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Una mirada a las moscas depredadoras, necesarias para el equilibrio de los ecosistemas y útiles para el manejo de plagas

Moscas… ¿depredadoras?

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Insecto. Mosca depredadora de la familia Asilidae (género Efferia). (naturalista@Terrycarr)

Seguramente cuando piensas en moscas las asocias rápidamente con la poca higiene de la comida, con excremento o con la basura. Sin embargo, los hábitos de las moscas son mucho más amplios. Las moscas pueden desempeñar distintas funciones en la naturaleza, como son la polinización, la depredación, el parasitismo, y el reciclaje de materia orgánica en descomposición. Todas estas tareas son importantes para el buen funcionamiento de los ecosistemas.

Por ahora nos concentraremos en las moscas depredadoras. Las moscas depredadoras son todas aquellas que en alguna etapa de su vida (larva o adulto) se alimentan de otros animales, mayoritariamente invertebrados. Aunque esto pueda sonar trágico, no es así, es un trabajo fundamental pues así se evita la sobrepoblación de algunas especies, sin lo cual algunas podrían convertirse en plagas, de tal forma que contribuyen al equilibrio natural de los ecosistemas naturales y antrópicos.

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Mosca Figura 1. Mosca de patas largas (Familia Dolichopodidae) con presa. (Tomada de Naturalista @eduardop8a.)

Podemos encontrar moscas depredadoras en casi cualquier tipo de hábitat excepto los océanos abiertos y las zonas con nieves perpetuas. Las familias de moscas depredadoras por excelencia son: Asilidae, Hybotidae, Dolichopodidae y Empididae, pero existen registros de otras 41 familias en las que algunas especies tienen hábitos depredadores, siendo más frecuente en la etapa larval. Las moscas de la familia Asilidae son los depredadores más conocidos, todas ellas alimentándose de presas durante su etapa larval y como adultos. Estas moscas son capaces de cazar insectos de mayor tamaño al suyo, pudiendo capturar abejas o avispas sin salir heridos.

Moscas Figura. Mosca depredadora (familia Muscidae). (Santiago Jaume.)

Entre otras familias que contienen especies depredadoras están, por ejemplo, algunas moscas de la familia Syrphidae tienen hábitos florícolas cuando son adultos, pero las larvas pueden consumir otros organismos, por ejemplo, pulgones que invaden gran variedad de cultivos. En cuerpos de agua, algunas larvas de mosquitos (Culicidae) y quironómidos (Chironomidae) son capaces de depredar pequeños organismos. Asimismo, también podemos encontrar moscas cazadoras o parásitas de caracoles como algunas especies de la familia Sciomyzidae. Vale la pena recordar que hay muchas enfermedades de plantas asociadas a los caracoles que han generado pérdidas económicas en la agricultura, por lo que las moscas pueden ser nuestros mejores aliados alados.

Para poder tener estos hábitos depredadores, las moscas han desarrollado muchas estrategias y estructuras corporales especiales. Algunas moscas incluso pueden producir luz para atraer a sus presas (bioluminiscencia). Tal es el caso de moscas del género Arachnocampa (familia Keroplatidae que viven en cuevas. Una vez atraídas, las presas quedan adheridas en unos hilos de sustancia mucosa que producen las larvas para después ser devoradas.

Dada la importancia de las moscas en los ecosistemas, es necesario continuar con estudios faunísticos para conocer la composición de especies en los diferentes ecosistemas, su biología y papel ecológico, y los efectos que tienen sobre ellas la reducción o conversión de hábitat y el cambio climático, conocimientos necesarios para entender la compleja trama de interacciones que mantienen a los ecosistemas funcionales y saludables, al tiempo que también permite el desarrollo de estrategias para el control biológico de plagas.

  • Red de Ambiente y Sustentabilidad, INECOL

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