
El saldo del potente terremoto de magnitud 7.7 que sacudió el sudeste asiático este viernes, con epicentro en Birmania, es ya de al menos 150 muertos y 732 heridos en ese país. Y se registra al menos nueve fallecidos en la vecina Tailandia, donde un rascacielos en construcción colapsó en Bangkok.
El sismo ocurrió a las 12:50 hora local, con epicentro a 17 kilómetros de Mandalay, la segunda ciudad más grande de Birmania. En Mandalay y sus alrededores, varios edificios colapsaron, incluyendo una pagoda y una mezquita.
En la ciudad de Naypyidaw, cientos de heridos fueron trasladados a hospitales, donde algunos pacientes están siendo atendidos en el exterior debido a los daños en las instalaciones.
El jefe de la junta militar birmana, Min Aung Hlaing, anticipó que la cifra de muertos podría aumentar y solicitó ayuda internacional para las labores de rescate y asistencia humanitaria. Se declaró el estado de emergencia en seis regiones afectadas, y se hizo un llamado urgente a donaciones de sangre y suministros médicos debido a la alta demanda en las áreas más perjudicadas.
Pánico en Tailandia
En Tailandia, al menos nueve personas murieron, ocho de ellas tras el colapso de un edificio en construcción en Bangkok. Los equipos de rescate continúan buscando a más de 80 personas que podrían estar atrapadas bajo los escombros.
El terremoto también causó pánico en las calles de la capital tailandesa, donde numerosos ciudadanos y turistas evacuaron edificios.
El Servicio Geológico de EU, que mide la actividad sísmica en todo el mundo, declaró la alerta naranja -la segunda más grave- y apuntó que la cifra de fallecidos puede estar entre 100 y 1,000 personas.
Apoyo de Trump y de la ONU
Ante la tragedia, el presidente de EU, Donald Trump, prometió este viernes que asistirá a Birmania: “Vamos a ayudar”, dijo a la prensa en el Despacho Oval de la Casa Blanca. “Es terrible lo que ha ocurrido, ha sido muy grave y vamos a ayudar. Ya hemos hablado con el país”, añadió.
Mientras que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) dijo que ha aprobado destinar 5 mdd para apoyar el trabajo humanitario en Birmania, al tiempo que llamó a hacer donativos a favor de esta causa. La comunidad internacional ha comenzado a coordinar esfuerzos para enviar ayuda humanitaria a las zonas devastadas.
Este terremoto es uno de los más fuertes registrados en la región en los últimos años, y las autoridades continúan evaluando los daños mientras las labores de rescate prosiguen en busca de sobrevivientes.