
Investigación de científicos de Informática en la Universidad Estatal de Kansas revela que en la rotación de las galaxias del universo primitivo: la “gran mayoría” de éstas giran en una misma dirección. Este hallazgo desafía los modelos cosmológicos actuales y sugiere la fascinante posibilidad de que nuestro universo entero podría existir dentro de un agujero negro (cadáver de una estrella gigante).
El estudio publicado en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society de la NASA y liderado por Lior Shamir, profesor asociado de Informática de la cityada universidad, analizó 263 galaxias del universo primitivo capturadas para el JADES (Estudio extragaláctico profundo avanzado) y lo que encontró desafía uno de los principios fundamentales de la cosmología moderna.
Lior Shamir destaca que “en un universo aleatorio, el número de galaxias que giran en una dirección debería ser aproximadamente el mismo que el número de galaxias que giran en la otra dirección”. Sin embargo, sus observaciones revelaron que el 60 % de las galaxias (158) giraban en el sentido de las agujas del reloj, mientras que el 40 % (105) lo hacían en sentido contrario.
“El análisis de las galaxias se hizo mediante el análisis cuantitativo de sus formas, pero la diferencia es tan obvia que cualquier persona que mire la imagen puede verla”, afirma el investigador.
Asimismo, Shamir resaltó que “no se necesitan habilidades o conocimientos especiales para ver que los números son diferentes. Con la potencia del telescopio espacial James Webb, cualquiera puede verlo”, indicó.
Frente a este panorama, los investigadores proponen dos posibles explicaciones para esta asimetría observada.
La primera explicación sugiere que el universo nació girando, lo que concuerda con la teoría de la “cosmología del agujero negro” o “cosmología de Schwarzschild”.
Esta teoría, inicialmente presentada en la década de 1970 por científicos como Raj Kumar Pathria e I.J. Good, postula que todo nuestro universo podría existir dentro de un agujero negro que a su vez reside en un universo mayor.
Por su parte, el físico teórico Nikodem Poplawski, de la Universidad de New Haven, quien no se involucró en este estudio, señaló a Space.com que “creo que la explicación más sencilla del universo en rotación es que el universo nació en un agujero negro en rotación. Un eje preferido en nuestro universo, heredado por el eje de rotación de su agujero negro progenitor, podría haber influido en la dinámica de rotación de las galaxias, creando la asimetría observada”.
La segunda explicación se relaciona con el efecto Doppler. La Tierra gira alrededor del centro de la Vía Láctea y, debido a este movimiento, la luz procedente de galaxias que giran en sentido opuesto a nuestra rotación aparece ligeramente más brillante.
“Las galaxias que giran en dirección opuesta a la Vía Láctea son ligeramente más brillantes que las galaxias que giran en la misma dirección respecto a la Vía Láctea. Como son más brillantes, vemos más de ellas”, explicó Shamir a la revista Newsweek.
Si este efecto es mayor de lo que se ha considerado tradicionalmente, podría explicar por qué observamos más galaxias girando en cierta dirección a medida que miramos más profundamente en el universo.
Independientemente de cuál sea la explicación correcta, este descubrimiento tiene profundas implicaciones para nuestra comprensión del cosmos. Si el universo realmente nació girando dentro de un agujero negro, gran parte de nuestros modelos cosmológicos actuales deberían ser revisados.
La evidencia resulta intrigante, pero los investigadores insisten en que se necesitan más datos para discernir cuál de las dos explicaciones —o si alguna combinación de ambas—es la más plausible.
(información de la Universidad Estatal de Kansas, DW, Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, Newsweek, Interesting Engineering y Space.com)