diferentes organismos, así como saprobios, que son capaces de convertir los desechos orgánicos en su fuente principal de nutrientes. Es decir, los hongos son organismos clave para el correcto funcionamiento de todos los ecosistemas.
Dentro de los hongos existe un grupo enigmático, poco conocido, raro; es el Orden Phallales. A lo largo de la historia se han referido a ellos como hongos apestosos, hongos extraterrestres, jaulas de celosía, dedos del diablo, entre otros. Estos nombres se originaron a partir de dos características muy distintivas, su morfología y su olor. Son hongos con formas sumamente variadas y extrañas, los hay desde formas fálicas (que inspiraron el nombre del género Phallus, de donde derivó el nombre del Orden Phallales), o de jaulas, o globosos, parecidos a trufas, estrellas de tierra, etc. Inclusive existe una especie semejante a una flor, llamada Abrachium floriforme, o Aseroe rubra que recuerda a una anémona marina, o también está Clathrus archeri que parece los tentáculos de un pulpo. El olor fétido que desprenden es el otro carácter diagnóstico del grupo, este puede ser débil a muy penetrante y repugnante. La presencia de este grupo de hongos nunca pasará desapercibida, ya que la morfología extraña y muchas veces colorida (roja, anaranjada) se complementa con su olor nauseabundo. Ambos elementos fusionados fungen como un señuelo para atraer pequeños artrópodos, principalmente dípteros, que se ven seducidos por el pestilente olor de la gleba, que es una sustancia viscosa donde se desarrollan, por millones, sus esporas. La gleba es atractiva para los artrópodos y al ingerirla, estos bichos actúan como vectores de dispersión.
A los Phallales los encontramos en lugares de climas cálidos y muy comúnmente en los tropicales; pueden crecer tanto dentro de los bosques como en sitios perturbados, así que se pueden hallar en jardines y lotes baldíos, pero es difícil encontrarlos por ser escasos y por tener un ciclo de vida muy corto. Estos hongos, cuando inmaduros tienen un esporoma globoso, similar a un huevo, y al romper su capa protectora se desarrollan muy rápido, por ejemplo, Phallus impudicus crece alrededor de 15 cm en una hora; además de que el consumo de la gleba por parte de los artrópodos se da en pocos minutos. Por otro lado, hay registros de que algunas especies de Phallus son consumidas por pequeños mamíferos y en el sudeste asiático son cultivadas para consumo humano. Así mismo, en diferentes culturas del mundo a los Phallales se les han atribuido propiedades afrodisiacas y medicinales.
Como vemos, los Phallales son un grupo enigmático y extraño, que llama la atención por sus diversas formas, por los olores tan peculiares que presentan y por su forma de dispersión facilitada por otros organismos. Este grupo se sale del concepto tradicional que viene a la mente cuando pensamos en un hongo, y que seguramente, ya sea que nos encanten o nos perturben, no pasarán de ninguna manera desapercibidos.